Tres amigos de toda la vida trabajando juntos, pero no en un trabajo cualquiera, estafaban a personas adineradas ya sean políticos o traficantes.
Explotaban sus especialidades en sus planificaciones.
Hasta que se metieron con la familia equivocada.
...
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Mi mirada no se despego de sus ojos por ningún momento, sentía que habíamos cometido errores desde que pisamos Alemania, desde que entramos a esa jodida cena y hasta que tuve que meter mis narices donde no debía.
Esos ojos celestes como el mismo cielo me miraban de manera tan divertida ¿Qué mierdas le parece gracioso? ¿Se está burlando de nosotros? Tenía tantas ganas de golpearlo en su maldito rostro para borrar esa sonrisa santurrona que tenia ahora mismo ¡Carajo!
Ignoramos completamente su pregunta por qué estábamos en algún tipo de trance ante esta situación, pensábamos que íbamos a poder huir de estos tipos y lo único que logramos fue hundirnos más, matando a dos hombres en el proceso.
Mi mirada sigilosamente cayó sobre mis dos amigos que estaban sosteniéndome y totalmente tensos ante la escena que se empleaba a nuestro alrededor. Aarón miraba con rabia al tipo frente a nosotros, sus manos en puño y sosteniendo mi cuerpo mucho más firme que antes. Edurne a diferencia miraba todo tan asustada y confundida, presentía que quería solo llorar ante esto, ya que la conozco y sus emociones siempre la superan.
— ¿Se van tan pronto? —Pregunto el sujeto otra vez —Pensé que la diversión apenas empezaba.
Su acento llamo mi atención, sonaba muy extraño, su ingles era casi perfecto pero había rastros de que no era alemán.
Por alguna razón su visión solo se enfocaba en mí y no en mis amigos, quienes estaban junto a mí. Como si los estuviera ignorando o simplemente no tuviera interés en ellos.
Su postura se enderezo hacia nosotros y dio un paso al frente en dirección nuestra, por acto de reflejo me solté de los chicos y me posicioné, como pude, delante de ellos de manera protectora. Aun no sé cómo es que podía mantenerme de pie, ya que la adrenalina de la pelea estaba disminuyendo, lo que me estaba ocasionando bastante dolor.
El hombre delante de mi freno su paso y me inspecciono sin ningún tipo de disimulo, por alguna razón no me sentí asqueada de la forma tan descarada en la que me miraba, como normalmente pasa. Mi vestido todo rasgado y manchado de sangre, estaba hecha un desastre, me atrevo a decir que es eso lo que llamo su atención.
Estaba acostumbrada a ese tipo de miradas de parte de los hombres, pero la que él me estaba dando iba cargado de desafío y lujuria. Me estremecí cuando volvió a enfocar mis ojos, volviendo su semblante completamente serio.
— ¿El ratón les comió la lengua? Es de mala educación no contestarle a quien le está hablando.
Sonreí —Vete a la mierda imbécil — Escupí de repente el pensamiento que quería decir, desde que vi su estúpida cara detrás de la puerta a mis espaldas.
—Vaya, que boca tan afilada tienes ¿disgustada con su estadía aquí? —Dio otro paso hacia mi— Hasta tenían una habitación para ustedes solos.
— ¿Qué es lo que quieres de nosotros? —solté.
Sus ojos se despegaron de mí por primera vez desde que me vio, esta vez enfocando a Aarón y Edurne que seguían atrás de mí.