¿Deku es una chica?

Situaciones incomodas

POV Izumi.

Los rayos del sol golpeaban mi cara, sintiendo como su luz y su calor me van despertando poco a poco... Me muevo de mi lugar e invado el lugar de mi hermanastra el cual no le da la luz. Recargo mi cabeza en uno de sus hombros en lo que voy girando mi cuerpo para poner una pierna y un brazo mío encima de ella con tal de acomodarme y poder dormir otro rato.

Últimamente ha estado muy frio en las mañanas y me daba flojera volverme a tapar. Como Alexa siempre desprende mucho calor aprovecho para que sea una calefacción humana. La mayoría del tiempo estoy pegada a ella, ya que yo soy muy friolenta.

El calor que ella desprendía hacia que me ganara otra vez el sueño, y se incrementa más solo por la suavidad de su piel...

—Izumi, quítate de encima. —escuche decir a Alexa.

Lo que hice fue acurrucarme más a su cuerpo.

—Iremos tarde a la escuela Izumi. —insistió otra vez.

—Mejor quedémonos a dormir, quiero seguir en mi calefactor y almohada personal. —dije un poco adormilada.

—Vamos, mi madre ya me advirtió que si en el instituto no me aplico o llego tarde me va a quitar mi mesada... ¡Izumi!

Con sus palabras intentaba quitarme, aunque, eso no funciona en estos casos. Ella se empezó a mover con tal de quitarme de encima y suspiro al no tener éxito.

—Me obligaste a hacerte lo que menos te gusta que te hagan.

Sus manos fueron a parar a mis costillas y comenzó a frotar sus dedos en dicha zona. Mi cuerpo se estremeció, mis labios se apretaron y los espasmos se hicieron presentes. Trataba de evitar reírme, pero se me hacía imposible contenerla.

—Pa... Pa... Para... Alex. —le decía mientras que mis carcajadas no pasaban desapercibidas.

Con los movimientos bruscos que hacía, hacían que mi playera y la suya se levantaran poco a poco. Así mismo, di una vuelta completa en cuanto logre zafarme aplastando totalmente a mi hermana, pero por desgracia, fue tan fuerte que me termine cayendo de la cama y trate de sostenerme de algo o más bien de alguien. Alexa termino encima de mí, bueno, detuvo su caída poniendo sus manos sobre las mías que estaban recostadas en el piso y al mismo tiempo a los costados de mi cabeza. También se apoyó con sus rodillas para evitar aplastarme, sin embargo, estaba totalmente atrapada por culpa de su cuerpo.

El aliento se me salía demasiado rápido por tratar de recuperar el aliento. Su cabello plateado tapaba su cara y la mía. Sentía su respiración totalmente calmada y puedo asegurar con que intenciones tiene con esta vergonzosa posición.

—Vaya, vaya. Pareces una chica cualquiera, pero en realidad si estas bien buena, no te veía hace cinco meses porque te bañabas cuando yo iba a la escuela, pero vaya cuerpo que generaste... Como me dan ganas de comerte en este preciso instante. —me alago a su manera, ya que la playera se me ha subido y solo tapaba mis senos, y después lanzo una pequeña risilla—. En estos momentos yo soy el depredador y tu eres mi pequeña y linda presa, así que voy a aprovecharme de esta oportunidad.

Ese tono en que dijo la última frase no me gusto para nada. Sus dedos pulgares acariciaban las palmas de mis manos son suma delicadeza y parte de sus muslos apretaron mis caderas.

—¿Quieres que continúe? ¿Queres qué te haga otras cosas y no solo acariciar tus manos delicadas? —me pregunto.

—No, quítate. —le conteste sumamente asustada.

—Pero tu cuerpo no se mueve, así que no me detendré y haré que cambies de opinión muy pronto. —y con ello dejo de acariciarme para sujetar mis muñecas muy fuerte.