AkaFuri en múltiples tonos.

No love I

Historia que tenia hace tiempo planeada y ahora salió de mi. Se supone que iba a ser mas larga pero no creo que dure mucho.

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A pesar de los años el no había olvidado nada de lo ocurrido.

Tal vez por eso se sentía incapaz de amar como antaño. Todos esos sentimientos habían muerto desde aquel momento.

Su corazón se endureció como una piedra. Y aunque pareciera el mismo sus acciones estaban previamente calculadas. O al menos eso creyó.

No quería volver a caer en un sentimiento tan absurdo como el amor, que era prácticamente algo que por más tentador que se viera no era más que ponzoña que envenenaba el alma y lo tenia claro.

Esa persona no le amaba. Tenia que convencerse de ello. Por eso había ideado aquel plan, por eso se había entregado a este. No le interesaba que pasaba después. Si después se iba con otras personas, si le decía que todo fue premeditado para ir a la cama, le daba igual.

O al menos se convenció de que así era.

Salió de la cama con dificultad, habían tenido sexo casi toda la noche y las piernas le temblaban, las sentía como gelatina y sumamente pesadas, así como todo su cuerpo.

Tenía que admitir que el maldito si sabía follar como nadie que hubiera conocido y que tenia buena técnica.

Se dirigió al baño y se limpio el semen que salía de su cuerpo dándose un buen baño. Aunque sabia que un buen resto se quedaría dentro de si y eso es lo que quería.

Se puso la ropa interior después del baño y se miro al espejo: Su cara parecía triste y sus mejillas rojas, como si aun estuviese completamente enamorado. Idiota y mil veces idiota. Ese imbécil que esta en la cama nunca te a amado, entiéndelo de una buena vez Furihata Kōki.

Golpeo el espejo de un puñetazo rabioso de su propia expresión, su puño se lleno de sangre con los pedazos de vidrio incrustados en su mano.

El ruido despertó a la persona que estaba en la cama y Furihata hizo un ruido de molestia. No debería ser tan malditamente impulsivo.

―Kōki ¿Estas bien? ―La expresión de su compañero de cama era realmente preocupada, al ver su mano con sangre su expresión se hizo aun más pronunciada. ― ¿Qué paso?

Deja de mentir maldito hipócrita. No creo en tu rostro preocupado. Pensó Furihata lleno de rabia acumulada.

―P-perdón soy muy torpe Akashi-san. Se me rompió el espejo sin querer...

―No te preocupes Kōki y no me digas Akashi-san, te dije que a partir de hoy somos novios, solo dime Sei.

En tus sueños rata inmunda.

―Lo siento, es que me cuesta creer que usted sienta algo por mí, sobre todo por lo ocurrido hace años.

Akashi suspiro, ese había sido el peor error de su vida. Abrazo a Furihata con mucho cariño acariciando su cabello con ternura.

―Sé que es difícil para ti creerlo, pero de verdad te amo. Solo te amo a ti Kōki.

Furihata se obligo a ser fuerte, a no caer en sus palabras falsas, aun así, lagrimas acudían a su rostro. Maldita sea. Por más que lo había intentado negar a sí mismo, aun amaba a Akashi y por eso más lo odiaba y se odiaba a si mismo.

Sin embargo, no retrocedería a lo que haría. Se vengaría.


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Años atrás después de la fiesta de Kuroko, Akashi se había acercado a él de una manera sutil, como coqueteándole. Furi nerviosamente no se había negado, porque en primer lugar le daba mucho miedo de presencia, pero después de eso Akashi no le pareció tan temible y tuvieron un par de citas, logrando con el pasar del tiempo y con el trato mutuo ser pareja.

Furihata estaba completamente enamorado del pelirrojo, le parecía admirable e increíble, era la definición de perfección. No podía pensar en nadie más y todos en Seirin lo sabían, aunque se hacían como que no por el bien de Furihata y no incomodarlo.

Al final de ese segundo año ocurrió la desgracia con la ida de Kagami Taiga a los Estados Unidos.

No solo Kuroko quedo con el corazón roto.

Akashi había aprovechado que Kuroko estaba sin este para seducirlo. Furi al enterarse quiso morir por dentro.

Después de eso jamás le contesto una llamada, un mensaje o incluso las visitas.

Lo bueno o tal vez no tanto es que se tuvo que mudar de Tokio a Hokkaidō por cosas del trabajo de su padre. Así que aprovecho de desaparecer del mapa. Como si nunca hubiese existido. No le dijo a nadie donde viviría ni nada. No quería nada que le recordara el pasado. Ni siquiera a sus amigos, porque eso seria ver a Kuroko y por algún motivo y aunque este no tuviese la culpa de nada, tampoco quería verlo.

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Ahora Furihata era un adulto y la verdad al ver a Akashi de nuevo, fingió no reconocerlo, pero este al verlo de inmediato se acercó a él. Kōki en un momento trato de hacer una conversación mundana como que no le importaba ya lo que hubiera ocurrido en un pasado, pero si que le afectaba.

Odiaba encontrarse con la persona que le rompió el corazón tan amargamente.

Akashi trataba de volverse a acercar a Furihata, pero este obviamente rechazo sus intentos, aunque eso parecía que Seijūrō retomara las ocasiones de acercarse a él.

Y entonces ocurrió lo que no había planeado: Tenia una deuda enorme que pagar y no sabia de donde sacar el dinero.

Así de pronto su venganza se creo en su mente: Se dejaría "seducir" por Akashi.

Después de varios meses de insistencia habían acabado en la cama follando muchas veces. Furihata creyó que lo llevaría a un motel, pero Akashi mostrándole que iba en serio, lo llevo a su propia casa.

Pero Furihata ya no le creía ninguna palabra que dijera.

Ahora solo seria el instrumento de su venganza.
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Apareció después de unos meses en la casa Akashi. Furihata después de esa noche se había esfumado de una manera tan astuta que nadie supo su rastro sino hasta ahora.

Masaomi Akashi miro con incredulidad los papeles frente sí.

―Entonces tu...

―Puede hacer las pruebas de ADN que quiera, este hijo que llevo es de Seijūrō, si quiere puedo desaparecer para siempre de la vida de este por una buena suma de dinero. Irme con este niño a donde nadie nos conozca, no importará. ―Resoplo ― Y si intenta hacerme algo estoy enviando una grabación que será enviada inmediatamente por toda la red, donde diré que Masaomi Akashi mato a su nieto.

El hombre mayor puso un rostro preocupado, no tanto por la amenaza, sino por la actitud fría de Furihata.

―Sabes que Seijūrō te ama ¿No?

―Por favor ¿Amarme? ―Hizo una mueca adolorida― Eso es una estupidez. El prefiere a Kuroko, ese es el tipo de persona que realmente le gusta no yo. Necesito el dinero ya.

Hubo un semblante preocupado en el hombre ¿Por qué Furihata necesitaba tanto el dinero al punto de embarazarse?

―Puedo darte todo el dinero que quieras, pero quiero que mi nieto crezca bien, quiero verlo seguido y eso no se lograría si te vas lejos ¿Aceptarías casarte con mi hijo para ello?

― ¿EH?