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Al ver al Erick parado frente a mi,no supe que hacer,solo atiné a correr a sus brazos y abrazarlo.

-Te extrañé mucho,Erick- Dije separándome de sus brazos.

-Yo más Fer. ¿Como es que lo hiciste?,se suponía que nos veríamos en el verano de allá,no ahora- Rió nervioso.

-Si lo sé,es que te extrañaba muchísimo y quería arreglar las cosas entre nosotros po- Me encogí de hombros y el se largó a reír.

-Pero tonta..con una llamada se podía arreglar todo,no era necesario que te pegaras el viaje- Continuó riendo.

-Sabes que no es así- Levanté las cejas. -Si que era necesario-

-Te amo tanto- Besó tiernamente mi boca,extrañaba sus besos demasiado.- Ya ven,vamos a la casa-

-Vamos- Afirmé.

Caminamos de la mano hasta llegar al auto,el tomó mi maleta y la subió a este,posteriormente se sentó en el asiento del piloto y partió rumbo a su hogar.

-¿Puedo poner música?- Dije con la intención de aliviar el ambiente medio tenso que había.

-Si obvio,toma- Me pasó su celular.

Lo desbloqueé ya que me sabía su contraseña y me dirigí a Spotify,específicamente a su playlist llena de reggaetón. Algo que amaba y extrañaba muchísimo era ir en el auto con la música a todo volumen cantando como si no hubiera un mañana,juntos.

-Esa me gusta,déjala- Habló luego de que salió aleatoriamente "Dile que tú me quieres-Ozuna".

-Ya- Reí bajo y me puse a analizar la letra de la canción,la cual me llegó hasta lo más profundo de mi alma,cosa que hizo que me fuera todo el camino callada.

-¿Que pasa,Fer?- Preguntó este tras darse cuenta de mi silencio profundo.

-Nada,nada. ¿Cuanto falta?- Evadí el tema.

-Esta es la calle- Señaló. -Dos minutos máximo- Asentí y miré atentamente todo el paisaje,sin duda para cualquiera era todo un sueño vivir aquí.

-Que lindo todo acá- Continué admirando las bellas vistas que me entregaba una pequeña parte de Italia.

-¿Cierto?,es hermoso- Sonrió.

Luego de la corta conversación que tuvimos,ubicó perfectamente su auto en el estacionamiento gigante que tenía a la entrada de su casa.

-Bueno,llegamos princesa- Me miró fijamente.

-Gracias por el alojo flaco,sé que soy muy intensa- Moría de vergüenza después de procesar la locura que había hecho.

-No eres intensa Fer- Rió levemente. -Y no hay de qué- Asentí y abrí la puerta del auto para bajarme a sacar mis cosas.

-Yo te ayudo,déjame a mi- Dijo bajando la maleta del auto.

-Gracias- Sonreí. Este me sonrió de vuelta y comenzó a caminar hacia la casa suponiendo que yo repetiría su acción,cosa que obviamente hice.

-¡No te creo!,está hermosa tu casa Erick- Chillé y quedé deslumbrada con la bella casa que habitaba.

-Es bonita,pero yo creo que me voy a cambiar- Se encogió de hombros.

-¿Qué?,no. ¿Por qué?-

-Es demasiado grande para mi solo- Me miró y con solo ver sus ojos pude darme cuenta de que se traía algo entre manos.

-Mmm..bueno,si. ¿Pero que tiene?,mejor,más espacio para ti- Intenté persuadirlo ya que había quedado enamorada de su casa.

-Al principio yo decía lo mismo- Se encogió de hombros por segunda vez consecutiva. -Y..¿Si te vienes a vivir conmigo?- Me dio una sonrisa algo nerviosa.

Casualidad // Erick PulgarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora