my butterfly 🦋 {Larry Stylinson}

Parte 53: (Harry POV)

Harry llevaba un buen rato mirando por la ventana de la habitación pensando en todo lo que había pasado esta mañana, envuelto en una gran manta cuando Louis entró con una... ¿sonrisa? ¿Geoff le había contado la noticia de verdad? Porqué Harry estaba de todo menos feliz, sobre todo tenía miedo, separarse de Louis le daba una sensación de terror... No dormir a su lado sería lo peor.

— ¿Te alegra deshacerte de mí? Sé que soy un pesado pero pero oye, que ahora salimos, tienes el deber de aguantar mis estupideces —  Louis soltó una risita y se sentó ahorcadas sobre él, dejando un largo beso sobre sus labios. Harry casi se había olvidado de que estaban hablando cuando se separaron.

— No es eso tonto. Le he convencido para que te deje quedarte...

— ¡Eso es genial Lou! — Dijo con una gran sonrisa acercándose a los labios de Louis de nuevo, pero este se apartó.

— ... Bajo algunas condiciones. — Añadió.

— Y aquí es donde se va todo a la mierda. — Respondió Harry girando la cabeza hacia la pared y cruzando los brazos.

— No, no, no cariño, tampoco es para tanto. Ya hablaremos de eso. Ahora, ¿por qué no vienes conmigo a la ciudad? — Harry volvió a mirar a Louis a los ojos para encontrárselos con un brillo nuevo, especial. Le hacía ilusión. Fuera lo que fuere lo que Louis quería hacer el rizado tenía claro que tenía muchísimas ganas de hacerlo y, aunque a el le hubiera gustado quedarse a ver la película esa de love actually abrazados, no se atrevió a apagar la luz de los ojos de su novio así que asintió lentamente murmurando un suave "está bien " y recibiendo una buena tanda de besos a cambio. Solo por eso había valido la pena aceptar. — Pues vístete bien abrigado, no quiero que te pongas enfermo en navidades.

Harry entró en su armario para encontrarse con su ropa de siempre. No tenía abrigos ni nada que no fueran sus sudaderas y pantalones largos y anchos así que cogió sus prendas más gorditas y calentitas y se cambió. Al salir vio a Louis ya preparado, poco más y daba saltos de emoción.

— Wow, que feliz te veo.

— Es que me encanta la navidad. — Harry formó una mueca extraña durante unos pocos segundos. Le habría gustado poder decir lo mismo pero para el lo único bueno que le traía esta época del año era tener una excusa para llevar siempre mangas largas. — Ya verás lo bonito que está todo.

— Seguro que si. — Se acercó a Louis y le cogió de la mano pero se dio cuenta de algo. No tocó la suave piel del mayor si no una tela en su lugar. Frunció el ceño negando con la cabeza mientras le quitaba el guante. — Ni de coña.

— ¿Qué? — Preguntó Louis extrañado. Después de mirar su mano desnuda y como Harry tiraba el guante hacia atrás alzó una ceja —¿Porqué no? No quiero congelarme las manos.

— Si voy a la ciudad contigo es para poder pasear de la mano delante de todos sintiéndote a ti entre mis dedos no un estúpido trozo de tela. Si tienes frio pues te jodes, te aguantas con el calor de mi mano. — Respondió Harry muy seriamente lo que hizo que Louis sonriera entrelazando sus dedos y acariciando levemente los nudillos del rizado.

— Señor, si, señor. — Levantó la mano contraria y se la llevó a la sien derecha haciendo un saludo militar. Harry también soltó una pequeña risa mientras rodaba los ojos para luego darle un golpe amistoso en el brazo a Louis. — Ponte esto. — Acto seguido le puso a Harry una bufanda bastante grande al rededor del cuello y un gorro azul marino en la cabeza, aplastando sus rizos.

— ¡Lou! ¡Mis rizos! — Protestó Harry quitándose el gorro y acercándose a un espejo para colocárselos bien.

— Disculpa, reina de la belleza. ¿Ya estás listo? Eres un pesado, el gorrito te quedaba bien la primera vez.