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Jueves en la mañana, la tercera semana de febrero pronto terminaría y a Yoongi siempre le había parecido tan extraño como era que el tiempo pasaba tan rápido.

Era septiembre y en un parpadeo pasaba a ser febrero, aún le gustaba recordar cómo había sido su primer día de clases, adentrándose por las grandes puertas con ese uniforme que a todos encantaba, le gustaban las miradas que recibía, le gustaba sentir ese poder de tener a todos en la palma de su mano.

Pero ahora aunque nada había cambiado y seguía siendo de las personas más deseadas por toda la universidad igualmente tenía a JungKook.

Y ya nada se comparaba con él, no necesitaba a nadie más por que aquel se encargaba de llenar su corazón.

Claro que estaban sus amigos, y jamás se cansaba de ellos, pero JungKook había llegado a llenar ese espacio vacío en su pecho que siempre había sentido y que jamás se percató de lo vacío que estaba hasta que un mariscal de campo mayor y algo torpe llegó para cubrir.

Lo amaba, lo sabía, y sabía que quería estar con él. No se planteaba una vida a su lado por que era su primera relación y tampoco quería hacerlo por que sabía que si terminaban sería demasiado devastador. Pero al mismo tiempo jamás se planteaba terminar, no tenía razones para pensarlo por que todo iba demasiado bien con su relación y no le veía un punto final nunca aún si lo buscara.

-Hola precioso -sonrió sintiendo unos brazos envolverle la cintura y a su novio aspirando el aroma de su cuello y dejando un par de castos besos ahí

Había estado pensando al mismo tiempo que sacaba cosas de su casillero, sus pensamientos le habían abrumado y no se había percatado del ruido que siempre había en los pasillos de la facultad.

No había podido ver a JungKook desde la tarde anterior ya que ambos tenían demasiados deberes y decidieron trabajar en ellos para poder lidiar con el estrés.

-Hola fortachón -respondió sacando un par de libros para poder alcanzar el que realmente estaba buscando -¿Qué tal dormiste?

-Dormí bien -respondió acariciando con su pulgar el vientre de Yoongi -sobre todo por que tuve la cama para mi sólo y no hubo nadie con quien pelearme por las sábanas ni alguien que me patee a mitad de la noche

-Oye pues tú tampoco estás tan tranquilo, yo también dormí muy bien sin que alguien me esté toqueteando inconscientemente durante toda la noche

Con un rostro fingiendo molestia Yoongi cerró por fin su casillero y volteó hasta quedar de frente con el rubio, llevó su mano quitándole el mechón que se colaba en su rostro aunque no fue de mucha ayuda por que volvió a caer unos segundos después.

-Touché -comentó JungKook y Yoongi se colocó de puntas para por fin besarle los labios de manera cariñosa mientras le rodeaba el cuello con un brazo ya que el otro estaba en medio de sus cuerpos cargando sus libros

Decidió separarse cuando sintió la tatuada mano del mayor apretujando una de sus nalgas.

-Manos quietas -advirtió escuchando el gruñido de molestia del mayor quien echó su cabeza hacia atrás

-Belleza -comentó acercándose hasta su oído y besándolo -¿Te acuerdas que te amo? -Yoongi rodó los ojos y suspiró

-¿Qué quieres?

-Espero que no hayas olvidado mi fantasía, me lo debes

-¿Por qué te lo debo? -frunció el ceño incrédulo

-Por que me dijiste que lo haríamos, y me dejaste con las ganas el domingo, además aún no usas mi regalo -comentó susurrándoselo

-Pues no lo traigo puesto así que será después -respondió de la misma manera -pero lo de tu fantasía... bueno podríamos hacerlo quizás hoy -dijo mordiendo su labio emocionado y mirando los ojitos de JungKook brillar

𝑪𝑯𝑬𝑬𝑹 𝑩𝑶𝒀 ❤︎ 𝙺𝙾𝙾𝙺𝙶𝙸 | 𝕥𝕖𝕣𝕞𝕚𝕟𝕒𝕕𝕒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora