Parte 5: (Harry POV)

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Obviamente Harry no quería las cuchillas para afeitarse y obviamente sabía que Louis se había dado cuenta, por eso decidió echarlo rápido de la habitación. Lo que no esperaba era que el chico lo llamara Harold para llamar su atención. ¿No le había quedado claro que el quería que le llamaran Harry cuando le había crucificado ayer con la mirada? ¿Era tan difícil de entender que le traía malos recuerdos?

Ahora estaba sentado en la cama con la caja nueva de cuchillas en la mano. Por una vez que un tipo le caía bien tenía que cagarla. No era culpa de Louis haber dicho eso pero Harry siempre se enfadaban mucho cuando le llamaban de aquella manera. Ahora se arrepentía un poco de lo que había pasado ahí fuera, no debería haberle hecho daño y menos aún gritarle. Seguro que ahora el mayor no quería volver a hablarle.

Había pedido las cuchillas para una ocasión especial, a pesar de haber pasado una noche horrible, no tenía pensado hacerse daño esa mañana.

La noche del día anterior había empezado fatal. Una vez Louis se marchó Harry se tumbó en la cama a pensar. Ya estaba aquí, bien pero ¿Qué pasaba ahora? Iba a tener citas con psicólogos y no tenía pensado ni por asomo decirles la verdad. Así que, con los ojos entornados se había puesto a pensar razones por las que una persona podía hacer lo que el hacía, hacerse daño. ¿Había alguna razón que los demás pudieran entender? Desde el punto de vista de Harry la gente que no tiene tantos problemas o que no se siente como Harry nunca entendería las razones de cortarse.

Ni siquiera el podía explicarlo, simplemente le ayudaba. El dolor de los cortes no era nada comparando con el emocional.

Harry se acordaba de la primera vez que lo había hecho. Tenía solamente 14 años y era sábado. Su madre había salido a trabajar y volvería a la hora de la comida. Su padre estaba a saber donde. Lo hacía mucho. Desaparecía durante días y llegaba a casa de la nada. Pero esta vez estaba tardando más en volver. Su madre en vez de preocuparse se alegró. Pensó que tal vez ya se habrían librado de él por lo que no se preocupó dejando a Harry solo ese día en casa. Mala idea ya que a las 12, una hora después de que Anne se fuera apareció Desmond.

Tenía un aspecto terrible. Harry ya había aprendido a diferenciar cuando se podía hablar con su padre y cuando era mejor desaparecer, esta era una de estas veces. Llevaba la camisa abierta completamente y bolsitas con polvo blanco sobresalían por sus bolsillos. Tenía las pupilas dilatadas como nunca y su aliento podría olerse desde la casa de enfrente. Debía de llevar días sin lavarse en pelo por que se notaba de lejos lo grasiento y despeinado que estaba. También tenía las ojeras muy profundas y moratones por todo el torso.

- Anneee!!! Ya he vuelto a casa!!! ¿Me has echado mucho de menos?- Gritó el padre de Harry. Su voz sonaba como dos rocas chocándose, rasgada. Pronunció las palabras mientras se desabrochaba la hebilla del cinturón.

Mierda- pensó Harry esa vez- El cinturón no.

El estaba en el sofá del salón, que se encontraba solo a unos pasos de la puerta de la entrada y no conectaba con ninguna otra habitación. Si quería salir de ahí tenía que pasar por delante de su padre, y tampoco era el plan.

- ¿Anne no estas en casa?- Dijo Desmond frunciendo el entrecejo- ¿Hay alguien? ¿Harold?

En ese momento noto como se le paraba el corazón. Se quedó en blanco ¿Qué iba a hacer ahora?

- Harold si estás en casa sal!!

Harry salió. ¿La peor decisión de su vida? Puede ser, pero tal vez quedarse escondido lo habría sido peor, nunca lo sabría.

- Estoy aquí- Pronunció muy bajito, casi en un susurro con la voz entrecortada.

- Mira que suerte, ¡Anne no esta! Hoy te toca todo a ti

- No.. no hace falta...

- No era una pregunta- Dijo sacando el cinturón por completo del pantalón .

Harry no se habría preocupado si fuera el cinturón de siempre, estaba acostumbrado a los golpes con ese pero el cinturón que tenía su padre en la mano era mucho más grande, grueso y pesado.

El primer golpe le dio de lleno a Harry en el estómago. Ese golpe fue el causante de la cicatriz que recorría la parte baja de la barriga de Harry. Ahora era casi invisible. Se había tatuado dos hojas de laurel encima y solo se notaba si pasabas la mano por la zona.

No se quedó para esperar otro golpe y corrió a esconderse a su habitación. Cerro la puerta con el cerrojo y puso su escritorio delante de ella. Su padre solo insistió unos minutos en que abriera la puerta, pero después de darse cuenta de que Harry no iba a ceder dejó de insistir y bajó al salón.

Harry se sentó en la esquina de la habitación. Nunca le habían hecho tanto daño, casi no podía ni doblarse de lo mucho que le dolía el estómago. Por eso, cuando subió la mirada al escritorio y descubrió que tenía un afilalápices encima de él, no dudo ni un segundo en cogerlo y desmontarlo.

Una vez con la cuchilla en las manos empezó a dudar. ¿De verdad iba a hacerle esto a su madre?

No, pero solo un corte, para calmar el dolor del golpe con el cinturón...
Entonces lo hizo. Un corte muy fino justo en la muñeca. Cerró los ojos y dejó de sentir el dolor del estómago. Justo como quería. El problema fue cuando abrió los ojos y se dio cuenta de que estaba sangrando. Estaba sangrando mucho. Mucho más de lo que esperaba.
No tenía baño en la habitación y tampoco pensaba salir de esta con su padre en casa.
Cogió una camiseta que tenía en el armario que ya nunca usaba y la utilizo para tapar la herida y presionar fuerte. Se empezó a alarmar porque la hemorragia no paraba. Solo salía sangre y sangre y sangre. Era lo único que veía Harry. Hasta que aparecieron los puntos negros, que llenaron su campo de visión por completo hasta que Harry se desmayó.

*******

Se despertó con el ruido de alguien llamando a la puerta en el psiquiátrico. Al principio Harry estaba un poco descolocado. La cabeza le dolía muchísimo y le daba vueltas. Luego se le empezaron a aclarar las ideas, se levantó y fue a abrir la puerta.

- Buenos días Haro-

-Harry- Le cortó el chico antes de que acabara

-¿Qué?

- Llámame Harry

- Harry. Buenos días Harry. Vengo a llevarte a tu primera cita con es psicólogo, el decidirá si te quedas en este nivel o te bajan al 2.- Dijo el padre de Louis. Al ver que Harry no decía nada continuó hablando - Vamos, ¿Qué tal has dormido? - Preguntó mientras Harry cerraba la puerta de la habitación.

- No he dormido

-¿Qué?

- Que estaba despierto

- ¿Qué?

- Perdone la pregunta doctor Tomlinson pero ¿Necesita usted audífonos? Me he dado cuenta de que no escucha muy bien bien.

- Muy gracioso, ya hemos llegado- Dijo mientras habría una puerta blanca enorme que había situada nada mas bajar las escaleras. - Doctor Payne, este es Harry. - Dijo dirigiéndose ahora al señor que estaba sentado en la silla del escritorio escribiendo algo en el ordenador.

-Buenos días Harry, siéntate.

El doctor Payne era alto y algo regordete. Usaba unas gafas rectangulares pequeñas que le hacían los ojos muy pequeños pero aun así se podia distinguir perfectamente que estos eran de color avellana.

- Yo me voy ya Geoff. Suerte Harry. - Y con esas palabras dejó la sala.

my butterfly 🦋 {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora