"Me desperté, un toque y me sentí viva,
Me amaste de regreso a la vida.
Me devolvió, pensé que había muerto,
Las voces interiores estaban tan tranquilas.
Pero estuviste a mi lado, noche tras noche,
Tu amor me devolvió a la vida."
Loved me back to life / Celine Dion.
Todos estaban en posición.Donghae revisó mentalmente el plan. Park Junsoo había cambiado a los trabajadores del hotel por personas de la alianza, incluida las mujeres. Se había hecho de manera minuciosa, usando soldados de bajo rango pero muy buenos que no llamaran la atención de los Park.
Las mujeres eran chicas de locales, que hacían de empleadas del hotel, pero que tenían la orden de desaparecer en el momento en que se les indicaba. Eran leales, muchas de ellas les debían más que la vida y su lealtad no tenía duda sobre a quienes pertenecía.
Donghae tenía a sus hombres de confianza en todo el hotel, ubicados de manera estratégica para bloquear las salidas y matar a todo el que no fuese de la alianza que se atreviera a huir. Tenían claro que, ninguno de la alianza tenía la orden de matar mujeres o niños, ya que sería Junsoo el encargado de organizar a la familia y quienes merecían su lealtad, pero si aquella mujer atacaba primero o aquel chiquillo disparaba intentando hacerse el héroe, bueno, todos sabían que su vida no estaba por encima de la propia.
No quiso despedirse de sus hermanas, no sabría cómo reaccionar. Amaba a Mina, pero sus hermanas era diferente, por ellas había as*sinado, mentido y luchado y lo haría de nuevo, cuantas veces fuese necesario. Pero despedirse de ellas era como reconocer que podría salir mal, que todo podría tirarse por la borda y no volvería a verlas.
Y esa no era una opción para ninguno.
-¿Listo?-escuchó la voz de Siwon por el auricular.
-Lo estoy, ya saben- dijo Donghae a todos los demás- Quiero a Park Sanha vivo, si alguno lo captura que sea vivo.
-De acuerdo- cada uno aceptó y Donghae cargó su arma. Era la hora de la verdad.
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Los novios estaban frente al altar.
Los demás miembros de la familia Park estaban sentados, relajados y Donghae no pudo evitar sonreír cuando las puertas de emergencias fueron aseguradas y entraron disparando con sus armas de silenciador. Todos estaban indefensos o bueno, la mayoría de ellos. Se habían confiado tanto, habían confiado en que estaban seguros, tanto que cuando Jungsoo prohibió las armas más grandes, obedecieron.
Donghae entró con 3 hombres y disparó sin pensarlo dos veces, certero, en el blanco y buscando a Sanha entre gritos y ataques. Sintió que su brazo ardía pero no le prestó atención mientras disparaba contra uno de los escoltas de Sanha que tenía identificado, el cobarde estaba intentando huir del salón.
-Lo tengo en la mira- le dijo Hyukjae a Donghae mientras este intentaban cortar el espacio y seguir disparando. Sacó otro cargador y siguió disparando mientras veía a sus cuñados en sintonía, disparando y eliminando del camino a cada uno. –Vamos a hacerlo gritar- dijo Hyukjae y disparó hacía su pierna, haciendo caer al hombre para gozo de su primo.
Kangin y sus hombres neutralizaban con destreza a aquellos que llegaban como "refuerzos" afuera del hotel y los pasillos. Lo que parecían horas sólo fueron unos minutos y los gritos se habían convertido en débiles sollozos. La joven novia, con su vestido manchado de sangre le hizo recordar a Donghae la boda de Seohyun. La ignoró porque no era parte de su trato hacerse cargo de las mujeres, pero no sintió pena por el novio, un hombre mayor que yacía en un baño escarlata en el suelo.
-¡M*ldita sea!- exclamó Donghae cuando se dio cuenta que una bala le había rozado el brazo izquierdo, le ardía como el infierno pero no sabía si era la adrenalina lo que no había dejado que se concentrara en ello hasta ese momento.
-¿Superficial?- le preguntó Siwon cuando se acercó a él. Había sido una buena idea vestirse de negro, las manchas de sangre estaban por todas partes y el atractivo rostro de Siwon estaba salpicado con ellas. –En mi boda fui yo el herido.
-Al parecer es tradición. –dijo Donghae con sorna mientras sacaba un pañuelo para envolverlo en su brazo, nada lo haría salir de allí y menos un roce de bala.
-Miren lo que tenemos aquí- Hyukjae, ZhouMi y el hermano de Hyukjae, Hyunwoon, traían unos hombres, tres hermanos Park y uno de ellos, Sanha. –Creo que nos divertiremos un poco.- dijo Hyukjae mientras empujaban a los hombres en compañía de algunos Dragones negros.
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Mina.
Mi corazón latía desbocado y mis manos temblaban desde el momento en que Donghae me llamó. Iba camino al hotel donde se había llevado a cabo todo el plan de la alianza. Cuando escuché su voz fue un alivio instantáneo, saber que estaba vivo, que estaba bien era una alegría completa. Pero, saber que me llamaba para comunicarme que la siguiente parte del plan estaba llevándose a cabo... Me tenía al borde de un ataque de nervios.
Conocía al joven que me llevaba, se llama Choi Minho y se encarga de los negocios de Choi Siwon en Busán. Lo sabía porque era mi obligación saber quién era quién en la ciudad y si era amigo o enemigo. Es joven, pero muy serio y no me había dicho ni una sola palabra luego de indicarme que me llevaría con Donghae. Entramos al hotel por una puerta de emergencia. El olor a sangre, las voces y todo lo que podría encontrar detrás de las paredes debería ser horrendo, pero Minho me llevó directo hacia un ascensor que en poco tiempo nos llevó a un doceavo piso.
-Por aquí- me indicó y ni siquiera nuestros pasos se escuchaban en la elegante alfombra del pasillo. Tocó una puerta. –Estoy con la señorita Cho- dijo antes de que la puerta se abriera y Donghae se hiciera presente.
-Gracias Minho, puedes regresar junto a Seohyun y mi sobrino.
El joven sólo asintió y nos dejó solos. Donghae me tomó de la mano y me miró muy serio. –Si no quieres entrar, no lo hagas. Hyukjae y yo nos encargaremos de él.
-No, necesito esto.- le dije antes de que me diera un suave beso en los labios. Estaba sucio, manchado con sangre y no me interesaba.
Entramos en la habitación, era una
suite y cuando abrió la puerta que conducía a la zona privada, ahí estaba.
Atado de pies y manos y de ahí a la cama, con una mordaza y con una mirada de reconocimiento. Park Sanha, mi verdugo.
Lee Hyukjae le quitó la mordaza y el m*ldito se río cuando me vio- Así que al b*stardo de Lee le gustan mis sobras- dijo pero hubiese imaginado que Donghae reaccionaría, pero sólo se sonrió de una manera tan fría que nunca había visto.
-Di lo que quieras, si eso te hace sentir bien... Tus palabras no lograran que tu sufrimiento sea menor. –dijo con sorna haciendo que Hyukjae riera con burla descontrolada.
-Hyunwoon escribió y vendrá en unos minutos con las bolsas de sangre- dijo Hyukjae antes de amordazarlo de nuevo–dejará unas cuantas con Siwon y Zhoumi y luego con Kangin.tienen que divertirse también.
-Me gusta eso- dijo Donghae y yo creo que entendía. Al parecer habían más Park vivos y todos iban a ser torturados por los líderes de la alianza.
-¿Por dónde iniciamos? –le preguntó Hyukjae a Donghae.
-Podríamos quebrarle los dedos, por tocar a una mujer sin su permiso.
-Buena idea. Pero antes, podríamos cortar su miembro. ¿No te parece? Empecemos por algo que si cause dolor.
Yo estaba allí, paralizada mientras Donghae me miraba y yo simplemente asentía, empezaron con sus cuchillos a quitarle la ropa y el asco se hizo presente. Quería vomitar pero me contuve, tenía que verlo con mis propios ojos. Él forcejeaba, pero entre más intentaba soltarse, parecía que los nudos se apretaban más. Me miraba de una manera que era como si me rogaba. Cuando lo desnudaron, Donghae le quitó la mordaza y Sanha estaba llorando. –Por favor, no... -rogó y me estremecí de la furia y asco. Yo le había rogado de la misma manera aquella noche y se burló de mí. –Por favor, Mina...
-No tienes derecho de mencionar su nombre- dijo Donghae- no eres digno.
-Por favor, detenlos. Ese b*stardo de Jungsoo nos hundió pero yo puedo ayudarlos, puedo...
-¡Cállate quejica!- exclamó Hyukjae.-Ni pena das...
Sanha estaba desnudo ante mí, el sabor de la bilis estaba en mi boca y no podía dejar de desear acabar con él. –Lo vamos a c*strar Mina, ¿Estas dispuesta a ver eso?
No, no lo estaba –No, pero necesito saber que va a pasar, que va a sufrir, que va a morir. ¿Es suficiente consuelo para mí luego de lo que sucedió? –Le pregunté y no dejé que me respondiera- Intentaré estar aquí.
Donghae asintió, la preocupación marcada en su rostro mientras sacaba un cuchill* pero no cerré mis ojos, vi c*mo le cortaban el miembr* y gritaba de dolor a través de la mordaza. No sentí gozo, tampoco sentí asco, no sentí nada. Fue una libertad que no había expermentado en mucho tiempo.
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Al final suplicó su muerte.
Lo vi todo, hasta el final.
Llegamos al apartamento de Donghae, la noche daba paso al día. Me senté en silencio en el suelo, en una silla que miraba directamente al ventanal. La ciudad despertaba frente a nosotros. –Ha terminado esta horrible noche...- susurré. Donghae estaba en silencio, su mano apoyada en mi hombro. -¿Qué tipo de persona soy, que he sentido liberación en la tortura y muerte de alguien?- pregunté.
-Este es nuestro mundo Mina. Nuestras vidas están manchadas en sangre, nuestra lealtad, nuestros principios. Su muerte tal vez no borrará lo que te hizo, pero tal vez liberará algo nuevo dentro de ti.
-¿Y si es algo oscuro y perverso?- pregunté mientras las lágrimas hacían presencia.
-Estaré contigo para descubrirlo, para vencerlo o para destruirlo. –Me dijo antes de ponerse en cuclillas frente a mí- Mi amor, mi vida. Nada podría ser tan oscuro o tan perverso que me hiciera alejar de ti. Eres el amor de mi vida, la única mujer que amaré, con virtudes, con oscuridad... Me has amado por lo que soy, ¿Por qué yo no haría lo mismo?
-¡Oh, Donghae!- exclamé antes de besar sus labios. Un beso que decía lo mucho que lo amaba. –Cásate conmigo- le dije y él sonrió de una manera tan infantil y juvenil que hizo que mi corazón latiera con un brinco. Jamás había visto tal expresión de felicidad en su rostro. –Sé mi esposo, sé mío.
-Acepto, mil veces, hoy y siempre.
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La última noche- 3ra de la serie Amor en la mafia.
FanficLa mafia trata de lealtad, respeto y miedo, son sus pilares y Lee Donghae se ha ganado esas tres a pulso. Su rostro angelical es la hermosa fachada de un hombre que causa dolor y sufrimiento a quienes lo traicionan y no duda en causarlo con sus prop...