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Incluso Shifu estaba esperando la llegada de los alumnos de Po. Había escuchado las buenas referencias por parte de la Emperatriz y no podía estar más curioso de aquellos niños que ya eran heroes y de como Po había llevado acabo su entrenamiento.

Hicieron una pequeña fiesta de bienvenida he incluso los ciudadanos estaban emocionados por recibir de nuevo al guerrero dragon y las cuatro constelaciones, pero mas emocionada estaba cierta felina a la llegada de su Panda.

Suspiro, había meditado en la mañana para mantener su calma y así no evidenciarse frente a todos sobre lo mucho que ansiaba el regreso del maestro dragon, pero de poco había servido pues apenas escucho a el y a los niños subiendo las escaleras su rostro se tenso y trago saliva.

No pudo controlar que su mirada pareciera algo molesta, era la única forma que encontró de controlar sus nervios.

—wooh! Los cinco furiosos— Nu Hai cuchicheo cuando llego al final de las escaleras, Fang tong aun estaba recuperándose del camino, jadeando fuertemente.

—si, pero no tienen un estilo tan increíble como el mío— Nu hai y Jing le dirigieron una mala mirada a Bao, lo que lo hizo callarse y adoptar una postura rígida rápidamente.

Los cinco miraban con curiosidad a los niños.

Po se inclino haciendo un saludo de reverencia, sus alumnos los siguieron y los cinco furiosos respondieron de la misma manera.

—Estamos muy feliz de tenerlos aquí— dijo Víbora con su característica sonrisa, el resto de los cinco a excepción de Tigresa la siguieron para hablar con los niños mas de cerca.

—bromea!? Es todo un honor poder hablar con los cinco furiosos— Nu hai estaba tan emocionada que se controlaba para no dar pequeños brincos, los demás también mostraban admiración en sus miradas.

—es sorprendente que Po haya tenido alumnos, a nosotros casi nos mata la primera vez que trato de entrenarnos— Mantis hablo, lo que provoco las risas de todos excepto de Víbora y Tigresa, por ende tampoco la de Po que hizo una leve mueca de disgusto.

La mirada de Po se había dirigido sutilmente hacia Tigresa desde que la tuvo al alcance de su vista, y se había sorprendido de verla con el ceño fruncido, no esperaba que rebozara de alegría, claro que no, pero esperaba algo mas...neutral.

Los cinco furiosos cuchicheaban con las constelaciones, estuvieron un rato hablando de los mucho que los admiraban y de las mil historias y batallas que habían escuchado de ellos. Po aprovechó ese momento para apartarse y llevarse a Tigresa de ahí. Se alejó sutilmente del grupo y se puso al lado de ella quien había permanecido en silencio por un rato, Nu Hai estaba tan nerviosa que ni se atrevió a hablarle directamente.

—Tigresa ¿podemos hablar?— trato de decirlo de la manera mas cautelosa posible, pero ella noto como la mirada de Víbora se desviaba hacia ellos.

Rápidamente la felina se las ingenió para salvar la situación de las sospechas de víboras— si, tengo muchas cosas que contarte sobre el palacio, sera mejor hacerlo ahora—

Po, tan bueno como era con las indirectas, no entendió nada. Al contrario, pensó que Tigresa estaba tratando de evitarlo o que realmente no tenía muchas ganas de verlo. Tigresa se alejo de ahí siendo seguida por el Maestro Dragon, entraron al palacio y caminaron en silencio hasta estar en el área de los dormitorios.

—eh...¿realmente vamos a ver el papeleo? — ansioso, ver papeleo era lo que menos quería hacer. Quería hablar con la felina, pero no de trabajo, quería abrazarla y decirle lo mucho que la había extrañado durante el viaje. Cuando levanto la mirada, vio que los ojos de Tigresa estaban en blanco.

Cartas para TigresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora