03

4.9K 891 95
                                    

Jimin se movió hacia la dirección donde creyó oír el llanto del bebé, su mente llenándose de terror al imaginar que alguno de aquellos desconocidos lo atraparía.

Odiaba la sensación de miedo que tiraba de su cuerpo hacia atrás mientras aquella empática lo hacía seguir moviéndose hacia adelante, el sonido comenzando a ser más alto a medida que se acercó a una habitación que no estaba totalmente cerrada.

La abertura entre la puerta y el umbral le permitió divisar parte de la claridad artificial que llenaba el espacio interior, sus manos temblorosas decidieron empujar un poco dicha puerta ignorando el hecho de que su acción era irracional y peligrosa.

Él solo quería asegurarse de que el bebé no era objeto de tortura.

Se sorprendió al usar poca fuerza para empujar la puerta, notando que no había nadie allí más que solo lo que parecía ser una cuna con el pequeño dentro.

Entre inhalaciones rápidas, pero pesadas producto del temor que recorría activamente su cuerpo, se adentró en dirección a la cuna no sin antes asegurar la puerta a sus espaldas.

— Hey, vamos, aquí estoy — susurró al momento en que entró en la línea de visión del pequeño que sollozaba.

Sus brazos inconscientemente tomando al pequeño para elevarlo en dirección hacia su torso, el bebé continuó sollozando ahora más bajo mientras se removía ligeramente.

Jimin se detuvo unos segundos antes de pensar en un plan de escape al fijarse en el rostro del pequeño, en casa de su hermana no le había prestado atención a los rasgos del bebé como lo estaba haciendo ahora.

Pero pudo jurar que sus párpados ocultaban algo que no había visto en sus ojos.

— Demasiado blando al arriesgar la vida por el pequeño.

En un movimiento rápido giró sobre sus talones sintiendo su respiración cortarse al instante, su mirada se quedó estancada en la presencia que se encargó de terminar de abrir la puerta.

Solo pudo escuchar el llanto del pequeño en aquella gran habitación.

Frente a él había alguien a varios pasos de distancia, un hombre alto no identificado se hallaba allí observándole en silencio, una creciente, pero mala sensación arremolinándose con prisa en su torso. Sintió la necesidad imperiosa de escapar a como diera lugar, pero no había más salida que aquella que el hombre estaba protegiendo.

A pesar de que había luz en gran parte del interior, no alcanzaba a distinguir el rostro del desconocido por lo que no pudo adivinar si se trataba de aquellos que se encargaron de encerrarlo. O tal vez quienes lo habían secuestrado en primer lugar.

Y esperaba ser parte de un secuestro y no un rapto.

— Deja al pequeño devuelta en la cuna.

La voz del desconocido lo hizo sentirse atemorizado como para querer cumplir sus órdenes, pero su parte empática se lo impidió en el acto.

Juró que pudo escuchar al hombre mascar con fuerza a la nada luego de verle allí inmóvil.

— Parece que la terquedad es parte de tu genética.

No fue un comentario amistoso.

¿De qué estaba hablando?

Solo cuando el desconocido decidió movilizarse hacia el frente, Jimin pudo pensar algo más que en el miedo que sentía y una forma de escapar.

Parpadeando casi perezosamente observó el rostro del hombre cuando esté decidió cortar más distancia entre ellos, su primer instinto fue idear algo que le permitiera escapar.

FirstBorn °Kookmin°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora