Capitulo 7: Nuestros nuevos socios.

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Lo seguí sigilosamente por uno de los tantos pasillos que puede llegar a tener esta casa, solo observando su espalda y pensando en cómo poder irritarlo para que pierda los estribos

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Lo seguí sigilosamente por uno de los tantos pasillos que puede llegar a tener esta casa, solo observando su espalda y pensando en cómo poder irritarlo para que pierda los estribos.

Llegamos a una puerta doble y nos detuvimos frente a ella ¿estaban encerrados aquí?

—Tienen el resto de horas para hablar, luego partiremos hacia Rusia para empezar el trabajo.

¡¿Rusia?!

—Espera ¿Qué acabas de decir...?

—No repito las cosas Ayla.

Estaba empezando a enojarme nuevamente, tiene un talento para hacer querer estampar mi mano en su rostro perfecto y eso era yo la quería molestarlo a él.

—Estas tonto si piensas que por un segundo vamos a irnos a Rusia con ustedes par de idiotas— su mirada no se suavizo ni por un segundo pero pude ver algo en su mirada que no entendía y me hiso sentir inquieta.

—No es como si tuvieran otra opción ¿no te parece?

No respondí.

Otra vez tenía razón, no podía hacer nada para resistirnos a esos términos de "trabajo" y más cuando estos tipos son peligrosos hasta la medula; aunque lo oculta bastante bien. Al no obtener respuesta de mi parte, se retiro camino hacia el final del pasillo, perdiéndose en él y dejándome una vez como una idiota frente a él.

Carajo

Estuve parada frente a esa puerta más tiempo del que debería, tratando de hallar una manera de salir de esta situación tan jodidamente loca, y no encontré ninguna ¿irónico? Bastante.

Sin más abrí esa puerta de una vez, encontrándome a mis personas favoritas en este jodido mundo, ambos estaban con cambios de ropa diferente y obviamente ajenos a ellos.

Estaban bien...

Sentí una presión en mi pecho y unas inmensas ganas de llorar me invadieron, yo no podía perderlos, son todo lo que quiero tener en mi vida y si algo les hubiera pasado no me lo hubiera perdonado jamás.

Estábamos en una sala muy simple pero un tanto espaciosa y vacía se podría decir, con sillones, mesas decorativas y una chimenea; que estaba encendida.

El ambiente se sentía tan bien, que no pude evitar soltar un suspiro cargado de relajación y algo de ansiedad.

Hice tanto ruido que las dos personas que estaban adentro reaccionaron dándose la vuelta en mi dirección, haciendo que por inercia les diera una sonrisa nerviosa. Ambos apenas reaccionaron que se trataba de mí, se apresuraron a llegar a mi sitio y envolverme en un abrazo.

Los necesito tanto

No pude evitar soltar algunas lágrimas de alegría y frustración, por todo lo que estábamos pasando. Me descargue y los abrace mucho más fuerte.

LADRONES [Ilegal #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora