Kōjirō

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 Dedicado a @aiakafuri por su cumpleaños,  aunque muy atrasado. 

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Kōki hace poco había cumplido 18 y ya buscaba un departamento para vivir solo, aunque su familia realmente no quería que se fuera. Le decían que no era necesario, pero Furihata quería independencia y aprender a ser alguien responsable.

No recordaba exactamente como fue como pasó, pero de pronto estaba cuidando de su supuesto hermano menor.

Ese día había comenzado con una fuerte tormenta, incluyendo unos rayos bastante luminosos que hacían rugir desde el cielo hasta el suelo, que amainó cuando las horas fueron pasando. En la hora que Kōki fue mandado a hacer las compras apenas una leve llovizna caía.

En ese momento fue que vio a un muy pequeño niño que estaba luchando con el viento, pues si bien no era que hubiese un viento tan poderoso, para un chico tan pequeño como aquel, sostener un paraguas debía costar. Furihata le bloqueo el viento con su propio paraguas para que el niño pudiese sujetar bien el suyo. Cosa que el pequeño logró y le sonrió a Furihata, agradeciendo, pero con una voz que parecía de bebé, de hecho, estaba seguro Kōki que ese niño no debía de tener más de dos años, si no es que tenía mucho menos ¿Qué hacía en la calle? ¿Y sus padres donde estaban?

Tragó saliva, no quería que lo tacharan de secuestrador, pero con ese clima no era bueno dejar a un niño solo, lo llevaría a casa primero para darle algo caliente y luego llevarlo a la policía para que se encuentre con sus padres. Esperaba que estuviese haciendo lo correcto cuando lo tomó para cargarlo.

―Vendrás conmigo un poco. No te asustes, no te hare nada malo, soy una buena persona...aunque no estoy seguro si me comprendas.

―¿b'ena pe'sona? ― El pequeño ladeo la cabeza sin comprender mucho, pero no parecía tenerle miedo a Kōki en absoluto.

―Si, buena persona, aunque no lo crean tus padres... que irresponsables de dejar a un niño tan pequeño solo ¡Tsk! ― Caminó con un poco más de prisa, la llovizna de nuevo se estaba convirtiendo en lluvia.

―Pad'es...¿Papá?

―Si, tu papá ¿Recuerdas como se llama tu papá?

―Papá...―Bostezó el niño mientras repetía la palabra, aferrándose a Furihata mientras este último suspiró, pensando en el pobrecito niño, se notaba que el pequeño tenía frio y sueño, por suerte ya estaban cerca de casa.

Abrió como pudo y cerró los paraguas de ambos, esperaba que sus padres no lo juzgaran por traer a un pequeño, casi un bebé a casa, ni siquiera estaba seguro de poder inventar una excusa que sonara como algo plausible a estas alturas.

―Kōki, por fin llegas ya casi esta lista la cena. ―La madre de Furihata se asomó y luego frunció el ceño― ¿Por qué dejaste que Kōjirō se mojara tanto? Tienes que aprender a ser un mejor hermano, él insistió en acompañarte a comprar ¡¿Acaso quieres que se resfrié o tenga una hipotermia?!

Furihata estaba sorprendido ¿De quién hablaba? ¿Quién era Kōjirō? Pero su madre le arrebato al pequeño niño de los brazos mientras aún estaba un poco en shock.

―¿Qué haces paradote ahí como un tonto? Trae unas toallas para secar a tu hermano. 

 

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