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—Entonces ¿A dónde vamos, chico?

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—Entonces ¿A dónde vamos, chico?

Bridgette suavemente salto en su asiento ante la inesperada participación del chofer

Bredgette lo miro por unos segundos sin saber que responder, el tipo se percato de ello y relamió sus labios, pensativo sin apartar sus ojos del pasajero.

—Lejos.

La chica respondió agravando su voz lo mas que pudo de nuevo, era lo mejor que nadie supiera mucho de su identidad, por lo que la confusión por su apariencia desarreglada y poco cuidada era ideal.

—Lo mas lejos que pueda conducir de este lugar.

El hombre asintió.

—Supongo que puedo llevarte al centro de la siguiente ciudad, será un viaje largo, ¿estas seguro de escapar? Aun hay tiempo de que regreses y posiblemente no se percaten de tu ausencia

El mayor propuso, pero la chica negó.

—Esto es algo que debo hacer, no solo por mí.

—Si tú lo dices, chico tonto solo espero que no te desmayes aquí, a todo esto ¿cuál es tu nombre?

—Bri... Bryce, Bryce Amets

Sus ojos color carbón se perdieron en las brillantes luces de neón que iluminaban aquella ciudad en un intento de que las preguntas cesaran.

Sin siquiera darse cuenta, las lágrimas ya brotaban.

Le era inevitable no sentirse emocionada y nostálgica al ver el mundo que desde hace años había cambiado al mismo tiempo que ella, también su actual estado era provocado por el miedo.

Toda esa gente que siempre estuvo debajo del edificio, los informes que vio en la oficina...

Nada de eso pudo crearse en tan poco tiempo por lo que no era culpa exclusiva de los hermanos Tsukinami, el doctor Karl, ¿Qué clase de hombre era en realidad? Nadie humanamente cuerdo serias capas de hacer cosas tan atroces.

Cerro sus ojos con fuerza, ignorando las preguntas del chofer y centro sus emociones en el pasado, su pasado, aun no podía darse el lujo de romperse, ahora que estaba fuera del lugar, ella debía ser fuerte para salvar a todos los internos.

Bridgette aun recordaba el día en que fue llevada al hospital, el sol radiante golpeaba cada uno de los edificios, que ahora eran unos enormes rascacielos, las calles, que antes eran una avenida construida a partir de piedras, ahora era de concreto y para ella, que había vivido tanto tiempo en el campo el nuevo ambiente al que era recibida le incomodaba de sobremanera, ya no conocía nada de ese lugar, todo había cambiado, arrugo su nariz al olfatear el smog y ante la creciente molestia en sus ojos.

El chofer se detuvo abruptamente cosa que provocó que la chica se golpeara la cabeza contra el asiento del piloto, el hombre se disculpó y se giró a mirarla.

✅ Serendipia. (Carla/Karura Tsukinami)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora