Dragones

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Krysthen se posicionó frente a ambos dragones y comenzó a cantar, era una melodía suave y muy hermosa que contenía varias palabras en el idioma antiguo, bailaba magestuosamente alrededor y una pequeña luz blanca comenzó a rodearla, los dragones comenzaron a encogerse poco a poco hasta llegar al tamaño de un dragón de seis meses, para entonces, la joven princesa estaba de rodillas en el suelo respirando agitadamente mientras que sostenía con ambas manos su corona y la de su hermano mayor, absorbiendo la energía que guardaban ahí cada noche, pero no era suficiente y pronto su fuerza se quebranto, Krystopher de inmediato corrió hacia ella en cuanto la luz dejo dejo de rodearla, sabiendo que el hechizo requería mucha energía aun para ella, y llego justo a tiempo para evitar que su cabeza se estrellara contra el suelo, la sostuvo entre sus brazos y luego metió su energía en las preciosas joyas de sus coronas, ella absorbió la energía a través de las coronas y se recobró lentamente.

-¿Estas bien? -Pregunto Krystopher preocupado.

-Si, ya me siento mejor, gracias, ¿El hechizo funciono?.

-De maravilla, mira.

Ella volteo hacia donde le indicó su mellizo y observo a un Kira y una Akira de la mitad de su tamaño original, sonrio hacia su trabajo bien hecho y se quedo dormida para restaurar su energía un poco mientras su hermano le cantaba una canción de cuna que ellos mismos habían escrito.

Se despertaron únicamente para escuchar el maravilloso rugido de Saphira que los llamaba para reunirse en el puerto, se incorporaron lentamente y Krysthen estuvo a punto de caer cuando su hermano la volvió a sostener, esta le agradeció y subió fácilmente a su montura, ya no tuvieron que decir ninguna palabra mágica, pues los dragones estaban justo a la altura, se ataron las piernas y los dragones se elevaron de un poderoso salto, sorprendidos por su nuevo tamaño.

Te daremos de nuestra energía para que tu padre no se preocupe tanto.

Gracias Akira, me hará mucha falta.

Y así en el camino fue poco a poco absorbiendo esa energía de los dragones y convirtiéndola en propia, atravesaron las enormes montañas que se alzaban al norte de Dras-Shur'tugal, y de inmediato pasaron el verde valle repleto de flores donde solían ir a jugar de pequeños luego vieron la ciudad y el puerto de mármol blanco donde se lucían las escamas de la dragona azul y el dragón verde.

Aterrizaron al lado de ellos y vieron el enorme barco Islingr por primera vez desde que la primera generación de jinetes se había ido, se desataron las piernas de la silla y bajaron de un salto, Eragon observo a Kira y Akira y murmuro algo ininteligible, luego volteo a ver a su hija pequeña con una expresión preocupada, pero al ver que se encontraba bien suspiro aliviado, unos minutos antes de que atracaran en el puerto observaron un dragón rojo del nuevo tamaño de Kira y Akira, que volaba a gran velocidad hacia el puerto seguido de otros cuatro, que trataban de alcanzarlo, el dragón rojo aterrizó y su jinete bajo, era un joven elfo de cabello rubio y ojos azules, era delgado y sus facciones eran muy finas, era muy hermoso ante la primera vista.

-Atra esterní ono thelduin -Pronunció Eragon con el saludo cordial de los elfos

-Mor'ranr lífa unin hjarta onr -Replicó el joven Elfo -Mi nombre es Elska, soy hijo de
Fiolr Kónungr, y hermano menor de Linen.

-Vaya un placer conocerte, te pareces bastante a tu padre.

Mientras Eragon decía esto llegaron los demás jinetes con sus dragones de todos colores y lo miraban nerviosos sin saber que hacer, Islingr atraco, y los instructores bajaron, Krysthen salió corriendo y abrazo a Karey emcionada, Krystopher nervioso se quedo entre Kira y Akira, esperando a que su pequeña hermana volviera a su lado, lo cual sucedió pronto, ya que no les gustaba estar separados, Eragon se presentó y Arya a su lado hizo lo mismo Fírnen y Saphira se limitaron a gruñir como saludo, y los mellizos hicieron una elegante reverencia, los jóvenes jinetes se presentaron y dijeron los nombres de sus dragones, Elska el primer elfo y su dragón rojo Delier, Vanyali el segundo elfo y su dragona gris Kim, Gala la humana y única mujer y su dragón violeta Lass, Rox el enano y su dragón café Mik y por ultimo Josk el Úrgalo y su dragón azul oscuro Aer.
Todos los nuevos jinetes observaban curiosos a los mellizos quienes ya se estaban sintiendo incómodos ante tanta interacción social y miradas, acto seguido Eragon quien ya conocía el protocolo a seguir llevo a los jóvenes jinetes hacia el castillo y mostró sus alrededores, para que se acostumbraran al lugar, y pudieran andar solos por ahí sin perderse, cuando llegaron a la torre de vuelo los mellizos ya se habían escabullido en una distracción de su padre y habían vuelto a su habitación, de donde no planeaban salir a menos que fuera total y sumamente necesario, o, fuera hora de cenar.

Twin RidersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora