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Draco y yo estábamos tumbados en la cama, uno frente al otro.

A pesar de haber descubierto la verdad sobre quién era mi progenitor y de todas las nuevas dudas y miedos que surgieron en mi cabeza, realmente no tenía interés en resolver todas aquellos problemas.

No quería saber el porque era una Riddle.

Pero si quería resolver el nuevo rompecabezas que era mi corazón pulverizado, estaba totalmente desgarrado y estaba segura de que no había sido echa para ser amada.

Amar, amor, ¿qué se suponía que era el amor?

Cuando nací jamás vi a mis padres juntos, literalmente están muertos.

Vaya, qué buena metáfora para mi realidad.

Nunca supe cómo era el querer a alguien, el amor no venia con un manual de como empezar a sentirlo o de cómo pararlo cuando todas las voces en tu cabeza te gritaban "PELIGRO PELIGRO, TE VAN A ROMPER EL ALMA".
Ciertamente, sabía que era el sufrir por alguien, sabía lo mucho que dolía cuando finalmente te abrías y terminabas decepcionada.

Joder, cada cosa relacionada con el amor terminaba largándose de mi vida como si se trataran de las ratas del puto Titanic.

EL TITANIC, HASTA EL SE ENAMORÓ DEL MALDITO ICEBERG Y TERMINÓ AHOGÁNDOSE EN EL FONDO DEL MAR, ¿y todo para que?, PARA UN SIMPLE ROCE.

¿Lo ven?, ahí está mi punto, nos hacemos pedazos y sacrificamos tantas cosas por personas que no valen la pena....o tal vez, si la valen, pero ellos no están dispuestos a correr el riesgo para quedarse bastante tiempo contigo, o no están preparados, listos, seguros, confiados, totalmente enamorados o simplemente, eres un pasatiempo o un simple boleto al destino.

El amor es así, no hay punto intermedio.

Pero, ¿realmente yo sentía amor por Draco?

No lo sabía, no lo sé, es una persona totalmente difícil de manejar y no tolera que las cosas se salgan de sus manos o punto de control.

Draco Malfoy era aún más difícil que un problema de álgebra.

Pero, a mi me gustaban las cosas difíciles, me gustaba sentir el momento y vivir el proceso de las miradas conectadas, las manos tímidas, las palabras torpes y cursis, las sonrisas robadas y sobre todo, los ojos que expresan el sentimiento del momento, porque eso hacen los ojos, reflejar el corazón, reflejar el alma.

Y cuando Draco posaba sus ojos sobre los míos, sentía las cargas eléctricas que su sistema enviaba por todo su cuerpo y me daba a indicar que se moría por cualquier tipo de reacción de mi parte.

Sabía lo mucho que se derretía por ver el mismo deseo que él sentía en mi.

—¿Por qué no sabes si me quieres contigo o no?—

La voz de Draco me saco de mis pensamientos y por tercera vez en la noche, una lágrima bajo de mi ojo izquierdo y de esta, le siguieron más.

—Porque no quiero que vuelvan a hacerme mierda el corazón.— le solté, revelando lo mucho que me había dolido el hecho de que Fred me dejara por Angelina.

Mi seguridad estaba realmente pisoteada.

—Yo no soy Fred.— el tono en su voz cambio y supe que le había molestando la sutil y pequeñita mención de mi antigua relación.

—Ya lo se, tú eres peliblanco y no eres un cretino.—Draco sonrió levemente —Bueno, no siempre.—su sonría se borró de su cara de inmediato y me dio un golpecito en la pierna.

—Lamentó lo que Fred te hizo.— acercó su rostro al mío y llevó su mano a los mechones de pelo rebeldes que estaban en mi mejilla.—Y también lamento que te hayas enterado de esta fea manera que Voldemort es tu padre.—

𝗟𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗻𝘂𝘀|| 𝗗𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗠𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora