Capítulo 12: Estoy Celosa.

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Rubí y yo, no hemos vuelto a acercarnos de nuevo. Simplemente nos decíamos buenos días o buenas noches. En el fondo sabía que era lo mejor. También, me era inevitable no sonreír cada vez que veía a la señora Ágata y a mi padre ser felices con cada gento entre ambos. Jose se sentía más cerca de Ágata y eso era un gran paso, para ella. 

Miré el cielo. Estaba lleno de estrellas, era hermoso.

 Estaba lleno de estrellas, era hermoso

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Segundo después, apareció mi padre. Se acercó a mi, y me tendió un vaso con chocolate caliente. Fruncí el ceño. No me lo esperaba, ya era de madrugada.

— Lo acabo de preparar. Le puse canela, como te gusta. — dijo sonriendo levemente.—

— Gracias. — asentí, mientras bebía un pequeño sorbo. El se sentó a mi lado en la hamaca.—

Pasamos varios minutos en silencio. Ninguno de los dos daba el paso para hablar de nuevo... 

— Papá, ¿qué haces aquí? — lo miré.—

— Tu mamá siempre me decía, que les contara como le hacía reír. Y que no siempre fui tan serio... 

— ¿A dónde quieres llegar con todo esto? 

— No vale la pena perder a un hijo por como quiera que ame el. — no pude evitar la lágrima que cayó por mi rostro. — Hija, no te quiero perder. Algunos padres nos lleva más tiempo que a otros en comprender. Me equivoqué, perdóname. 

 — Yo también me equivoqué.  — el negó. — Si, papá. Porque tú no fuiste el responsable del accidente. Ni tampoco el que cortó los frenos.  — el acarició mi espalda. — Los dos nos hemos equivocado.—

..........

Mi mamá y yo, vimos la escena entre Sergio y Maca. No pudimos evitar emocionarnos con el abrazo final.

— Estoy orgullosa de Sergio, hija. Es un gran paso para el y para Maca, en esta nueva etapa de ambos. — asentí sonriendo levemente.—

Los días pasaban, hasta que por fin el agente Gideon nos dio la buena noticia de que habían detenido a Renato, y que todo se solucionaría. Poco tiempo después, volvíamos a vivir en el edificio. Me sentía tranquila al volver de nuevo. 

Ahora me encontraba entrando al edificio con varias bolsas de compra. Pero justo cuando iba a entrar al ascensor, me paré en seco. En la sala se encontraban Lauren y Maca abrazándose. No pude evitar quitar cerrar los ojos al ver como se besaban después...

¿Qué me está pasando? ¿Por qué me siento tan herida? Sacudí la cabeza en un fallo intento de alejar mis pensamientos.

Me encontraba tomándome un café con Esme en la cocina, después de almorzar.

— Está muy enamorada... — dije sonriendo refiriéndome a mi madre.—

— ¿Y el Sergio? — sonrió.—

— Sergio está igual. — reímos.—

— ¡El amor! Este edificio, es mágico. Se encarga de unir a los amores verdaderos... — la miré detenidamente.—

— No quiero que me hables de Maca. — ella solo rio.—

— Caíste solita. Yo no dije nada.

— Maca no está enamorada de mi. — ella frunció el ceño.—

— ¿Cómo es eso?

— Que me debe de haber amado mucho, pero eso no es ahora. Eso forma parte del pasado. Y que solo quiere acercarse, para ayudarme, porque siente lástima por mi.

— Me puedes explicar, por favor...

— ¿Qué quieres que te explique? La vi, Esme. Vi a Maca y a Lauren abajo en la sala, besándose. Esa es la verdad. — ella solo reía. — ¿De qué te ríes?

— ¿No te das cuenta de lo que te pasa, sis?

— ¿De qué me tengo que dar cuenta?

— Sis, Maca es una mujer guapísima. Y es lógico que atraiga a las mujeres. Y en segundo lugar, estás enfadada. — yo negaba. — Mírate. Te salen chispas de los ojos. Viste a Maca con Lauren, y te enfadaste.—

— ¡No estoy enfadada Esme!

— Entonces, ¿qué es esto...? 

Suspiré lentamente...

— ¿Celos...? — mordí mi labio inferior al darme cuenta de que... — Estoy celosa, Esme.

— ¡Si! ¡Vamos! — gritó de repente.—


...........


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Nos leemos muy pronto ;)








AMAR DESPUÉS DE AMAR |RUBIRENA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora