Sentimientos

384 37 16
                                    

.

.

.

Capítulo 7

Sentimientos

.

.

.


El silencio era abrumador, a tal punto que ni siquiera la música que tenía encendida desde su computador podía hacerle frente. Tal vez no era el silencio, era su ausencia la que hacía que todo se sintiera tan extraño y distante. Un día cargado de melancolía, combinaba con los días de invierno que azotaban a la ciudad. Kasumi miró sombría la pantalla llena de documentos y datos que no había leído aún, su ánimo estaba perjudicándola, y no sabía si culpar a su período premenstrual o aquella molesta sensación de que le faltaba algo, tal vez eran ambas, una pésima mezcla para esa jornada.

Tomó su móvil con la excusa de mirar la hora, decepcionada lo dejó sobre el mesón al no encontrar ninguna notificación importante. Lo cierto era que después de una semana sin ver a su jefe, lo extrañaba profundamente. Era una cruel broma, se había esforzado por mantener las distancias del gerente, le había funcionado un poco, pero bastaba que él desapareciera para que toda su atención se centrase en su ausencia. El gerente había pedido días de descanso a su jefe, no sabía con exactitud cuántos días eran, lo cierto era que una semana había bastado para abrumarla. Tenía un poco más de trabajo, pero no le estresaba más que el no verlo y era lo que más le inquietaba. A pesar de saber que era lo mejor, no dejaba de pensar y ansiar saber de él, le bastaba con un correo, una llamada, lo que fuera para estar tranquila, para dejar en el olvido aquella molesta sensación.

No dejaba de pensar en que algo andaba mal con el señor Gojou. Desde ese almuerzo que habían compartido que no sabía nada de él, a veces pensaba que él había tomado la decisión de alejarse por lo que le había dicho, pero apenas ese pensamiento cruzaba por su cabeza lo descartaba, era tomarse demasiada importancia en la vida del gerente. Al mismo tiempo, le era difícil no relacionar lo último que habían hablado con su ausencia. Pensaba una y otra vez en todo lo que había pasado y en lo que habían dicho, su silencio de regreso al edificio, llenándola de dudas. Soltó un profundo suspiro y decidió enfocarse en lo importante, su trabajo. No alcanzó a tomar el mouse cuando el teléfono sonó haciéndola brincar en su asiento por la sorpresa.

Vio por unos segundos el aparato mientras sonaba, su corazón se sintió pesado de repente, al mismo tiempo que sus tripas se revolvían de nervios al pensar que podía ser él. Pero su ansiedad murió rápido cuando miró el identificador de llamadas, un número desconocido sin importancia. Un poco derrotada, carraspeó su voz y tomó el aparato.

―Gerencia comercial de JJK, buenas tardes ―el ruido del otro lado de la línea se prolongó por unos segundos, como si la persona dudara de responder al oírla hablar.

Buenas tardes ―la voz masculina le sorprendió un poco, por un momento pensó que era otra mujer desesperada buscando a su jefe― ¿Se encuentra Satoru? ―Kasumi frunció el ceño, la familiaridad con la que el hombre se refería a su jefe le llamó la atención. Relamió su labio inferior y contestó un poco más relajada.

―No se encuentra, pidió unos días libres ¿hablo con...? ―oyó una risa serena del otro lado, que más que calmarla le causó más curiosidad.

Dígale que Suguru llamó ―abrió los ojos de par en par, buscó rápido la agenda que le había entregado el gerente para corroborar que se trataba de la misma persona que estaba en la lista verde―no logro comunicarme a su celular.

Mi horrible jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora