my butterfly 🦋 {Larry Stylinson}

Parte 24:(Harry POV)

Harry sabía que se lo había prometido a su madre, que quería intentarlo, que lo iba a dejar, pero llevaba meses con demasiadas cosas juntas. La pelea ahora con Louis, los ataques de ansiedad ayer y los recuerdos de estos últimos dos días fueron la gota que colmó el baso.

Que otra persona viva por las estrellas por que yo no voy a poder.

Entonces, con estos pensamientos hundió el filo de la cuchilla que le había dado Louis y se había guardado en caso de emergencia en la muñeca, esta vez mucho más profundo que normalmente, esta vez para que no tuviera que repetirlo nunca más.

***

Unas voces fueron las que le despertaron.

- Recupera el pulso normal, aún va un poco lento.

- Inyectarle suero.

- Ya está recuperando la conciencia.- Repitió la primera voz.

Lentamente Harry comenzó a abrir los ojos. La luz inundó su campo de visión y tuvo que pestañear varias veces para enfocar la vista. Se encontraba en una sala que era como la habitación de Niall en la que habían estado el otro día, toda blanca y sin espejos. Esta si que se notaba que estaba vacía, que nadie dormía en ella. No había un armario ni fotos, cuadros, dibujos o pósteres, era bastante triste.

- Harry ¿Puedes escucharnos? - No tenía fuerza suficiente como para hablar y contestarle, no le salían las palabras ni podía mover los labios, tampoco podía moverse mucho pero lo intentó. Los médicos parecieron darse cuenta del mensaje que intentaba transmitir ese pequeño movimiento y el señor apuntó algo en la libreta.

- Sophie, vamos a dejarle solo un rato, llama a Geoff y dile que el chico por fin ha despertado.

¿Por fin? ¿Cuánto tiempo se había pasado allí entonces?

Los dos médicos abandonaron la sala dejando a Harry solo. Este quería salir de allí ya. Levantarse y correr fuera. Por si no lo había dicho antes Harry odiaba los hospitales más que nada en el mundo. Se había pasado tres días enteros en la sala de espera de uno sin dormir, esperando que le dieran noticias de sus padres.

Quería levantarse e irse pero ni con toda su fuerza de voluntad podría conseguirlo. Mientras intentaba enderezarse alguien entró por la puerta.

- Harry, había perdido las esperanzas en que te despertaras. - Su psicólogo se acercó a la esquina de la habitación para coger una silla que había allí y la acercó a la cama donde se encontraba el rizado.

Este seguía sin encontrar su voz pero hizo lo posible por murmurar unas palabras.

- ¿Cuánto tiempo he...? - Su voz sonaba áspera y apagada, se notaba que no había hablado en bastante tiempo, tenía la garganta seca, le dolía. El doctor Payne se dio cuenta y le acercó un vaso de agua.

- ¿Estado inconsciente? No sé exactamente los días, algo más de dos semanas. - Harry no respondió. Movió sus ojos del psicólogo al techo pensando en lo que había hecho. - Casi todos tiramos la toalla, pensábamos que ya había acabado.

- ¿Casi todos?

- Había un rubio que se pasaba aquí todo el tiempo libre que tenía. Y el señorito Tomlinson venía todos los días después de comer, mientras el otro chico estaba en observación. Nunca te dejaban solo, ni para dormir. Ellos nos pidieron que siguiéramos intentándolo.