Epílogo.

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20 años después...

-Raewon ¿Le vas a contar a papá?- preguntó Jihun, el segundo hijo de Siwon y Seohyun sentado en la mesa. El chico con dieciocho años era bastante enérgico y sociable, popular en la escuela y siempre tenía una sonrisa en su rostro como su madre.

Raewon con veintidós puso los ojos en blanco. La verdad es que no quería decir lo que había visto esa tarde en la universidad o bueno a quien. Era no sólo parecido físicamente a su padre, también era reservado y silencioso cuando era necesario. Pero había estado tan aturdido por lo que vió que fue a su hermano a quien le contó lo sucedido cuando fue por él al instituto. Raewon estudiaba Derecho y hacía parte de los herederos que estaban en la universidad. Si las familias querían seguir llevando sus negocios, debían mostrar inteligencia, así que los jóvenes estaban estudiando carreras que ayudaran en el negocio, Jihun planeaba estudiar Negocios luego del instituto. Tanto Raewon y Jihun habían sido iniciados en la mafia a la edad de quince y ambos se habían mostrado de sangre fría como su padre.

-¿Qué es eso?- preguntó Siwon que ya había alcanzado la cincuentena y seguía siendo no solo atractivo, también estaba en buena forma y se mantenía a la cabeza de los negocios como el primer día.
-No sé si está bien decirlo... -Dijo Raewon mirando al lado de su madre. Seohyun frunció el ceño.
-Tengo quince años no cinco- la voz de Seori estaba cargada de molestia. La jovencita tenía la belleza de su madre y la inteligencia de su padre era la artista de la familia, tocaba el Gayageum y planeaba estudiarlo en la universidad y Siwon sabía que con los años sería tan hermosa como su madre y temía la hora en que aparecieran los admiradores en su puerta.
Siwon miró a su hijo con impaciencia y Raewon resopló. –Hoy tenía que llevarle un trabajo a mi tutor y me presentó a un antiguo estudiante suyo que está trabajando para él en un caso importante. –Guardó silencio.
-¿Y que tenía eso de especial?- preguntó Seohyun. Los años le habían sentado bien y la maternidad aún más. La belleza tranquila que la acompañaba hipnotizaba a los hombres que la miraban, para tortura de Siwon.
-Él es idéntico al tío Donghae.
-¿Idéntico?- Preguntó Seohyun con sospecha.
-Es como ver al tío Donghae en las fotografías de hace unos... ¿veinte años? Me quedé paralizado cuando lo vi. Usa el cabello en otro color, naranja o algo parecido, pero es igual al tío Donghae, hasta en la voz es parecido mamá.
-Tú eres igual a papá- dijo Seori. –Jihun y yo nos parecemos más a mamá. No estarás insinuando que...
-¿Es posible que tío Donghae tuviese un hijo que no conociéramos?- le preguntó Raewon a Siwon ignorando el comentario de su hermana menor.
Siwon se quedó serio ante la pregunta –Siendo sincero, no lo creería. Si dices que es un antiguo estudiante, es mayor que tú, si tuvo un hijo, fue antes de casarse y no creería que Donghae no reconociera un hijo.
-¿Sabes su nombre?- preguntó Seohyun.
-Kim Jinho- dijo Raewon y Seohyun sabía perfectamente de quien hablaba. Se puso pálida, pero no dijo nada, no podía.
-No tengo idea de quien podría ser. –dijo Siwon sin apartar los ojos de su esposa que bajó la mirada hacía su plato. –Pero, Raewon ¿Cómo es eso que vas a viajar a Busan este fin de semana?

Raewon carraspeó y su hermano soltó una risita.


-Estoy al día con las cosas de la universidad y quiero ir a visitar a Romi.
-Choi Romi, ¿La hija de Minho?
-Hace un año mantenemos una relación, quiero ir a hablar con su padre para hacerlo más formal.
-¿Matrimonio? –preguntó Siwon. –Tienes veintidós, Romi tiene ¿Dieciocho? ¿No es muy joven?
-Mamá se casó contigo a los dieciocho.
-No te pongas a la defensiva. –le dijo Jihun a su hermano mayor antes de tomar un bocado de su cena.
-No padre, no es matrimonio. Quiero que todos sepan que estamos comprometidos, Romi va a iniciar la universidad y queremos casarnos cuando ella la termine.
Siwon asintió –Eso me gusta más- agregó y Seohyun alargó la mano para dársela a su hijo. Ella era quien siempre mostraba su amor con pequeños detalles.

Terminaron de cenar y cuando Siwon y Seohyun estaban en su habitación, Siwon decidió que debían hablar. –Cuéntame, ¿Qué es lo que sabes de Kim Jinho?
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-A veces mis hijos me aterran- fue la frase que Hyukjae le dijo a Donghae y este soltó una sonora carcajada.
-¿Ahora que hicieron? – le preguntó Donghae antes de servirle una copa a su primo y Mina se sentaba en el borde de la mesa con toda la atención puesta en el líder de los Lee. El padre de Hyukjae se había retirado y ahora vivía con su esposa sin preocuparse de nada.
-Están montando una competencia de carreras nacional. Varias ciudades, varias etapas y un ganador.
Donghae alzó las cejas. –Doy gracias a que Yong aún no puede conducir. –

Yong era el hijo menor de Donghae y Mina. Tenía doce años y había sido "inesperado" y era a todas luces, el heredero de los Lee. El niño aún no había sido iniciado en la familia, pero Donghae había notado en él muchas cosas de sí mismo, aunque Yong no era físicamente idéntico a él, ya que tenía algunas facciones Cho, pero tenía su personalidad y era muy bueno leyendo a las personas, aunque aún no había explorado su "talento" Todos sabían que los gemelos Lee eran tremendos competidores de carreras, ambos eran espectaculares detrás del volante y en los negocios. Habían montado una especie de carreras semi ilegales y ahora iban por más.

-No sé a quién salieron, a Suji desde luego que no y a mí tampoco.
-Claro... Tu inocencia es completa- dijo Donghae con sarcasmo- Fuiste tú quien le regaló sus primeros autos de carreras.
-Pero fue Hyunwoon quien los embaucó en su mundo de tatuajes y carreras. Kang ya no tiene espacio en su espalda para un tatuaje más, aunque tiene calada a Suji porque es el mejor en sus clases de Economía y Rang estudió Ingeniería en Mecánica automotriz sólo para meterle mano a sus propios autos. –dijo antes de tomar su trago de un golpe.
-Creo que si no te tranquilizas, envejecerás muy rápido.-Dijo Mina que a sus cuarenta lucía tan joven y elegante como años atrás, llevaba su melena corta perfecta, un look que cierta jovencita estaba empezando a usar.

Hablando de la "reina" de Roma...

-¡Papá!- una exclamación femenina que sólo podría venir de Dami, la hija de Donghae y Mina. En unos días cumpliría veinte años y estaba estudiando música, ya que había heredado el talento musical de su madre. Para "estrés" de Donghae, su princesa era novia de Kim Youngmin, el hijo de Kangin (Líder de los Kim) y sí, eran "novios" algo poco usado en su mundo pero que al pasar los años, se había pasado de matrimonios concertados a noviazgos espontáneos.–Dime que no es verdad.

Donghae frunció el ceño y Mina se puso derecha. -¿Qué sucede?
-Estaba hablando con los chicos- Donghae no necesitaba traducción, los chicos eran todos sus primos. Tenían un grupo donde se comunicaban. –Y ellos dicen...
Dami guardó silencio en el momento en que la puerta por donde entró sonaba con un suave golpe.
-Señor, hay un joven que quiere hablar con usted. –la voz de uno de los hombres de confianza de Donghae sonó seria e impersonal.
-¿Qué joven es TaeOh? – preguntó Mina.
-Se llama Kim Jinho. Dice que necesita hablar con el señor.
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Todos se habían quedados congelados cuando vieron entrar a un joven con el rostro de Donghae con veinte años menos. Mina lo miraba confusa y sus manos temblaban cuanto más lo hacía. Hyukjae miró a Donghae y fue como si atara cada cabo, a final de cuentas, él le había ayudado a sacar de China aquel pequeño. –Buenas noches. –dijo el joven antes de pasar su mano por su cabello de color naranja. Él también miraba a Donghae como alguien que se mira en un espejo. –Me habían dicho que...
-Creo que deberíamos dejarlos a solas- intervino Hyukjae poniéndose de pie y moviendo a una consternada Dami para que saliera de la oficina de su padre.
-¿Qué significa esto?- preguntó Mina mirando a su esposo. –Es... ¿Es tu hijo?-le preguntó en un susurro a lo que Donghae negó con la cabeza.
-Hablaré contigo después de hablar con él. Te lo prometo. –Sacó su teléfono del bolsillo- toma esto, con lo que sucedió, Sunhwa empezará a llamar, tranquilízala por favor. –Mina no se pudo negar al ver la vehemencia con la que su esposo le hablaba.
-Estaré con Dami, espero y cumplas tu promesa de hablar conmigo- dijo antes de salir y darle un último vistazo al joven.

Donghae señaló la silla frente a él y el joven se sentó en ella. –Me habían dicho que nos parecíamos, pero esto es más que eso. –dijo antes de que Donghae se sentara.
-¿Puedo ofrecerte algo?- preguntó Donghae intentando acomodar sus pensamientos.
-Por ahora no, gracias. He venido porque quiero saber mi historia antes de ser adoptado. Desde muy pequeño, supe la verdad. Mis padres me han tratado como si fuese su hijo biológico, pero mientras crecía, necesitaba saber sobre mi origen.

Donghae asintió en silencio.

-¿Cómo supiste de mí?- preguntó Donghae con curiosidad.
-Cada vez es más frecuente, salía a algún club y la gente que trabajaba en él me trataba con cierto... Servilismo. Averigüé un poco hasta que supe tu nombre, Lee Donghae. No entendía por qué estaba ligado con su familia o la mafia hasta que un día le comenté eso a mi padre y me dijo que tal vez él sabía la respuesta.
-Kim YoungWoon.
Jinho se sorprendió – Entonces si es cierto que evitaba que estuviese en lugares problemáticos, ¿no? Él me dijo que sospechaba que podría ser tu hijo por mi parecido físico. Mi madre y él pensaron que alguna vez me buscarían, pero nunca pasó.
-Debía vivir simplemente. Supimos que él y su esposa te habían adoptado, queríamos que vivieras tranquilo, en un ambiente sano, lejos de los peligros de nuestra vida. Sabíamos que él era un policía honesto, buen esposo y padre.
-Lo es. Pero dice, supimos... ¿Quiénes?
-Tu madre biológica y yo.

Fue entonces cuando Donghae le contó todo, quien era realmente Kim Jihno. Le contó la historia de su madre, Sunhwa. Le contó como tomó la decisión de proteger al bebé que su hermana había tenido antes de que su abuelo tomara la decisión de entregarlo a un soldado o matarlo. Le contó la tristeza de su hermana que, aunque tuviese un esposo, unos hijos mellizos y una vida satisfactoria, la presencia de Jinho la acompañaba cada día.

-Entonces no eres mi padre, si no mi tío- dijo Jinho al final después de un largo silencio. Donghae asintió. –Pero puedo notar el parecido físico entre nosotros muy marcado.
-Sunhwa es mi "versión femenina" –dijo Donghae con una sonrisa de medio lado. –somos muy parecidos físicamente. La sangre Lee es muy marcada en nosotros. Mi hermana Seohyun, que es la menor, es idéntica a nuestra madre.
-Hicieron todo eso para protegerme de esa familia. ¿Estoy a salvo ahora?
-Lo estás. El líder de los Park es Park Junsoo. Es su único líder ahora y podemos decir que tenemos un cierto entendimiento. No estamos en paz, nunca lo estaremos completamente, es imposible. Pero no es nada comparado a lo que vivimos durante muchos años. Respetamos los límites para evitar enfrentamientos y nos mantenemos al margen de problemas que no nos incumben.
Ahora Jinho, sabes a que nos dedicamos, sabes tu historia, ¿En qué puedo ayudarte?

-Soy Abogado, tío- esa última palabra lo dijo con el mismo tono de sorna que usaba Donghae. –Tengo planes sobre mi carrera y metas claras, pero también tengo curiosidad de conocer ahora a mi madre biológica y quizás, tener algún tipo de relación con mi familia materna.
-¿El hijo de un policía?
-Y de una Médica cirujana. Mis padres me criaron de manera que pueda tomar mis propias decisiones y afrontar lo que obtenga de ellas. Quiero poder tomar mi propia decisión respecto a los Lee y a mi madre. ¿Cómo es ella? Dijiste que tiene mellizos.
-Ella es una Lee de pies a cabeza. Físicamente somos parecidos y creería que tenemos personalidad parecida. No es la más sociable, tampoco es la que más demuestre lo que siente. Es muy seria- dijo Donghae con una pequeña sonrisa- Y tiene la sangre fría de la familia, si hubiese sido varón hubiese tenido el liderazgo en algún porcentaje. Aunque la maternidad le ablandó su corazón, pero fue contigo primero que con sus otros hijos. Su esposo es el líder de los Dragones negros y vive en Hong Kong desde hace más de veinte años. Tiene un enorme pero hermoso tatuaje en la espalda, un dragón con flores de cerezo.

Jinho asintió.

-Sus hijos, Xia y Dan tienen veintitrés y son más parecidos a su padre que a los Lee, gracias al cielo o creerían que también son mis hijos. Aunque puedo ver cosas de su madre en ellos. Xia es la chica, se graduó de Negocios el verano pasado. Es muy vivaz e inteligente y digamos que embauca con sus sonrisas a quien quiera. Dan es más serio y protector. Estudió administración y ahora está haciendo un postgrado. Creo que será un buen líder ya que al igual que su padre y mi familia, tiene la sangre fría y puedo decirlo, las ganas de liderar a su familia.
-Hablas con mucho cariño de ellos.
-Son mi familia, hijos de mi hermana. Haría cualquier cosa por cualquiera de los hijos de ambas.
-Cómo protegerme a mí.
-Exactamente.
-¿podrías decirle que quiero conocerla?
-Lo haré. Puedo preguntar, ¿Qué piensas hacer después de eso?
-No lo sé, creería que siempre es bueno que tú o la familia cuenten con un buen abogado.
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Al día siguiente.

En la casa Lee estaban Siwon, Seohyun y sus hijos. ZhouMi, Sunhwa y los mellizos y no podían faltar los hijos de Donghae y Mina junto a sus padres. Estaban todos en la espera de Jihno que había avisado que estaba llegando. Iba solo, ya que había preferido conocer a su familia primero antes de hacer algo más.
Sunhwa estaba nerviosa, había deseado y soñado ese momento durante muchos años y ahora tenía miedo de que no fuese lo que esperaba...

El sonido del timbre interrumpió los pensamientos de todos y la presencia de Jinho en la sala principal de la casa fue recibida con un un silencio atónito. Si de noche se parecía a Donghae, de día era verlo joven... idéntico.

-¡Oh Dios mío!- susurró Sunhwa poniéndose de pie. Su cuerpo se estremecía, sólo escuchaba los latidos de su corazón y por primera vez en años hizo lo que siempre deseó. Se acercó a él y lo abrazó.
Un abrazo que le supo a completa felicidad.

No sabía cuánto tiempo se había quedado abrazada a él, pero cuando se separaron, su rostro estaba lleno de lágrimas, lágrimas que su hijo había secado suavemente. –Estoy aquí... Madre.

Y fue entonces cuando Donghae
tomó fuertemente de la mano a su esposa, había regresado Jinho, ahora podían seguir adelante.

Gracias, gracias por seguir esta historia. Nos seguimos leyendo en Sol de medianoche! 

La última noche- 3ra de la serie Amor en la mafia.Where stories live. Discover now