Celoso

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Matthew sintió un nudo en su estómago al ver a ese hombre desnudo sobre Jin. Era un sujeto con el cabello rubio y cuerpo tonificado, no podía apreciar su rostro y tampoco es como si quisiera verlo. Suficiente tenía con saber que Jin cumplió su promesa de buscarse otra persona debido a su rechazo y el escultor apretó un poco los puños.

Las ventanas estaban abiertas de par en par y a ninguno de los dos parecía importarle.
¿Jin era consciente que él podía verle? No podía confirmarlo pero de lo que sí estaba seguro Matthew es que Jin no se andaba con tonterías. El iba directo al grano, nada de cortejo o palabras bonitas, simplemente quería sexo.
Y lo confirmó porque no se abrazaron ni besaron, el hombre comenzó a acariciar el torso de Cheung Woo de forma erotica y él por supuesto que se dejó hacer.

Matthew sabía que no debía de mirar pero sus ojos no podían apartarse del magnífico cuerpo de Jin quien sonreía muy leve y agachó al amante hasta colocarlo cerca de su estómago.
El escultor dió la vuelta cubriendo su boca, una parte de él quería seguir mirando para ver hasta donde era capaz Jin en su aventura y la otra le pedía ir a toda velocidad a la casa, golpear esa puerta y sacar al intruso que tocaba a su hombre hermoso.

—Maldición...¿por qué siento esto?

Matthew respiró profundo y decidió mirar otro poco. El hombre le daba besos a Jin por su vientre bajo sabiendo a donde se dirigía; tan enojado y concentrado estaba Matthew que no se dió cuenta que Woo se percató de su presencia desde el inicio.

Jin detuvo al hombre, cogió su rostro con fuerza para alzarlo y le dió un beso muy lento. Pasaron unos segundos y Jin lo miró de forma intensa con sus bellos ojos azules. Esto le provocó furia a Matthew y por muy extraño que fuera, también lo excitó.

¿Por qué me miras cuando estás besando a otro hombre?

Jin parecía disfrutar que Matthew los viera, sus ojos cautivadores jamás abandonaron su rostro y eso fue lo que terminó por descomponer al escultor.

¡Suéltalo!

Raynor dio vuelta y salió de su departamento a toda velocidad. No había explicación para los celos que sentía en este momento pero en su cabeza lo único que circulaba era que quería golpear al tipejo.

Jin sonrió muy complacido porque su juego funcionó a la perfección, pudo percibir la mirada furiosa del universitario sobre ellos y esperó por el espectáculo dé Matthew.

Apenas si dió un par de golpes por la reja de entrada cuando los subordinados de Jin se fueron sobre el escultor para callarlo.

—¡Suéltenme!—Grito Matthew

—¡Hey! ¿Qué te ocurre niño? ¿Por qué haces escándalo?

—¡Quiero ver al señor Jin!

—Él esta ocupado y será mejor que regreses después.

—¡Quiero verlo ahora!

—Ya te dije que no y...espera, ¿no me digas que vienes por el cobro de tus lentes?—preguntó uno de ellos

—¡No! No es por eso.

—Entonces has el favor de irte de aquí.

Ambos guardaespaldas rieron por ver a Matthew muy rojo de la cara, era claro que el estudiante también quedó prendado por el jefe. Esto ocurría seguido y ellos alejaban a esos hombres que parecían como abejitas buscando a la dulce miel del señor Cheong  Woo.

Matthew hizo otro intento por querer entrar pero solo consiguió que lo empujaran más fuerte y casi se caía al piso.

—¡Hey! ¡¿Por qué se meten 2 contra uno?!—gritó el vecino que se acercó a toda velocidad con Matthew para auxiliarlo.

Con solo una mirada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora