𝗟𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗻𝘂𝘀|| 𝗗𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗠𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆.

One

Antes de que lean esta historia quiero aclarar algo.

Es una historia basada en mi realidad deseada y en mi experiencia, no es un fic donde habrá un felices para siempre y tampoco todo será color de rosas.
En esta historia hay muertes, personajes no creados por J.K, contenido sexual y violento, lenguaje grosero y sobre todo, NO TODO ES CANON.
Si no les agradan todas o algunas de esas cosas no lean el fic y si lo hacen, absténganse de comentarios crueles e hirientes.

Gracias por su atención.

                   "Bienvenida a Slytherin"

Mire por la ventana del tren, era un día lluvioso y helado, el otoño estaba comenzando.

Me dirigía a Howgarts, había dejado Beauxbatons a mitad del quinto año escolar por petición de mis abuelos, mi madre había estudiado en Howgarts y querían que continuara con su legado, mi abuelo claro, estuvo en desacuerdo.

El abundante aroma a bombones y chocolates invadió mis fosas nasales cuando el carrito de dulces apareció por el pasillo, enseguida de mi puerta.

—¿Gustas algún dulce, cariño?.—la vendedora me sonrío amablemente, a lo que asentí con la cabeza.

—Una rana de chocolate, por favor.—la vendedora me tendió el paquete del dulce y le pague, cuando volvió a hablar.

—Suerte en tu primer día.—dijo, a lo que le contesté una sonrisa y un Gracias.

¿Suerte en mi primer día?, estaba segura que iba a ser todo un caos estar en Howgarts.

[...]

El chirrido del tren frenando me hizo despertar de mi pequeña siesta, y me indicó que habíamos llegado, tome mi bolso y baje del tren, buscando a quien se supone iba a recogerme.

Ahí, con un letrero que llevaba mi nombre vi a un hombre demasiado alto y musculoso, con una gran barba, me intimidaba bastante su altura, me acerqué a él y bajo la cabeza para verme.

—-¿Hogwarts?.—preguntó el, viéndome.

—Si.—conteste en un grito, si era tan alto probablemente tenía que hablar un poco fuerte para que me escuchara, ¿no?.

—Soy Hagrid, tómame del brazo y llegaremos en un santiamén.— dijo y me tomo la mano, para después teletransportarnos frente al gran castillo al que llamaría hogar los siguientes meses.

—Bueno, aquí te dejo, todos están en la cena, ve derecho, luego das una vuelta a la izquierda, después a la derecha, de ahí a la derecha de nuevo, izquierda después, derecha otra vez y por último de nuevo a la derecha, verás dos puertas enormes, cuando escuches tu nombre entras.—dijo para después darse media vuelta y desaparecer en la oscuridad del bosque.

Comencé a seguir sus instrucciones, era jodidamente difícil caminar por esos pasillos, ¿como carajo se supone que los alumnos no se pierden?, mi mal humor y el miedo por no saber dónde estaba comenzaron a invadir mi sistema, parecía una cría que había perdido a su madre en un centro comercial muggle.

—Por Merlin terminaré en los calabozos probablemente.— me maldije, cuando escuché pasos detrás de mi.

—¿No debería estar en el comedor, señorita?.—escuche una voz masculina detrás de mi, supuse que era un profesor y al darme vuelta, vi a un chico probablemente de mi edad, con el uniforme de Gryffindor y cabello pelirrojo.