Katsuki.

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POV Bakugō.

En el momento en que Midoriya desapareció de mi vista, me encamine directamente al baño para poder pensar en las cosas que han pasado desde la maldita simulación de mierda. Cada momento es una caída con muchas piedras en el camino y conociendo a Maeda, está esperando afuera de mi casa, por consecuencia pueden suceder dos cosas: que acepte a ir con ella a conversar mientras comamos algo o que la bruja de mi madre la deje pasar cuando se dé cuenta de que ella se encuentra allá afuera.

Conforme fui pensando pasee por toda la recámara; me recargue en el lavabo, me senté en la tasa del baño e incluso me metí en la bañera y no sé por cuanto tiempo repetí esa rutina hasta que un ruido llamo mi atención, se escuchó un sonido fuerte proveniente de la parte frontal de la casa y por obviedad salí de inmediato del lugar de donde estaba para asegurarme de que Maeda no estuviera adentro.

Lo que no me esperaba, fue que mi madre estuviese frente a la puerta de la entrada platicando con Maeda. Conociendo a mi madre, la va a hacer pasar y tengo que evitar eso.

—¡Bruja! —llame su atención de manera instantánea y provoco que empezara una discusión con ella acerca de mis preciados "modales" que ella me inculco de niño. Nunca me enseño eso.

De todas maneras, lo inevitable pasó. Maeda se encuentra en mi habitación, que, por cierto, se encontraba muy desordenada. Mis cajones y la ropa que dejé la noche de ayer estaban esparcidas por la habitación y en uno de los cajones, tenía una nota de la detestable hermanastra de Midoriya preguntándome sobre la gran decoración que ella había hecho con mi dormitorio. Claramente explote el papel con una de mis manos mientras lanzaba maldiciones en voz baja.

—Pensé que eras más ordenado, musulmán —comento con su típico humor barato.

—Yo no fui, Midoriya y su hermana se quedaron a dormir anoche.

—Eso es socpechosho —menciona mientras mira para todos los lados posibles en busca de algo. A veces puede ser un poco rara.

—Fue idea de mi madre que se quedarán, así que no insistas en hacer más preguntas.

—Aish, sigues siendo igual de aburrido.

No tengo las ganas para estar discutiendo con Maeda y decidí ignorarla en lo que arreglo este cuchitril; me tengo que vengar de una o de otra manera de esa estúpida extra llamada Alexa.

De manera rápida puse todo en su lugar sin doblar la ropa. No me quiero arriesgar que ella vea mi ropa interior y sus burlas sean al doble.

—No estoy de humor para tus bromas de mierda —le dije al momento en que el último cajón estaba en su lugar.

—Huy, ese mal genio y esas palabrotas viniendo de ti, para mí es un gran alago.

¡Oh vamos! Ahora que no nos ve nadie saca relucir su verdadero ser, en público puede ser una agradable flor que baila con el viento; sin embargo, cuando estamos solos se vuelve una burlona de primera y solo la soporto porque he aprendido a sobrellevarla con mi personalidad.

—Oye, oye. Esa chica... Ammm ¿Qué es de ti? —me pregunta con un tono de preocupación.

A ver, a ver, primero está con sus bromas pesadas y ahora esta con sus preguntas raras. Acaso me quiere volver loco solo porque la evite por muchos meses, era obvio; Se me declaro semanas antes de que nos graduáramos de esa asquerosa escuela de cuarta, claramente no se me hacía cómodo verla o escuchar sus comportamientos bipolares.

—Esa chica...

Le respondí con una parte de su oración e incluso alargué la última silaba para dejarla al aire.

¿Deku es una chica?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora