Alice
Me removí en mi cama y estiré mi brazo hacia la mesita de noche para tomar mi teléfono.
Tenía dos llamadas perdidas de Kate y un mensaje de Erik. Sonreí al leer los buenos días de mi hermano. Estaba por contestarle, pero brinqué en mi cama cuando escuché que la puerta se abrió.
—¡Buenos días, Alice! —saludó Kate y entró a mi habitación como si fuera la suya.
—¿Sabes tocar? —pregunté con molestia.
—Te llamé pero no me contestaste —ignoró mi pregunta—. Debes cambiarte ya mismo.
Fruncí el ceño y me senté en la orilla de mi cama.
—Pero si todavía faltan dos horas y media para el desayuno —argumenté.
—Lo sé, pero haremos ejercicio antes de desayunar.
¿Qué acaso no se cansaba de hacer ejercicio? Porque yo si. Aparte, era muy temprano para mi, quería dormir y no despertar en dos años.
Estaba por reprochar, pero mi teléfono comenzó a sonar. Kate me lo arrebató de las manos y contestó la videollamada.
—¡Erik, que alegría me da verte! —saludó con una amplia sonrisa.
—Hola, Kate —devolvió el saludo mi hermano—. ¿Cómo estás?
—Muy bien —contestó—. Pero estaría mucho mejor si tu hermana me acompaña a hacer ejercicio.
Se sentó junto a mi y traté de quitarle mi teléfono, pero ella lo alejó.
—Debe de hacer ejercicio si no quiere perder su condición, pero yo me encargaré de que tu hermana siga en forma ¿Verdad, Alice?
No contesté nada, solo me limité a lanzarle una mirada fulminante.
—Bueno —regresó su vista al teléfono—. Yo me tengo que ir, pero me alegró saludarte.
—Igual —admitió mi hermano.
Kate me devolvió mi teléfono y volvió a hablar.
—Te quiero en el gimnasio en veinte minutos y no me obligues a venir por ti si no vas —advirtió.
Asentí a regañadientes y solté un resoplido cuando salió de mi habitación.
—Es insoportable —exclamé molesta—. Está obsesionada con el ejercicio.
—August es igual —secundó Wille.
No sabía en que momento Wille se había unido a la llamada, pero sonreí al pensar que al fin podíamos hablar los tres.
—August y ella siempre han sido un poco intensos, es normal. Intenten no prestarles mucha atención —aconsejó Erik.
—Pero son intensos e histéricos —asentí de acuerdo con Wille.
—Tuvieron una vida difícil, esa escuela es todo lo que tienen. Su madre los envió ahí después de que su padre se quitó la vida. ¿Que ya no se acuerdan de eso?
—Si, pero de todos modos siguen siendo insoportables —me encogí de hombros con despreocupación.
—Yo no sabía —confesó Wille.
—Claro que lo sabías, pero no te acuerdas, porque nunca pones atención a las pláticas familiares —reproché.
—Pues perdóname por no ser un chismoso como tú —contraatacó Wille.
—No es ser chismosa, solo escucho la información que podría serme útil en un futuro —me defendí y escuché a Erik soltar una risita.
Mi debate con Wille continuó por unos minutos más, pero se vió interrumpido cuando Erik nos recordó que teníamos que ir a hacer ejercicio.
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¿Love or Duty? || Jóvenes Altezas
RomantizmDespués de una decisión tomada por su madre, Alice y Wilhelm se verán obligados a asistir al colegio Hillerska. Ahí, Alice conoce a Henry, un chico pelirrojo que se volverá la única persona capaz de conocer a Alice cómo realmente es. Fanfic inspira...