¿Love or Duty? || Jóvenes Altezas

Capítulo 14

Henry

Abrí mis ojos de momento, sintiendo como una almohada chocaba contra mi cabeza.

—¡Despierta ya, flojo! —reconocí la voz de Walter pero preferí ignorarla—. ¡Alice y Wilhelm van a volver!

Rápidamente quité la cobija de mi cuerpo y me senté en mi mismo lugar. Claramente sorprendido por lo que había escuchado. 

—¿Como dices? —pregunté estúpidamente.

—Como escuchaste. Ellos van a volver.

Seguí con la mirada al chico, que tomó la corbata para ponérsela. Ahí me pregunté el por qué vestía el uniforme en nuestro día libre.

—¿Por qué llevas puesto el uniforme? —pregunté sin entender.

—Porque llegarán en una hora.

¡¿Una hora?! Tenía poco tiempo para estar listo.

—Apúrate ya, toma una ducha. Te espero abajo en el comedor.

Sin decir nada más, se fue, dejándome con mi sorpresa y con muchas preguntas.

¿Ellos están bien? ¿Por qué volvían tan pronto?¿Ambos tomaron la decisión de regresar? ¿Como la estará pasando Alice? ¿Estará muy triste? ¿Que tal si intenta alejarme? ¿Ella querrá mi apoyo?

Ese tipo de preguntas rondaban por mi mente incluso después de que estuviera con el uniforme puesto, sin la excepción de haber tomado una ducha.

Cuando me aseguré de estar totalmente listo, caminé hacia el comedor. En donde mi amigo me estaba esperando.

—¿Como te sientes? —preguntó el, sentándome a su lado después de servirme mi desayuno.

—No lo sé... me siento feliz de volver a verla pero no es como yo lo hubiese querido —sinceré—. Sé que está muy triste, lo noté ayer en la televisión. Me preocupa que nos aleje y no nos permita ayudarla.

—¿Te preocupa que nos aleje o que te aleje a ti?  —cuestionó con un tono burlesco y yo rodé los ojos.

—Hablo en serio, no quiero que pasen por esto ellos solos. Sé que necesitan su espacio pero tampoco quiero eso nos aleje.

—Estoy de acuerdo —apoyó—. Tampoco se trata de cuidarlos como unos niños pequeños pero si cuidar de que no se dejen hundir por la tristeza.

El tema siguió presente durante el desayuno, hasta que la directora nos pidió que por favor nos reuniéramos en el salón donde se había llevado a cabo el almuerzo del día de padres.

Ahí, nos encontramos a las chicas que se sentaron en frente de nosotros pero no nos dió tiempo de platicar porque la directora comenzó a hablar.

—Buenos días a todos. Les agradezco que estén aquí —comenzó—. Como les avisé antes, ambos príncipes volverán a Hillerska y es por eso que les pido que eviten su lástima, lo que ellos necesitan es su apoyo para este momento tan difícil. Les agradecería mucho que me ayudaran a que ellos se sientan bien en esta escuela. Les pido que sea un ambiente sano y tranquilo para ellos. Por favor ayúdenme con eso.

Todos los chicos y chicas comenzaron a platicar con sus amigos una vez que la directora salió por la puerta principal acompañada de otro maestro. Y mis amigos y yo no fuimos la excepción.

—Me siento bien de volver a verlos pero me preocupa más como estén —Maddie dejó salir su preocupación—. Ninguno de los dos contestó mis mensajes aunque entiendo el porqué.

—No los presionen a que nos cuenten cómo se sienten realmente —nos advirtió Frida—. Necesitan el apoyo de sus amigos, no nuestra lástima. Así que por el momento les tenemos que dar su espacio, pero sin permitir que su tristeza se convierta parte de ellos.