Prólogo.

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—¡Eres un traidor!....¡un jodido y maldito traidor!.—

Los ojos de Draco se abrieron con un solo sentimiento reflejado en ellos, dolor.

Puro y jodido dolor, lo había lastimado con mis acciones y también, con mis palabras.

Era cierto que los dos estábamos hundidos en la misma mierda, estábamos muertos en vida, sin salida, sin escape y acorralados para siempre, estábamos en una cárcel de piedra y oro que solo reflejaba la luz de la ya desgastada luna.

—¿Yo soy un mentiroso?, observarte a ti misma en un espejo Hiraeth y pregúntale a tu reflejo quien es el traidor aquí.—

Hizo una ligera pausa, frunciendo el ceño con enojo y bajando su mirada, para después volver a subirla a mis ojos.

Sabía que iba a escupir veneno ante mi, ante Harry y ante todos los que estábamos en la habitación.

—Apenas terminamos y corriste a los brazos de Potter, del famoso Harry Potter, ¿no pudiste al menos evitar que todos vieran quien fue tu consuelo después de nuestra jodida relación?—

Apretó su mandíbula, dirigiéndome una mirada de odio y dolor, expresándome lo tanto que le había dolido verme con Harry en los jardines después de que todo se fue al carajo.

—Así que no, yo no fui el traidor en esta relación, analiza quien de los dos fue y cuando lo hagas, espero y te odies más de lo que yo te odio a ti.—

Se dio la vuelta, ajustándose la chaqueta del traje negro que solía llevar.

Se perdió entre la oscuridad de la sala de menesteres, dejándonos solos.

Dejándome sola.

Escuche mi corazón hacerse pedazos y caer tirado contra mis sentimientos.

Cai de rodillas contra el suelo y las lágrimas de mis ojos comenzaron a bajar, se mezclaban con los sollozos silenciosos que salían de mi boca.

Siento un brazo cálido rodearme por los hombros y cuando siento el dulce aroma a madera y jazmín se de quien se trata.

—Tranquila Hiraeth, lo hiciste por su bien.—

La suave voz de Harry interrumpe mi llanto y su mano acaricia mi cabello, intentando darme consuelo.

Al poco tiempo, siento a Blaise caer de rodillas a mi lado y abrazarme junto a Harry.

Y después, Luna, Ron y George se unieron al abrazo grupal que tenía encuentro en el suelo.

Hermione seguía parada, viendo con desaprobación la escena frente a ella e ignorándola.

—Ve el lado positivo, al menos ahora no tendrás que ir a los partidos de Quidditch de Draco.—

Luna suelta con voz relajada su comentario y todos reímos debido a el.

𝗟𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗻𝘂𝘀|| 𝗗𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗠𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora