Capítulo 15

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Henry

Había pocos chicos cuando bajé al comedor, busqué con la mirada a mi mejor amigo y lo encontré en un asiento apartado de los demás. Se notaba que estaba aburrido y no le importaba lo que sucediera en su entorno.

Su semblante cambió cuando me senté a su lado con mi plato en mano.

—¿En donde estuviste? —preguntó directo al punto e inconscientemente se formó una sonrisa pequeña en mi rostro al recordar la noche anterior—. Por la sonrisa de idiota supongo que estuviste con Alice.

Mi sonrisa desapareció y le mostré mi dedo de en medio por su comentario.

—Si, estuve con ella —confirmé—. Se veía bastante mal y traté de animarla para que se sintiera mejor. Pero cuando despertamos, me trató indiferente.

—¿Indiferente? —preguntó mi amigo con confusión.

—Si —asentí, dejando mi jugo de naranja en la mesa—. Me sentí mal de que me tratara así, solo quería ayudarla pero no sé qué pasó.

—La chica perdió a su hermano y tú pides que te trate con todo el amor del mundo cuando sabes que sigue sintiéndose mal.

Solté un suspiro y no dije nada más. Sabía que mi amigo tenía razón. Dejé que mis pensamientos se esfumaran y el desayuno continuó con pláticas sin importancia y chistes de por medio por parte de ambos.

De vez en cuando, August se reía escandalosamente junto con su séquito de idiotas por algo que él decía, a ninguno de ellos le interesaba pero fingían que si solo por compromiso.

En una de esas conversaciones estúpidas, el idiota de August soltó un comentario que hizo que Walter y yo nos dedicáramos una mirada de confusión.

—Si, estoy saliendo con Felice —el tono de orgullo con el que habló, me hizo confirmar que seguía siendo el más idiota.

Ninguno de los dos habló. Era una noticia inesperada. Ambos sabíamos que August había estado detrás de Felice por un buen tiempo. Lo que no entendía, era el porqué Felice le había dado la oportunidad cuando a nosotros nos decía que nunca le iba a interesar y que le parecía un idiota.

Algunos chicos lo felicitaron como si tratara de un gran premio y otros solo se quedaban callados.

El desayuno terminó. Mi amigo y yo caminamos hacia nuestro salón con risas mías de por medio que se esfumaron tan pronto miré a Alice.

Ambos hermanos estaban sentados en la mesa de siempre y ella escuchaba atentamente a Wille. Normalmente, Alice se reía y lo interrumpía para bromear o dar su opinión, pero ahora solo se quedaba callada y asentía a lo que él decía.
Su mirada juguetona había cambiado a ser de tristeza.

—Estamos estorbando y en cualquier momento puede entrar alguien —reaccioné al escuchar a mi amigo y no me di cuenta que me había quedado parado en la puerta.

—¿Puedo sentarme junto a Maddie? —pregunté suplicante, ambos chicos se sentaban juntos desde que "tenían algo"—. Por favor, solo será esta vez.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Está sentada atrás de ellos y quiero estar cerca de Alice.

Walter alternó su mirada de la silla vacía a mí, formó una fina línea con sus labios y suspiró derrotado.

—Solo por esta vez.

—Gracias —sonreí.

Maddie me miró aterrorizada cuando me senté a su lado pero formó una sonrisa cómplice cuando entendió porque estaba junto a ella en lugar de su amorcito.

¿Love or Duty? || Jóvenes Altezas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora