Tigresa había mandado su respuesta hace ya unos días, no se sintió satisfecha con lo que escribió pues otra vez no pudo explayar correctamente todos los sentimientos que la invadían.
Justo ahora estaba supervisando los avances de la reconstrucción del salon de los heroes, necesitaba urgentemente entretenerse con algo pues sabía que Po llegaría en cualquier momento.
Últimamente ha sido más susceptible a sus emociones, pero solo cuando se trataba de Po, solo cuando se trataba de el...
Salió de sus pensamientos rápidamente cuando escucho la respiración agitada de alguien cercano a las escaleras, no dudo ni un segundo de quien era pues cuando volteó por fin lo vio, con su gorro y su mochila, agachado tratando de recuperar el aire.
—Po! — fue la voz de Víbora, seguida de la conmoción del resto de los cinco que lo habían ido a recibir, Tigresa se quedo parada como una estatua aun dentro del salon de los heroes, si no fuera porque Po choco su mirada con la de ella cuando se enderezo se habría quedado ensimismada durante un buen rato mas.
El resto de los 5 estaba junto a Po, preguntándole sobre su aventura.
—Les contare todo en la comida chicos — se aparto rápidamente del resto de los cinco para dirigirse directamente a Tigresa, que también caminaba con lentitud hacia el. Ahora ambos estaban dentro del salon de los heroes viéndose frente a frente.
—Tigresa...— dijo con una sonrisa —es bueno verte, recibí todas tus cartas.
Tigresa reprimió fuertemente la vergüenza, la manera en la que Po lo decía hacia pensar que tales cartas que compartían eran cartas de amor.
—Maestro Dragon, yo también recibí todas tus cartas...— soltó una sonrisa, leve, como es propio de ella — es bueno verte de nuevo Po — se deshizo de los formalismos.
Uno de los sirvientes interrumpió el momento para avisarles que la comida de bienvenida para Po ya estaba lista, los cinco y Po se dirigieron todos juntos hacia el comedor y durante el camino los cinco no dejaban de preguntarle a Po sobre su aventura, pues como el había predicho, la noticia de las cuatro constelaciones se extendió rápido por China.
Tigresa se mantuvo en silencio, pero solo era una estrategia para ocultar su arrobo.
Llegaron al comedor, había fideos y dumplings en gran cantidad solo para darle la bienvenida al panda, también para felicitarle por su nueva hazaña como maestro, incluso habían traído vino fermentado de uva, cosa que los maestros de Kung Fu solo bebían en momentos especiales.
La platica fue entusiasta y amena, para todos, incluso para Tigresa que en mayor parte se dedicaba a escuchar.
Comieron y bebieron del vino gasta agotarse, llego un momento en el que la mirada de todos se volvió risueña, a excepción de la felina, que apenas había probado el vino.
—Woah...— solto grulla en un bostezo, ya eran aproximadamente las dos de la mañana, el sueño le estaba ganando a todos, impresionantemente no a Po.
—Creó que ya ire a dormir— soltó Vibora.
—Vayan a dormir chicos, yo debo hablar algo con Tigresa — respondió Po.
Tigresa, que hace tan solo unos momentos miraba directamente a su plato, levanto la vista con algo de desconcierto ante las palabras de Po. Lo tenia de frente pero Po no la estaba mirando en esos momentos.
Po miraba como los cinco se retiraban poco a poco, agotados. Tenia la espalda curvada, su brazo estaba recargado en la mesa con su mejilla reposada sobre su puño. Una sonrisa risueña y una mirada cansada por el alcohol y el sueño era lo que decoraba el rostro de Po en esos momentos, cuando por fin el resto de los cinco salieron el rodó sus esmeraldas a los ojos de Tigresa, que aun lo miraban fijamente aguardando por que diera la primera palabra.
ESTÁS LEYENDO
Cartas para Tigresa
FanfictionAun durante su aventura con las cuatro constelaciones Po quiere mantener a Tigresa informada sobre sus hazañas con sus alumnos mandándole cartas cada que tiene oportunidad y leyendo las que ella le responde. Capítulos cortos en su mayoría. Es mi pri...