La Rapunzel De Los Cuentos Malvados

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-Hm...-. Mihael se levantó, y se dirigió al baño. -A-Ahh...-. Suspiró, y se vio. -Mierda...-. Cogió una tijera del cuarto de baño, y la acercó a su pelo.

-Ni se te ocurra volver a cortarte el pelo-. 

Mihael lo recordó, pero aquello ya se había vuelto una costumbre. Se levantaba, se lavaba los dientes, se lavaba la cara, a veces se hacía una cicatriz..., Pero siempre, siempre siempre siempre, se cortaba los pelos que eran más largos que los hombros.

-Ahhhh...-. Suspiró, y con toda la fuerza de voluntad del mundo, dejó las tijeras en el baño, y después, se miró en el espejo. Todos los pelos de detrás estaban más largos que los hombros, le llegaba hasta la espalda, comenzaba a crecerle el pelo exponencialmente, le crecía muy rápido, por eso se lo cortaba cada día.


-Tienes el pelo más largo-. Dijo Stephan, viendo por detrás a Mihael.

-Ahh..., Em si, lo sé...-. Dijo Mihael, y Madeleine torció el labio.

-Te queda bien-. Mihael miró a Madeleine, y tragó saliva. -Si alguien te dijo lo contrario, es idiota-. Mihael sonrió.

-Gracias-. Dijo, agradecido.

-¡Ya he llegado!-. Dijo Nate. -Siento por tardar, pero es que la cola era enorme-. Nate enseñó las entradas.

-Nunca he visto que esto se haga por entradas-. Dijo Mihael, sorprendido.

-Es que es muy exclusivo-. Dijo Julianna, y Nate le miró mal. -Tienes suerte-.

-Shht-. Mandó callar Nate.

-¡Ay lo siento!-. Dijo, tapándose la boca.


-No lo hacía con mala intención-. Dijo Nate, mirando como Mihael remaba la canoa.

-Lo sé, tranquilo...-. Dijo el rubio.

-Mm, me gusta tu pelo, cada vez es más largo-. Dijo el albino sonriente.

-Calla por favor..., Me da asco que me lo digan, y tú eres el único al que soy capaz de decírselo-. Nate sonrió, enseñando los dientes blancos y perfectos.

-Eso me halaga, quiere decir que confías en mi. Es un paso muy importante en nuestra relación-. Dijo, contento.

-¿Te has leído un libro o qué?-. Preguntó burlón. -Tsk-. Dijo, sonriente.

-Pues no capullo, pero he estado apunto, para que lo sepas-. Dijo.

-Para ser un pijo eres muy malhablado, mejor cierra es boca sucia que tienes-. Dijo el rubio, y Nate se rió sarcásticamente.

-Habló el bienhablado...-. Dijo sarcásticamente. -Debes dejar de llamarme pijo, me sigues teniendo en otro tipo de sitio distinto al tuya. Somos iguales, no creo que..., Ser pijo sea una clase social-. Dijo Nate.

-¡JA!, Es el comentario más idiota que he escuchado en mucho tiempo-. Dijo el rubio.

-Ya ya...-. Nate rodó los ojos.

-¿Que quieres decir con "ya ya"?-. Preguntó, mirando directamente a Nate.

-Tú dijiste que el rock español no merecía la pena, y después, flipaste cuando te enseñé canciones-. Dijo Nate, y Mihael se rió. -Y eso que eres europeo-. Mihael sonrió.

-Ya bueno..., Pero cállate tío, ¿Acaso me vas a negar que no siguen existiendo las clases sociales?-. Preguntó Mihael.

-No para todo el mundo. Para mí no existen, y tú me tratas como si para mi si existieran, por eso me sigues llamando pijo. Que encima, pijo no es una clase social, es un insulto, me estás insultando, ¿Sabías?-. Mihael se quedó confundido.

The Dark Dragons [Death Note] [Meronia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora