Capítulo 2

280 17 6
                                    

Esa noche no había dormido bien. En mis sueños no paraban de aparecer olas que destruían barcos y arremetían contra las rocas. Gente que gritaba y luego, oscuridad total. Me había enderezado sudorosa y con la respiración agitada gracias al constante sonido de mi despertador; tenía que hacer mis deberes...
Me levanté como siempre a preparar el desayuno para mis hermanas, charlar sobre las ganancias con Mikel y limpiar el club. Se suponía que el turno de asear el local era de Anne, pero debido al incidente, había decidido echarle una mano y hacer sus deberes. Al terminar con mis obligaciones, mis hermanas despertaron y empezaron con la rutina habitual. Maquillaje, ropa corta, perfume, cartera, condones y a atender llamadas. Recibí la primera a eso de las 9:00 a.m. Nos encontramos en el hotel de siempre y me eché al bolsillo a otro cliente satisfecho. Después de varios comensales más, Mikel me llamó a su oficina.
-Querida Ariel; como bien sabes, tu cumpleaños número dieciocho se acerca cada vez más rápido. Y como bien sabes, en cada cumpleaños especial, las chicas reciben un ticket para visitar algún lugar que ellas quieran; así que... ¿A dónde quieres ir?- Preguntó el hombre con nariz ganchuda y unos lentes de fondo de botella sobre ella. Abrí mis ojos sorprendida.
-¿Un ticket?-Repetí.
-Así es, pequeña. Puedes pedir ir a Italia, China, Perú; no me importa, ¡sólo elige tu destino! Lujos todo pagado por dos días. Feliz cumpleaños y toda esa basura.- Rió antes de ponerse en pie y mirar por la inmaculada ventana. Tragué la información y negué con la cabeza.
-¿Puedo usar el dinero para cualquier otra cosa?-Pregunté. Mikel se volvió y me miró escéptico.
-¿No quieres ir a ningún lado?-
-Mis hermanas me necesitan aquí...-Respondí mientras lograba formar una sonrisa. El hombre asintió con la cabeza y exhaló.
-Querida, las cuidaría mucho mientras no estés...
-Me quedaré con ellas.-Respondí más segura.
-Supongo que no te puedo convencer de lo contrario...- Resopló el hombre. Mikel me tendió un sobre grueso y lleno de algo antes de voltearse nuevamente e indicarme que saliera del cuarto. Caminé hasta mi habitación y, ya ahí, abrí el sobre. Casi me caigo de la cama al darme cuenta de que, dentro, habían al menos £29,000. ¡Un viaje! Dijo Mikel. ¿Sólo uno? Sonreí como boba y estrujé el dinero contra mi pecho. Hoy no iba a atender ni un cliente más. Decidí ponerme el vestido más elegante y decente que tuviera y salir a cenar a donde quisiera. Un restaurante como "Shell and tell" era una excelente opción. Era caro, pero era muy bueno. Aunque si lo pensaba mejor; podría utilizar la pasta para cosas más importantes como comida decente para mis hermanas, ropa más cálida para Anne, otro cepillo rosado para Karen... ¡Incluso podría comprar un juego de pinturas y pinceles para Shannon! Mis hermanas iban a estar tan contentas... ¿Que qué pasó con mi cumpleaños? Un poco del dinero para una cena decente en McDonald's o Wendy's no sonaba tan mal.
Me levanté de cama y, vistiéndome con mi vestido de seda rojo oscuro con tirantes y volados hasta las rodillas, salí dinero en mano hacia el centro; donde había tiendas y locales donde comprar un centenar de cosas.
Primero visité una boutique para comprar un abrigo para Anne, luego a otra a por un cepillo rosado, broches y moños y varias otras tiendas hasta que me quedaron £ 10,000 y llevaba en brazos al menos 50 bolsas con obsequios para mis hermanas. ¡Sí que me había dado dinero Mikel! Era mucho más de lo que había visto junto en toda mi vida... Me detuve junto a un local de comida rápida y ordené una hamburguesa con patatas fritas y una soda.
-Disculpa guapa, ¿te he visto en otro lado?- Dijo una voz grave a mis espaldas. Me viré y encontré a un chico de al menos 20 años sonriéndome. Su cabello oscuro contrastaba con unos ojos marrones y unos dientes tan blancos como perlas.
-No.- Respondí de forma cortante. Elevé una ceja y lo barrí para que le quedará claro que no se acercara a mi, pero el tipo era terco.
-Claro que si, te he visto en alguna parte... ¿Quizá en algún hotel? Soy Jeff; por cierto, ¿y tú eres...?-
Mi garganta se quedó seca de forma alarmante al tiempo que escuchaba un "Gracias por su visita" junto con mi orden en una bolsita para llevar. La chica que me había atendido había puesto mi comida en la bolsa aunque yo no se lo pidiera; ¡Que buena era! Cogí la bolsa y salí a toda prisa del local dejando una generosa propina. Escuché los gritos de Jeff, pero no me importó. Aquel tipo me había reconocido y cada vez que eso pasaba era por algún rabo verde obsesionado con la chica. Aparté el pensamiento de mi cabeza y seguí caminando cuando; de repente...
¡BAM!
Un golpe seco contra un basurero cercano llamó mi atención, seguido de un gorgoteo y luego; silencio.
Me acerqué con el sudor recorriendo mi frente y mis manos. El corazón me latía a toda prisa en el pecho, pidiendo salir por mi boca. Aparté una bolsa de basura de algo que parecía una mano y ahi, tirado cual estropajo viejo, había un chico guapísimo de traje entre bolsas y cascaras de plátano. Después de quedarme embobada mirando su anguloso rostro dormido, me di cuenta de que no estaba dormido. ¡No estaba respirando! Dejé mis bolsas en el suelo y corrí hasta él.
-¡Señor! Disculpe, señor...¡Oiga!- Exclamé sacudiendo sus hombros. De repente recordé algo que había visto en el televisor hacia unos días.
-¿Cómo era?- Me pregunté en voz alta.- Un ligero golpe en el pecho si se ahoga... -Lo golpeé con todas mis fuerzas en el punto debajo de su cuello; pero no respondía.- Quizá si me coloco detrás de el y empujo lo que se tragó con mi puño... -Me puse a sus espaldas y coloqué mi puño cerrado en el pecho mientras, con mi otra mano, estrujaba.- Por favor...- Exclamé jadeante. Para mi sorpresa y desconcierto, el joven escupió algo y abrió unos ojos azules como el mar pero con ojeras marcadas debajo de ellos. Su respiración era lenta, pero al menos estaba vivo...
Suspiré aliviada.
-¿Estás bien? Mierda, casi mueres...- Dije sacando el nerviosismo que aún corría por mis venas. El joven asintió antes de volver a caer desmayado en mi regazo.
-¡Eh! Pero no te vuelvas a... ¿Pero qué leches le pasa a este?- Dije irritada. Me encogí de hombros al no poder levantarme sin despertarle, y me di cuenta de lo atractivo que era. Muy masculino y fuerte, a juzgar por los abdominales que escondían unos harapos negros como si fueran un esmoquin. Para relajar mis nervios, me puse a cantar. ¿Cuál canción? No recordaba el título, pero mis hermanas y yo la sabíamos de memoria.
"El cantar de la faena
Sólo comparable con el de una sirena
Ven amor mío y escuchemos el trinar
En esta noche nada puede importar
No derrochemos esta bella cena
Para ti, mi bella sirena..."
De repente; el teléfono del chico de ojos azules comenzó a sonar. Él se removió y trato de coger el teléfono, incorporándose. Aproveché para coger mis bolsas y salir corriendo. Al escuchar el grito, yo ya estaba en otra calle.
-¡NO TE VAYAS! ¡Espera, por favor! ¡MI SIRENA...!-
^-^-^-^-^-^-^-^-^-^
Hola gente de Wattpad! Siento haber tardado en este cap si lo has estado esperando; pero me faltaba inspiración para esta novela tan especial. Ahora, si le dan a la estrellita y comentan y comparten se los agradecería muchísimo! Gracias por todo...

Retelling: La Sirenita {En edición} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora