¿Love or Duty? || Jóvenes Altezas

Capítulo 2

Alice

Mis hermanos y yo estábamos en el auto, camino a Hillerska. Ninguno de los tres había dicho algo, cada uno estaba perdido en sus pensamientos.

Yo estaba nerviosa y un poco asustada.

Desde que habíamos tomado camino, había decido lanzarme del coche para no tener que ir a Hillerska, pero lo descarté cuando me di cuenta que aún no estaba lista para morir y también, no había molestado a mis hermanos lo suficiente. Así que me resigné y solo me concentré en jugar con mis manos.

Mis estúpidos nervios incrementaron cuando logré ver la escuela por el parabrisas del auto. Debo admitir que no se veía mal, pero eso no quitaba el echo de que no quisiera ir.

Erik estacionó el auto y se bajó, pero Wille y yo no nos movimos de nuestros asientos.

—Vamos Alice, no estaremos solos, tú me tienes a mi y yo te tengo a ti.

Sus palabras me hicieron sonreír. Sabía que no estaría sola, tendría a Wille a mi lado, apoyándome cuando me sintiera insegura o asustada en ese lugar.

Solté un gran suspiro y ambos salimos del auto.

Erik estaba estrechando su mano con una señora canosa, que supuse que era la directora. Al lado de ella, estaba parado un chico pelinegro, que lo reconocí rápidamente. Era August.

Ambos llevaban puesto el uniforme de la escuela, que consistía en una camisa formal blanca, una corbata azul con líneas blancas y un saco del mismo color del vino, con el logo de la escuela del lado izquierdo.

Wille y yo nos acercamos a ellos.

—Bienvenidos —nos dijo la directora.

—Gracias —Wille agradeció por ambos y yo solo me limité a asentir.

—Wilhelm, ¿Cómo estás? —le preguntó August, pero no esperó respuesta. En cambio, tocó su moretón—. Casi ni se nota.

—Alice, ¿Cómo estás? —me preguntó, pero al igual que Wille, no esperó respuesta y tomó mi mano—. Tampoco se nota.

Pues claro que no. El moretón de mi hermano estaba cubierto con maquillaje, al igual que el de mi mano.

—Alexander —llamó August a un chico que estaba parado atrás de él—. Es Alexander Bragé, hijo de Ulf Bragé que es el dueño de Inversiones Bragé.

Un chico pelinegro con ojos rasgados se acercó a nosotros, él también traía puesto el uniforme de la escuela. Cuando se puso al lado de August, noté su baja estatura.

—¿Y tus modales? —le reprochó August al chico.

—Hola, Erik —se presentó mi hermano y le tendió su mano para que la estrechara.

—Alexander —el chico se presentó y estrechó sus manos.

—Wilhelm —ambos chicos estrecharon sus manos.

—Alice, mucho gusto —me presenté.

—Alexander, el placer es mío —se volvió a presentar y estrechamos nuestras manos.

Mientras cada uno se presentaba con el chico, escuché el sonido de varías fotos tomarse. Ya no era sorpresa, la verdad.

—Traen equipaje, ¿Verdad? —preguntó August y los tres asentimos —Encárgate, no seas malo.

Alexander asintió y fue al auto por nuestro equipaje.

—¿Les parece bien si entramos? —preguntó la directora.