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Los Malfoy y los Blackstore

Draco:

Estaba sentando en una de las camillas de la enfermería, con Hiraeth sentada en una silla frente a mi.

Tenía la camisa manchada de sangre prominente de un asqueroso Weasley, el labio hecho una mierda, el pómulo color morado, tenia a Hiraeth resoplando y lanzando cruciatos por los ojos y aún peor, apestaba a jugo de calabaza, parecía haber estando en el huerto de Hagrid, iba a ser mi patético fin.

(Nota:100% real, apestaba a jugo de calabaza)

Después de perder la compostura y lanzarle un muy buen merecido expelliarmus a Fred Weasley y de él reventarme el labio con una copa llena de zumo, Snape apareció junto a McGonagall separándonos a ambos de un expelliarmus y dándonos detención a los tres, Hiraeth, la estupida fotocopia y a mi, ¿acaso no sabía quién era mi padre?, por suerte, Fred por ser Gryffindor limpiaría la sala común de su casa, mientras la reina de Slytherin y yo, limpiaríamos un salón, sin magia y por eso me refiero a que ella lo haría sola.

Sentí una mirada sobre mi, para levantar mi rostro y encontrarme con los penetrantes ojos verde esmeralda de Hiraeth sobre mi cuerpo, estaba aún más enojada que el mismo demonio y yo no entendía el porqué.

-¿Qué tanto me ves Hiraeth?.-

Se incorporó en el asiento y cruzó sus piernas, poniendo una encima de la otra y su falda se subió un poco dejando expuestas sus largas piernas.

-En lo estupido que tienes que ser para golpear a Fred frente a todo el comedor montando todo un puto espectáculo de celos, en eso pienso Malfoy.-

¿Celos?, ¿quien estaba celoso?.

-¿Volvemos a la primera base?, donde me dices Malfoy y no Draco, patético.-

Se levanto más rápido que un rayo y me acorralo entre el respaldo de la camilla y ella.

-Volvemos a donde perteneces, antes de meterte a mi cuarto sin permiso, antes de que te aprovecharas de mi por la lastima que te tenia, antes de que te llamara Draco y antes de que me preocupara por ti, puedes irte metiendo la idea de que tú y yo jamás seremos algo.-

Sus bonitos ojos estaban ardiendo de ira en los míos, pero aun así, sus palabras fueron crueles, aun más que las de Fred.

-¿Qué sucede contigo?, estas jodida de la cabeza o Fred te dio amortenia, porque créeme que tu actitud está siendo un puto asco, como el.-

-Dios Draco, cállate, deja tus celos de lado, deja de querer controlarme y manipularme, pensé que éramos amigos.-

Seguido de eso, se dio la vuelta y desapareció por la gran puerta de la enfermería, seguramente iba a consolar a su estupido novio pelirrojo.

Pensaba que no podría estar más enojado, pero su forma de hablar, las cosas que dijo, cada una de ellas e ignorando el hecho de que Fred la insulto a ella y mi madre me colmaron.

Todas las cosas que ella había dicho se repetían una y otra vez en mi cabeza, como un disco rayado.

Tal vez fue el hecho de lo mucho que me había dolido esa manera fría de ignorar cada cosa que Fred había escupido.

Tal vez fue el hecho des estupido rumor que se había colado en la escuela hace un año sobre Lucius y mi mamá, porque algo era claro, él jamás le había puesto una mano encima, se amaban incondicionalmente y siempre estaban el uno para el otro, pero Anne Laurenson no había dudado en soltar esta estupidez cuando no quise salir con ella.

𝗟𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗻𝘂𝘀|| 𝗗𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗠𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora