Entelequia FINAL

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"Entelequia" Capítulo especial de Serendipia

Entelequia es la interpretación idealista de los fenómenos biológicos (Vitalismo).

Una especulación, una suposición o una conjetura que complementa a un ser ya que su consecución implica el desarrollo de todas las potencialidades de esta.

Bryce Amets, era un joven que nació de una desgracia, un matrimonio forzado por un sinfín de ideales y elitistas creencias.

Bryce solo era un niño que nunca fue capaz de ver que sus padres jamás se amaron, solo se toleraban y ese límite se rompió una noche en la que el infante con mejillas regordetas dormitaba, ajeno a la pelea que a unas habitaciones de distancia ocurría, siendo que su despertar y gritos de agonía lo que por fin detuvo esa pelea absurda.

Siempre estuvo cegado por su miseria jamás se dio cuenta de la realidad de su familia.

Acostumbrado a vivir con pena y un creciente desprecio a si mismo, por su culpa su familia se destruyó.

Ajeno a la verdad y ante la creciente ironía, su enfermedad fue la salvación para sus padres, gracias a él se separaron quedando en mejores acuerdos, pero cada cosa buena tiene su lado negativo, él se quedó solo en un hospital.

Al inicio era entretenido conocer a tanta gente, indiferentemente de que todos en el lugar fueran mayores, pero con el tiempo su tierno corazón se llenó de miedos al ver por primera vez a la muerte.

Ese hospital no era una salvación, era solo el ante sala de su destino.

Diecisiete años, era los años que ahora cumplía y para su terrible desgracia el estaba en una situación peor que estar enfermo.

Estaba terriblemente enamorado, terriblemente embobado por una mujer mayor que él, una doctora, la nueva doctora a cargo del hospital, suevamente frunció el ceño al notar como el par de hermosos ojos color oro lo miraban inexpresivos, aunque su semblante parecía indiferente, el joven de cabello oscuro y ojos del mismo color por dentro el chico comenzaba a sentirse demasiado nervioso y ansioso.

Se sentía ridículo al notar la ligera taquicardia de su corazón, que saltaba emocionado ante una sola mirada que ni siquiera expresaba lo que él anhelaba, amor.

Él rogaba a todos los dioses existentes y por existir para que por fin fuera libre de ese par de ojos, porque no existía cosa peor que estar enamorado sabiendo que morirás, que jamás podrá ser.

El lejano recuerdo de su tierna infancia eran su penitencia y un recuerdo constante, los médicos decían que era una especie de trauma, de ahí su exagerado miedo a la muerte, aquella época en la que había despertado gracias a su propia sangre que, por razones desconocidas para él, había llegado hasta sus pulmones, provocándole una gran dificultad al respirar, aquello era malo, si, pero no se compararía con todo lo que tuvo que vivir después de ese suceso, su padre dándose por desentendido del deber de cuidar de su único hijo enfermo, prefirió irse de casa, con el pretexto de trabajo y luego el divorcio.

Solo a él le podía pasar esas terribles cosas, enfermo, solo sin familia y con el corazón roto, hacia tan solo unos días que cualquier esperanza en su corazón se derrumbó, por error había escuchado una de las charlas privadas con su hermano, Shin y para colmo que estas fueran platicas muy... muy ¿intimas?

Desde aquel día no podía mirarla de la misma forma, cada vez que lo recordaba no podía sentirse como un idiota, todo lo que había discutido con su hermano era tan natural, pero la sola idea hacia que su corazón se hundiera en amargura.

✅ Serendipia. (Carla/Karura Tsukinami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora