Por distintas razones Benjamin y Samantha deciden hacer un viaje a la isla paradisiaca de Mauricio por un mes completo donde se conocen y pasan muchas cosas juntos, pero...
¿Se puede amar a una persona en un mes?
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《 Samantha Sevchenko 》
📍Islas Mauricio, Madagazcar
𝙙𝙞𝙖𝙙𝒐𝙨:
Luego de ese episodio ayer, termine de acomodar mis cosas en mi parte de la habitacion, tome una ducha y me fui a la cama, mi cuerpo no era capaz de soportar ni 5 minutos mas despierto. Al rededor de la una de la mañana senti que la puerta abrirse y cerrarse, no me moleste en ver quien era ya que eraobvio que era el chico de rulos.
Por la mañana, senti el sol transpasar la cortina que cubria las ventanas, y decidi levantarme para poder aprovechar el dia. Luego de cambiar mi pijama por un traje de baño y un conjunto de short y top floreado sali de la habitacion para agarrar mi cosas e ir a desayunar.
-Buenos dias- Dije viendo que el chico ya estaba despierto, sentado en su cama supongo que esperando a que yo saliera. Como lo espere, no recibi respueta.
Me puse mis sandalias, tome mi mochila y mis llaves y sali del lugar.
Camine por el cendero que comunicaba las cabañas con el restaurante y el spa del hotel y aproveche a sacar algunas fotos con la camara que habia comprado especialmente para el viaje, ademas de que le habia prometido a Gab que le mostraria todo.
-Buenos dias- Gire sobre mis talones al oir una voz hablandome y me encontre a Alex tan soriente como ayer.
-Buenos dias- Salude igual y me sente en una de las mesas que habia en el centro del salon.
-Esta es la carta, y recuerda que puedes pedir lo que quieras y sera totalmente gratis.- El rubio se habia acercado a mi mesa para extenderme el menú- Si fuera tu pediria una malteada de frutilla con waffles de banana, son la especialidad de la casa.- Me guiño el ojo y sonrió divertido.
-Entonces pedire eso y un jugo de naranja por favor.- Asintio y se alejo para atender a otros cliente.
La campanita arriba de la puerta sonó indicando que alguien acababa de entrar, movi mi cabeza para ver quien era, y mi compañero de habitacion aparecio en mi campo visual. Movia sus ojos buscando alguna mesa libre, cosa que no consiguió ya que en su mayoria esaban ocupadas con familias o grupos de amigos. Su mirada calló en mi mesa y pude verlo suspirar, camino hasta quedar frente a mi y habló.
- Disculpa, no hay otra mesa... asique me preguntaba si podria sentarme aqui?- Raascó su cuello con nerviosismo, lo que me hizo sonreir internamente pero mantuve mi rostro serio para que no lo notase.
-No que la isla lo suficientemente grande como para que no nos encontraramos?- El sarcasmo en mi voz era claramente notable.
-Mira, ayer estaba cansado por el viaje y enojado por la situacción, así que puede ser que me haya comportado un poco como un hijo de puta.- Acomodo sus rulos y movio la silla para sentarse frente a mi.- Asi que perdon por eso.- La mire un tanto incredula y volvio a hablar.- Bueno quisas demasiado hijo de puta.- Bufo y apoyo uno de sus codos en la mesa.
