Capítulo 9

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18 de julio del 2021.

Edan.

-no puedo creer como pese a todo decidiste decirle que sea tu luna a Lauren- dijo Yael mientras manejaba con rumbo a nuestra casa.

-yo no puedo creer como es que se demoró tanto en dar ese paso- comento Valeria metiendo su cabeza en medio de los asientos de adelante con una sonrisa.

-tenía que hacerlo ahora si no nunca lo haría- mire por la ventana con una gran mezcla de diferentes emociones.

-oye- me toco el hombro izquierdo Valeria - ¿Qué es lo peor que puede pasar? – me voltee a mirarla incrédulo por su pregunta.

-ahora te vas a hacer la inocente y disimular que no sabes en que lio me pude haber metido por hacer eso- la miré mientras me sacaba el cinturón dispuesto a salir del carro.

-pero lo hecho, hecho esta, ahora te toca afrontar las consecuencias- dijo de forma seria Yael mientras también salía del carro.

-no le hagas caso a este amargado es solo que...- Valeria comento mientras caminábamos a la puerta de la casa cuando nuestro padre salió con toda la elegancia y porte frio que siempre manejaba.

- ¿en dónde estaban? ¿Por qué salieron tan temprano? ¿bajo qué permiso lo hicieron? – se cruzó de brazos interrogándonos mientras se posaba en la puerta impidiendo nuestra entrada.

-salimos a desayunar, es todo- Yael respondió de forma firme y fría.

- ¿su madre y yo no estábamos invitados? – realmente no sabía cómo es que podía ser hijo de este hombre, pero bueno así eran las cosas y -Edan tengo que hablar contigo- las cosas siempre pueden ir a peor.

-tú puedes hermano- me palmeo el hombro derecho Valeria dándome fuerzas a lo que yo solo seguí avanzando hasta estar frente a mi padre el cual al ver que me acercaba comenzó a caminar dentro de la casa directo a su estudio.

-cierra la puerta- ordeno cuando entre a su estudio.

Lo que se venía era el pan de cada día cuando el volvía de sus viajes y por el cual no había podido disfrutar de más momentos junto a Lauren.

-así que dime ¿Qué harás ahora con tu vida? – apoyo sus brazos sobre el escritorio frente a él.

-pues ya terminé mis estudios y en este momento me encuentro ya trabajando como veterinario- de solo decir eso vi como poco a poco su mirada se ensombrecía cada vez más -donde gano mi salario y con el cual me mantengo cada mes- termine de decir de manera firme ya que si titubeaba solo un poco le daría algo de lo que aferrarse para poder molestarme más.

-así que decidiste seguir siendo un doctor juguetes- se burló un poco haciendo referencia a ese dibujo animando, el cual veía cuando era pequeño, para luego volver a ponerse serio -si trabajas y ganas un sueldo "con el que te mantienes cada mes"- hizo comillas con sus dedos en la última parte - ¿Qué se supone que sigues haciendo aquí en mi casa? – su dureza y frialdad dolía, pero había convivido con eso por 25 años, no dejaría que eso me afectara justo ahora.

-pues en realidad tengo el dinero para irme a vivir a un departamento es solo que no he podido encontrar uno- le explique mientras mis manos debajo de la mesa ya estaban en puños porque sabía que diría que eso solo era una excusa.

- ¡genial! ¿siempre tienes una buena excusa para mí? ¿las tienes anotadas en un cuaderno o algo? – se apoyó en la silla -la última vez me dijiste que estabas ahorrando y la vez antes a esa me dijiste que aún no encontrabas donde trabajar- me miro despectivo - ¿Cuál será la próxima? – se lo pensó un rato - ¡ya se! – se le ilumino la mirada con un brillo el cual significaba que lo que saldría serian solo palabras con veneno -me dirás que has dejado embarazada a una chica y que no te alcanza el dinero para sustentar tantos cargos ¿será una tal luna la chica? - ¿Cómo se había enterado? Yael era fiel y mantenía las apariencias y por otro lado Valeria ni vivía aquí para no tener que aguantar a nuestro padre.

MichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora