Parte 56: (Harry POV)

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Los próximos tres días se pasaron en un suspiro para Harry. Entre besos en el salón de la casa y besos bajo la nieve fuera se les había escapado el tiempo entre las manos y ahora se encontraban los dos preparándose para asistir al colegio.

— ¿Nervioso? — Fue lo primero que escuchó Harry esa mañana entonado en la dulce voz de Louis mientras este deslizaba los dedos por la espalda del menor para despertarlo.

— Es raro. No estoy nervioso pero sí que tengo miedo, tengo mucho miedo. — Su voz sonó ronca y grave, como si no hubiera bebido nada en días. A Louis le encantó.

— ¿Miedo de qué? — Preguntó el ojiazul con voz calmada, le relajaba mucho a Harry ese tono de voz que usaba siempre con él, como
si estuviera hablando con un animalito herido.

— Desde que te conté lo que me pasó me siento libre, sí, me he quitado un peso de encima pero... pero también desprotegido. Como si me hubieran quitado mi escudo, pesaba mucho pero sin él ahora estoy al descubierto, al alcance de cualquier flecha, cualquiera prodía venir a hacerme daño o...

— Harry, los niños de tú clase no son arqueros. Puede que suene raro pero sinceramente pienso que la gente aquí se tratan mucho mejor entre ellos que en cualquier instituto al que hubieras ido. Se preocupan por sus propios problemas y ya, no pretenden hacerle daño a alguien que saben que puede estar pasándolo mal porque ellos ya saben lo que se siente. Piensa en que ellos también están aquí por algo.

— Ojalá ir en tú clase Lou, eso arreglaría tantas cosas, estaría mucho más seguro.

— Haber nacido dos añitos antes, enano.

— Dijo el que mide uno cincuenta. — Harry no veía a Louis pero supo que había rodado los ojos, soltó una risita y se dió la vuelta para encontrárselo con el labio inferior sobresaliendo y las cejas fruncidas. El rizado se acercó y dejó un rápido beso en la nariz de su novio que pilló a este desprevenido.

— Mido uno setenta y dos, que tú seas un mutante de uno ochenta y cinco no es mi culpa.

— En realidad me gusta que seas pequeñito, siento que nuestros cuerpos encajan ¿sabes?

— Voy a ignorar lo de pequeñito por tú bien. — Harry rió mientras el otro chico se iba a la ducha. — Por cierto ¿Harry?

— Mhm.

— Piensa en lo que acabas de decir. — Le giñó un ojo y se dió la vuelta con una sonrisa traviesa en los ojos. Harry repasó mentalemete lo que había dicho. "Nuestro cuerpos encajan" Mierda, será malpensado.

— ¡En los abrazos! ¡Me refiero a cuando nos abrazamos pervertido!

Harry escuchó una carcajada proveniente del baño a la vez que se encendía la ducha.

******

—¿Preparado? — Preguntó Louis mientras cerraba la puerta de la entrada. Harry iba detrás suya pero el mayor esperó a que se pusiera a su altura para cojerle de la mano y comenzar a andar juntos.

— No.

— Pues vamos.

— Me duele la barriga, seguro que tengo otitis, he leído los síntomas en google.

— Google te puede decir que porque te pique el dedo meñique del pie tienes cancer de pancreas, eso no es nada fiable. Además la otitis es dolor de oídos, no barriga inútil. ¿Ves como necesitas estudiar? — Harry suspiró pero siguió andando, sin tener más escusas que poder poner.

my butterfly 🦋 {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora