Five

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"Me he equivocado de túnica, tienes la mía"

[Editado]

La lluvia retumbaba en la ventana de mi habitación, estaba aún más frío de lo normal y con mucha pereza abrí mis ojos, pasando mis dedos por mi cara intentando quitar el sueño de esta, hasta que sentí una mano en mi cintura, al levantar la colcha que me cubría pude observar un brazo y una mano pálida, entre los dedos de esta se contémplaba un bonito anillo de plata, destellando entre la poca luz de la habitación.

Imágenes de la noche anterior comenzaron a fluir en mi cabeza, Malfoy llorando sobre mi pecho, abrazándome sin querer soltarme, repitiendo una y otra vez la frase "no quiero odiarme más a mi mismo".

Me di la vuelta, topándome con el rostro de Draco, estaba aún dormido, su cabello rubio platino estaba totalmente desordenado, sus ojos se veían hinchados y unas ojeras poco notables se veían debajo de estos.

Toque su nariz, sintiendo lo helado que estaba, parecía estar muerto, me digne a levantarme y buscar algo más con que cubrirnos.

Eran exactamente las 4:08 de la madrugada y afuera estaba una tormenta que parecía implacable, al tomar otras colchas un poco más abrigadoras las extendí sobre la cama, asegurándome de tapar bien a Draco en el proceso, cuando volví a sentarme a su lado me fijé en su ropa, ambos nos habíamos quedado con el uniforme puesto y yo sabía muy bien que la corbata verde oscuro con rayas blancas debía estar matándolo de incomodidad, con mucho cuidado dirigí mis manos al borde de la camisa blanca de su uniforme y traté de deshacer el nudo de la corbata, cuando por fin lo conseguí, tomé su corbata y la puse junto a su capa, que estaban en mi mesita de noche.

Volví a acostarme a su lado, esta vez frente a él, una de mis manos rozó con la de él y pude sentir el frío recorrerme a través de su cuerpo, la tomé y tiré de ella hacia abajo, metiéndola debajo de las mantas junto a nosotros.

Comencé a cuestionarme de nuevo que era lo que le pasaba, bien se sabía que su padre era un cabron  prejuicioso y llevado por las costumbres de ser "sangre pura", pero dudaba mucho que esto estuviera conectado con el chico frente a mi.

Mientras más veía su rostro, más me quedaba fascinada con las excelentes facciones que tenía, ese chico estaba guapísimo y al fin entendía la atracción física que la mayoría de las chicas y una buena cantidad de chicos, sentían por el, todo hay que decirlo.

—¿Te diviertes observando lo guapo que soy?—

Su gruesa voz me saco de mis pensamientos y dirigí mi atención a el, quien me veía con los ojitos llenos de cansancio  y tristeza.

—En tus sueños.—

Malfoy soltó una pequeña risa y movió su mano, que inconscientemente aún seguía entrelazada con la mía, vi como frunció el ceño al sentir el contacto con mi mano e inmediatamente aparte mis dedos de los suyos.

—Lo siento, estaba fría y pensé que así podía darle calor.—

Sus ojos me vieron con confusión de nuevo, soltó mi mano y se apartó un poco de mi.

—Lamentó haberte besado el otro día en Hogsmade.—

soltó de la nada, llevándonos directo a esos recuerdos.

—Estaba algo pasado de copas y si te soy sincero, había tenido una discusión con mi padre, me deje llevar por el alcohol y la ira del momento...yo...yo no trato de justificarme  porque realmente no hay excusa, pero te pido disculpas por ser tan odioso con el tema de Weasley, con el tema de los Gryffindor y en especial...por insultarte anoche.—

𝗟𝘂𝘇 𝗱𝗲 𝗩𝗲𝗻𝘂𝘀|| 𝗗𝗿𝗮𝗰𝗼 𝗠𝗮𝗹𝗳𝗼𝘆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora