¿Recordarlo?
Él no podría recordarlo incluso si lo intentara, no había un lugar especial para ellos en el pasado, la memoria que más llenaba su mente se trataba de las paredes viejas de la casa. Alguna vez llegó a preguntarse cómo se vería lo que pudo considerar como un hogar falso si tuviera diferentes colores.
Sin el aroma a tabaco, a alcohol, a suciedad.
Jimin no podría saberlo de todas formas, se sintió culpable de nuevo por no tener una mejor vida, por el hecho de que sus esfuerzos nunca habían sido suficientes incluso si lo intentaba con todas sus fuerzas y no perdía la esperanza.
Nada de eso funcionó.
El hombre aterrador apareció una semana después según los malos cálculos de Jimin, una tarde oscura debido a una tormenta que azotaba el lugar, en medio de las sábanas como si intentara protegerse de los rayos el más bajo observó al contrario ingresar a la habitación.
— Dime tu respuesta— la voz del hombre lo alertó.
Jimin elevó la mirada hacia la silueta del contrario al borde de la cama, lucía enorme, aterrador, pero extrañamente en calma.
Eso no le dio buena espina.
Por inercia Jimin se encogió allí mismo tratando de ocultarse un poco más entre las sábanas cálidas.
— Suficiente — dijo Jeon rodeando la cama.
Jimin ahogó un jadeo con el brusco movimiento del contrario.
— ¡Dime dónde demonios está tu hermana! — el hombre gritó con fuerza, su cuerpo moviéndose frenéticamente hacia adelante logrando asustar a Jimin quien intentó retroceder contra el cabezal de la cama.
Las sábanas fueron rapadas de sus manos, su cuerpo quedando al descubierto de aquella oscura mirada que lo observaba con detenimiento.
— ¡No lo sé! — gritó Jimin de vuelta exhausto por la situación.
— Tú lo sabes.
Esta vez Jimin jadeó con sorpresa al sentir los dedos del hombre enredarse en su tobillo derecho para atraerlo con fuerza, sus labios temblaron cuando su rostro quedó bajó el contrario.
— Tú lo sabes, maldita sea — agregó Jeon sonando iracundo esta vez.
Jimin intentó zafarse, pero Jungkook se movió más rápido atajando sus muñecas juntas elevando sus brazos por encima de su cabeza.
— No saldrás de aquí hasta que confieses — el tono de voz de Jeon hizo sentir inseguro al más bajo.
En esta ocasión temió por lo peor.
— Te lo dije, no lo sé — Jimin se encogió cuando le gritó de nuevo encima suyo.
— Solo dilo de una jodida vez.
La mano libre de Jungkook atajó por la barbilla el rostro del más bajo, su rodilla abriéndose paso en medio de los muslos de Jimin evitando que este pudiera enroscarse más en sí mismo.
— No lo sé — respondió una vez más en un vano intento de controlar su desesperación — nunca hubo un lugar especial para nosotros, ¿quién demonios tendría un lugar en nuestra situación?
Jeon apretó un poco el agarre en las muñecas del más bajo.
— Si alguna vez quise ir a algún lugar, sería uno que jamás alcancé a conocer — continuó con su respuesta, el llanto apareciendo poco a poco — las personas como nosotros no tienen sueños porque sabemos que no existen oportunidades de cumplirlos, ¿cuál es el punto de todo esto? estoy diciendo la verdad, no lo sé, maldita sea, ¿por qué demonios tengo que seguir pagando por sus errores?
El cuerpo de Jeon se inclinó más hacia adelante logrando presionar a Jimin un poco más.
— Todo esto es su maldita culpa — Jimin sollozó con fuerza esta vez, las lágrimas calientes bajando con abandono por los costados de su rostro — es culpa de mamá, ella no nos quiso, maldita sea, ¿por qué tengo que resolverlo todo de nuevo yo? ya no me queda nada más por ofrecer.
— Si quiere librarte de esto, tienes que decirnos dónde está.
Jimin parpadeó a través de las lágrimas a pesar de que no lograba enfocar con precisión al hombre aterrador encima suyo, se sentía como una presa a punto de ser devorada por un enorme lobo.
Por primera vez en su vida quiso un poco de lástima.
— No lo sé — respondió en medio del llanto.
— Tú lo sabes.
— No lo hago, realmente no lo sé.
— ¡Solo tienes que recordarlo!
— ¡Ya te lo dije! No tengo nada sobre su paradero, porqué querría recordar mi vida de mierda, no hay nada en mis...
Jimin separó sus párpados con total sorpresa, había una boca caliente contra la suya haciendo presión, las lágrimas continuaron cayendo hasta deslizarse en la colcha, su corazón tronando con fuerza mientras el agarre en sus muñecas y rostro se intensificó con el paso de los segundos.
Solo un par de latidos después fue consciente de lo que estaba ocurriendo, el ruido de la tormenta fuera de la mansión, su propia respiración y la ajena. El momento justo en que la presión caliente en su boca fue disminuyendo.
Había un ligero hilo de saliva que los conectó hasta que Jeon aumentó la distancia rompiéndolo al instante, su oscura mirada en el rostro perplejo del contrario debajo suyo. Aquellos pómulos pálidos estaban teñidos tenuemente y la expresión de llanto se había borrado a pesar de que lágrimas traicioneras se escurrieron por última vez.
Jimin parpadeó perezosamente observando el rostro de Jeon, su mirada concentrada en los iris de diferente color, joder, si alguna vez Jimin había considerado a un hombre atractivo, en esta ocasión la definición no fue suficiente en su mente.
Jungkook sabía que el chico finalmente se rompería si lo presionaba un poco más, no era tonto, él pudo notar que Jimin esperaba que sintiera lástima por él, así que jugó con su mente al darle falsamente un poco de consuelo para que se sintiera seguro hasta obtener la respuesta que tanto deseaba escuchar.
— Un claro — murmuró Jimin sin dejar de mirarlo — no era un lugar bonito, era el lugar donde los niños que no son queridos van a llorar.
El más alto esperó pacientemente por más explicaciones acerca del lugar.
— Cuando quería llorar, yo me arrastraba bajo las tablas de la cocina para poder salir de la casa — relató — el pequeño claro era el patio de una casa abandonada, solo allí los niños podían llorar.
— Los niños podían llorar — repitió Jeon en voz baja.
— Si, solo así podíamos llorar sin provocar lástima o burlas.
Los dedos alrededor de su rostro desaparecieron al igual que en sus muñecas juntas, la sensación caliente de la piel que estuvo allí se quedó por más tiempo del que pudo imaginar, Jeon lo observó una vez más con la clara intención de alejarse.
— Aquí tienes un bonito lugar para llorar — dicho esto Jeon se elevó sobre su propio peso deslizando sus dedos contra la mandíbula de Jimin.
El más bajo mantuvo su mirada elevada, el techo oscuro se iluminó con los relámpagos, solo quedó el sonido de la lluvia en aquella habitación.
Las lágrimas tornaron borrosa su mirada, él estaba llorando, desahogándose, sollozos que pensó que jamás volvería a emitir, su cuerpo enroscándose sobre la cama.
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FirstBorn °Kookmin°
FanfictionDescubrir la existencia de su primogénito no estaba entre los planes de Jeon Jungkook, él no tenía interés alguno en dar inicio a su legado. El hombre era temido por sus adversarios, concretaba negocios consiguiendo el más alto beneficio propio, per...