¿San Valentín perdido?

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No imaginó que al abrir la puerta encontraría aquel desastre. Mucho menos a su novio perfecto encogido de esa manera ¿Qué era lo que había ocurrido? ¿Qué podía pasar para que Akashi Seijūrō estuviera de esa manera? El acababa de ir a casa de Kuroko para hacer un chocolate a Akashi por San Valentín, sin que su novio lo viese, quería darle una sorpresa al llegar al departamento donde convivían ambos, sin embargo, el sorprendido era él.

Tocó suave el hombro del mencionado quien pareció despertar de su trance y miro a Kōki. Le entrego algo que había tenido firmemente agarrado en sus manos, era un chocolate que tenía en un bonito empaque. Furihata sabía que a pesar de lo lindo que se veía casi de industria era artesanal.

─Ha sido un desastre...─Akashi habló antes de que Furi le preguntara─ los encargados de mi padre querían convencerme a toda costa de que debía irme con ellos. Empezaron a romperlo todo y querían también romper tu regalo, obviamente lo impedí hasta que se fueron hace muy poco. Me preocupa que no te hayas encontrado con ellos.

─La verdad no me fijé, pero me parece muy bajo de tu padre que haga esto.

─Él quiere separarme de ti Kōki. ─Su voz sonó baja y apesadumbrada mientras tenía la mirada hacia el piso.

El mencionado parpadeo algo dolido de escuchar eso.

─Tal vez deberías, es lo mejor para ti y es lo que tu padre quiere.

─Kōki, yo te amo. No digas eso. Es lo mismo que mi padre dice, que es lo mejor... ¿Por qué es mejor? Porque si no me enamoro me puede controlar a su antojo.

─Pero te está haciendo daño.

Fue abrazado por el pelirrojo de pronto, correspondió de manera torpe el abrazo mientras el sol de la tarde se colaba por las ventanas cubriéndolos en parte con su luz amarillenta media anaranjada.

─Me preocupa más que te hiciera daño a ti Kōki. Eres lo único que realmente ha despertado sentimientos puros en mí además del baloncesto.

─Pero, no quiero ver en líos a Sei. ─Su voz sonó algo quebrada, en verdad que era doloroso pensar en que su novio sufría y más al saber que era por causa suya.

Ambos permanecieron callados, abrazándose un buen rato sin ganas de hablar, botando un par de lágrimas en el silencio de la tarde, las nubes afuera cubrieron la tarde y más pronto que tarde empezó a llover.

Furihata se separó de pronto y le entrego la cajita que había traído.

─Este es tu chocolate, no soy muy bueno haciendo cosas artesanales así que lo siento si no quedo perfecto.

─Está bien Kōki, este chocolate es perfecto para mí.

Ambos se sonrieron. Sin embargo, Furihata pensaba en que sería el último chocolate que se compartirían. No podían seguir así, con un padre que amenazaba constantemente a su hijo para separarse de él.

No estaba bien. Debía acabar con eso largándose lejos, era la mejor decisión que podría haber tomado.

Y así lo hizo.

Años después un joven castaño nuevamente pasaba solo el Valentín nuevamente

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Años después un joven castaño nuevamente pasaba solo el Valentín nuevamente. Era recepcionista de un elegante hotel de cinco estrellas. Ese día en especial lo tenía bastante ajetreado así que no podría preocuparse tanto de celebrar una fecha como esa ¿Que era para el después de todo? Una fiesta consumista después de todo, así como lo era navidad.

Su jefe el dueño del hotel llamó su atención para avisarle que vendría alguien muy importante y tendría que darle prioridad y el mejor servicio.

Furihata asintió muy nervioso la verdad, aunque su jefe nunca se había quejado de su trabajo siempre podía quedar espacio a un error. Ahora que venía alguien muy importante seguro sus nervios lo traicionarían y hablaría de más.

Negó rotundamente, no debía pensar en lo negativo. Se arregló más de lo que estaba para verse bien presentable y empezó a ordenar todo para ver que su cliente no encontrara nada fuera de lugar y estaba en eso cuando sintió unos pasos tras haber abierto la puerta y de inmediato hizo una reverencia de saludo.

─Bienvenido a nuestro hotel Stars. Espero que su estancia sea agradable presidente de Red corp.

─Vaya, que buena presentación. Además, hecha por un conejito perdido.

Furihata parpadeo, esa voz se le hacía muy conocida, pero tuvo miedo de alzar la mirada. Su corazón latía ansioso al haber escuchado tanto que no quería decepcionarse al verle y darse cuenta que no sería él. Sin embargo, al levantarse de su reverencia y mirarlo pudo comprobar que era Akashi Seijūrō, más guapo que nunca con un cabello peinado hacia atrás que le daba un toque más maduro y elegante. Su corazón tenía razón, siempre la tuvo.

─A-Ah...Akashi-sama...─Debía hablar más formal por una cosa de que aún estaba en el trabajo. No podía llevarse por sus sentimientos, además él había huido dejando a Akashi solo. Era una persona horrible, pero verlo otra vez después de tanto tiempo hacía que su corazón latiera como loco.─ Su habitación está reservada es la nueve.

Iba a buscar las llaves dándose vuelta para entregárselas, pero el pelirrojo lo tomo de la cintura para girarlo hacia él y le toma del mentón para verle a los ojos.

─ ¿Por qué te fuiste Kōki? ¿No fui suficiente para ti?

Quedo sin aire como si Akashi se lo quitara al verle así de ese modo.

─Al contrario tú siempre demasiado para un chico simple como yo. No podía permitir que tu padre siguiera haciéndote daño.

─Haberte ido me lastimo más que cualquier otra cosa Kōki. Tú eras mi apoyo, lo que más amaba, te busque mucho.

Los ojos de Furi se aguaron un poco. Estaba con miedo, no podía definir de qué, tal vez de escuchar palabras de odio por parte de la persona que siempre amó.

─Yo en verdad...lo hice por tu bien...

Seijūrō lo tomo del mentón y le hizo mirar a los ojos, Kōki en verdad estaba aterrado y se notaba en su mirada.

─Ahora te encontré y tendré mi venganza.

─ ¿Ven...?─ No alcanzo a decirlo completamente pues fue acallado por un beso que le hizo revivir emociones que creyó perdidas hacía mucho tempo. Correspondió con amor abrazándose fuertemente a Akashi quien aún lo sujetaba de la cintura.

─Me cobraré todos los San Valentín perdidos Kōki, voy a darte todo el amor que tengo guardado para ti ahora que nadie lo puede impedir. Tampoco dejaré que huyas nunca.

Furi no se atrevió a preguntar porque decía eso, ni tampoco le importaba esta vez, puesto que al haberlo besado sentía una emoción y una dicha en su pecho que simplemente era como una flama que había vuelto a encenderse y no se volvería a apagar.

─Puedes hacerlo...yo no quiero huir. No más.

─Solo lo haré si me dices que me amas.

Furihata sonrió y mirándole directamente hablo desde los sentimientos más fuertes de su corazón.

─Te amo Akashi Seijūrō.

AkaFuri en múltiples tonos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora