28 de septiembre del 2021.
Edan.
-¿Te mando a llamar? – me volvió a preguntar Valeria.
-si- le respondí terminando mi desayuno.
-¿No te parece raro? – me pregunto con el ceño fruncido mientras a mi izquierda también desayunaba.
-mucho, pero solo me toca ir y averiguar que quiere- me imaginaba por donde iba su llamado, pero tenia que ir para confirmarlo.
-te llevo- me dijo de una.
-no- me negué de inmediato -tengo mi propia moto con la que me puedo movilizar hacia donde quiera- le recordé.
-si, pero nunca me ha gustado que la manejes, puedes estar envuelto en un accidente por culpa de ella- me dijo no muy convencida de mi respuesta.
-a mi me gusta- me encogí de hombros quitándole importancia a lo que me dijo -además conduzco bastante bien por lo que no pasara eso- hice referencia a lo del accidente.
Termine mi desayuno, lleve el plato y los restos al fregadero y comencé a lavarlo.
-cuídate- Valeria se despidió cuando me vio salir de la cocina.
-no va a pasar nada malo hermanita- bese su frente y me fui.
Puede que si pase algo malo, pero precisamente un accidente automovilístico no será.
Más bien se desatara la gran furia de mi padre, eso para mi resultaba ser tan claro como el agua.
Llegue a la casa, estacione mi moto a la izquierda del carro aparcado en la redondela que delante de la casa existía.
Respire hondo antes de entrar a la casa.
-cariño- mi madre se acerco rápidamente en mi dirección apenas me vio abrir la puerta.
-mami- recibí gustoso su cariñoso abrazo y se lo devolví con la misma intensidad de sus manos.
- ¿Te mando a llamar tu padre? – me pregunto separándose un poco de mi con algo de ilusión, yo solo asentí -de seguro es para que vuelvas a casa- comento feliz.
Eso era lo que menos creía yo, pero tampoco la iba a desanimar con mis pensamientos negativos.
-puede ser- respondí, ella me soltó.
-esta en su estudio- me informo, yo solo le di una pequeña sonrisa.
Me encamine a las escaleras con rumbo a su estudio.
Cuando llegue a la puerta de color cedro con manija color café oscuro, di pequeños toquecitos con los nudillos de mi mano izquierda.
-pasa- escuche la autoritaria voz de mi padre del otro lado.
Abrí la puerta con mi mano izquierda.
-hola padre- de manera seria entre a su estudio.
-siéntate- ordeno señalando una de las sillas delante de su escritorio, yo me acerque y me senté donde me ordeno.
-seré breve ya que en un momento me toca salir por una reunión importante- apoyo ambos codos sobre su escritorio, junto sus mano y apoyo su barbilla encima de ellas - ¿Qué quiere lograr esa chica contigo? ¿Qué tanto quiere arrebatarte? ¿Cuánto dinero me quiere sacar de la cuenta? – pregunto directamente de forma despectiva y con evidente molestia, yo solo me quede sentado viéndolo con una expresión seria, no mostraría confusión o alguna clase de dolor por sus palabras.
-su hermano fantasma no era suficiente que ahora resulta que su madre moribunda se esta muriendo- me miro con su ceja derecha alzada - ¿A que juega esa chica? – se lo pensó un momento -ya se- se le ilumino el rostro con malicia -a dar pena a un nivel que tu sientas que debes ayudarla y llegaras hasta la idea de ayudarla monetariamente donde adivina que- me miro esperando.
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Michi
Teen FictionUna perdida es difícil de superar hasta que una buena música, una buena compañía, una buena bebida, un buen momento y un buen michi a la orden es todo lo que se necesita para que todo este bien. No al plagió. No se acepta ninguna clase de adaptación...