smoke © namjin

05

—¿Te invitaron a estar con ellos? Quién lo diría. Les hablarás bien de mí, ¿no es así?

—Bueno... es reciente pero supongo que si no tengo tanta confianza no debería ir, aún que me sentiría mal por no asistir cuando ya había aceptado.

—No te dejes Jinnie, esos tipos son buenos chicos, sólo no te asombres por las palabrotas que lleguen a decir. Tú eres bastante inocente y quiero conservarte así.

—¿Inocente? ¿Yo?

—Mejor no nombro ejemplos. Mañana iré a tu casa dos horas antes a prepararte. Creo que me quedaron varias prendas del estilo, debes verte como uno más de ellos, serás todo un chico malo Seokjinnie.

–

—Así que... ésta es tu definición de chico malo...

—Si! Para mí te ves bastante sexy.

Seokjin dió una media vuelta frente al espejo, aún no convencido e hizo una pequeña mueca. La chaqueta estaba bien, le gustó cómo los pantalones se ciñieron a sus muslos aún que sintió que era demasiado, las botas lo hacían parecer más alto y le gustó, pero había un sólo, único y chiquitito problema.

—Odio el negro.

Taehyung desvió su mirada a él de su teléfono, y lo miró con una mueca de no entender a qué se refería.

—¿Qué?

—No me gusta el negro. El rosa... es más mi color, o algún otro diferente, quizá blanco.

—Rosa... Lo siento Jinnie, tendrás que ir así, soy genial hasta cierto punto pero no tengo nada de chico malo con ése color.– puchereó y acomodó un poco más la chaqueta en Jin desde sus anchos hombros, encantandose por ése detalle.

—De acuerdo... Bueno, supongo que por un día podría aguantarlo. Aún que... ¿no te parece demasiado provocativo el pantalón?

—¿Bromeas? Si Kim Namjoon puso un ojo en tí, debes hacer que ponga todo el cuerpo, ¿entiendes? Tienes muy buenas curvas y tu trasero se ve bastante bultoso así, debes presumir todo eso.

Jin casi rió avergonzado, pero hizo una mueca y volviéndose a ver entero en el espejo de pie, se convenció en su mente una y otra vez que se veía bien y que todo iría bien. Debía ir bien.

–

—Debiste haberle dicho que lo pasaríamos a buscar. ¿Y si no sabe dónde es?

—Yoongi, arruinas mis esperanzas. De nuevo.

—Sólo estoy viendo la reali... wow.

—¿Wow qué?

—Será mejor que compruebes por tí mismo las razones.

Namjoon arqueó una ceja confundido, y volteó a la entrada siguiendo la mirada de todos.

Casi falleció.

Sin duda, si ése chiquillo le atraía, ahora sería su total perdición.

Lo dejo sin aliento cómo esos jeans negros tan apretados asfixiaban sus muslos y cintura, y cómo la camisita corta dejó ver parte de la piel de su abdomen. Lloriqueo porque la chaqueta cubría más de su piel que ansió descubrir, tocar, sentir y hasta besar.

—Lo perdimos de nuevo y ya está babeando. Genial, Yoongi ¿trajimos el balde?

—Shh. Déjenlo, ahí viene y la serpiente nos asesinará si lo avergonzamos. No digan nada ridículo ni doble sentido, debemos quedar bien.– advirtió y todos asintieron de acuerdo, plantando sonrisas cuando el chico llegó frente a ellos.