Extrañamente no había expresión de asombro en el rostro de Jeon, solo una mueca impasible.
El hombre estaba allí sentado en el sofá, su mirada en Jimin quien parecía estar tratando de encogerse en la manta que rodeaba su cuerpo desnudo.
— Es increíblemente estúpido lo que hiciste — el tono de voz era amargo.
El cuerpo de Jimin se estremeció visiblemente a la par que su cuerpo intentaba entrar en calor, evitaba a toda costa encontrarse con la mirada del hombre aterrador.
— Te dejé ir y tú regresaste — agregó — ¿qué clase de persona regresaría en esta situación?
Jimin no se permitió sentir más avergonzado de lo que se hallaba, Jeon tenía razón en sus palabras, ahora luego de pensarlo detenidamente durante varios minutos se dio cuenta de la apresurada decisión que tomó.
— Tú regresaste por el pequeño — no era una pregunta, se trataba de una afirmación — ¿creíste que lo lastimaría en cuanto te fueras?
En medio de un miedoso asentimiento Jimin por fin se topó con su mirada, esos ojos de colores combinados estaban expectante a sus movimientos.
Se sintió como una presa siendo observada por su cazador.
El hombre no retiró su mirada, un calorcillo se formó en el interior de Jimin sumándose el miedo casi incontrolable por querer huir lejos de su presencia.
Pasaron varios segundos en que ambos se sostuvieron la mirada, Jeon no mencionó palabra alguna y eso solo generó pánico en el contrario. El más bajo estaba seguro de que no había sido una buena idea regresar, pero se halló pensando en que él no tenía razón alguna para dejar al pequeño atrás.
Todo había sido culpa de su hermana, ambos lo sabían y eran conscientes de eso.
Pero para Jeon quien se hallaba sentado allí sin inmutarse por la situación, el hecho de ver al hermano de aquella desgraciada mujer solo pudo causarle asco. Nauseas que revolotearon en su estómago.
— El pequeño no tiene la culpa — fue la respuesta de Jimin.
Jeon lo observó un poco más, tal vez detenidamente como para incomodar visiblemente al más bajo. Él lo pensó, analizó al chico frente suyo.
Llegó a una conclusión.
No, no se trataba de asco. Lo pensó mejor, buscó una mejor definición para lo que le generaba la presencia del chico. El asco que sintió no provenía de la presencia de Jimin, se trataba de aquella similitud en sus rasgos con la mujer. Algo que claramente por lo que el chico no podría ser culpado.
Sentía nauseas al recordar la imagen de la mujer, pero el recuerdo se reemplazó con la visión de Jimin enfrente suyo.
— ¿Qué es lo que estás intentando lograr? — cuestionó el hombre cruzando las manos para dejarlas sobre su abdomen.
Jimin lo observó en silencio, bastante claro que el chico no tenía idea alguna de cómo responder a su cuestionamiento. Pensó que su valentía repentina era tonta, algo de no admirar en el chico, pero pudo llegar a la conclusión de que había sido un impulso que lo arrastró de vuelta a la mansión.
O tal vez la realización de que más allá de las rejas de la edificación, no había nada más para él que tuviera tanto valor como la vida de su sobrino. Una mala treta de la vida como si la burla regresara de nuevo a su vida.
— No lo sé — las palabras de Jimin lo hicieron sonar confundido.
Porque lo estaba, la expresión casi inocente en su rostro le demostró a Jungkook que el riesgo en realidad se trataba de una amenaza.
Los dedos de las manos de Jimin se unieron en búsqueda de algo más que calor, buscaban protección ante el peligro que hacía estremecer su cuerpo visiblemente. Sus labios se separaron como si intentaran tomar una bocanada de aire, pero no hubo sonido alguno que proviniera de ese lugar.
Jeon no era una persona paciente, su mirada fija en las acciones del contrario quien comenzaba a inquietarlo con su indecisión e inocencia sobre la toma de decisiones. Él no tendría que hacerse responsable por la vida de un adulto.
Esperaba que ese no fuera el caso.
Jimin lo observó finalmente luego de haber estado esquivando su mirada de nuevo, el chico inhaló profundamente frente a aquellos ojos de colores esperando algo de misericordia y comprensión absoluta a su nuevo pedido.
— Quiero estar cerca de mi sobrino, prometo que no seré un estorbo — su labio inferior tembló repentinamente — yo quiero asegurarme de que estará bien, haré lo que sea para poder estar a su lado.
En la mente de Jimin sabía que era un tonto al tratar de querer conseguir piedad del hombre aterrador frente suyo, pero su corazón latiendo con miedo lo obligó a soltar uno de los diversos pensamientos que se arremolinaron en su cabeza.
Jeon se levantó sin responder, el chico intentó moverse por igual, pero la mirada del contrario parecía haberlo obligado a mantenerse en su sitio.
— No sé qué demonios crees que está sucediendo en este momento — la voz del más alto dejaba de ser suave — ¿qué te hizo pensar en esa tonta propuesta?
La mirada de Jimin no se desvió, en esta ocasión enfrentó la molesta contraria.
— Yo no sé qué sucedió entre mi hermana y tú — elevando su dedo apuntando a un costado del contrario, Jimin carraspeó con poca fuerza — pero ese pequeño que ocultas, no es objeto que puedas usar a tu antojo.
Jungkook podría haber comprendido las palabras del más bajo si quisiera, pero notó enseguida que la mente de Jimin no era inocente. No, el chico no era tonto, había adquirido algo de perspicacia con el tiempo. Sin embargo, la razón de su interés por el menor era interesante para Jeon.
— Estás arriesgando tu vida por un pequeño bebé del cual no tienes idea alguna por la cual tu hermana decidió tenerlo — Jeon envió sus manos a los bolsillos del pantalón — no soy yo quien lo considera una mercancía.
Él lo sabía, Jimin era consciente de que su hermana no había dado a luz al menor por querer tomar el rol de una madre. Eso era lo que le aterró en cuanto su hermana le mostró la existencia del menor. Ella era una persona cruel.
Jimin hundió sus uñas contra el dorso de su mano izquierda con un poco de fuerza.
— No importa, de todas formas, quiero ser parte de su vida — no era una excusa válida — incluso si solo puedo verlo poco, quiero hacerlo.
El hombre desvió la vista hacia el pasillo a un costado, allí había un par de sus guardaespaldas esperando por una orden suya, un ruido en particular lo obligó a retornar la vista hacia el otro costado. Jimin había estornudado, el frío finalmente había calado hacia su cuerpo haciéndolo temblar.
Parpadeando perezosamente Jeon suspiró sin ganas, elevando su mano uno de sus guardaespaldas se acercó a él.
— Busca alguna prenda para él — una vez dio la orden el hombre que se había acercado se movió lejos de su visión.
Jimin se había abrazado a sí mismo esperando por el próximo movimiento del contrario. Jeon espero hasta que el guardaespaldas regresó con las prendas en sus manos.
— Llévalo de nuevo a la habitación — ordenó avanzando hacia el frente.
El más bajo observó al contrario alejarse luego de dar aquellas órdenes.
— No intentes alguna tontería, será inútil — dijo Jeon finalmente para luego desaparecer de la mirada de Jimin.
Misericordia, fue lo primero que pensó el más bajo. No podía asegurarlo. Tal vez se trataba de algo más, pero sintió miedo de solo pensarlo.
ESTÁS LEYENDO
FirstBorn °Kookmin°
FanfictionDescubrir la existencia de su primogénito no estaba entre los planes de Jeon Jungkook, él no tenía interés alguno en dar inicio a su legado. El hombre era temido por sus adversarios, concretaba negocios consiguiendo el más alto beneficio propio, per...