Cachorro

Capitulo 9 (FINAL)

Y Heechul se sintió peor aún, cuando Hae sonrió y abrazó al rubio. Sabía lo que el castaño pensaba, si SeungHo estaba muerto, él ya no corría peligro, nadie corría peligro. Y aquello era cierto todos estaban a salvo, todos...excepto el cachorro. Porque tanto él como HyukJae sabían lo que el FBI quería. 

-¿Qué pasa? ¿No os alegra? 

-Quiero hablar a solas con Hee ¿Si? -Hyuk besó la mejilla de su ahora novio, y le susurró que se fuera con Kyu. Le hizo caso, y cuando estuvieron solos, el rubio se pasó las manos por el rostro con el ceño levantado, esperando la historia de Heechul.

Se sentó en la silla, y jugando con un bolígrafo, comenzó a hablar.- Ayer...lo encontraron en Jeju, había sufrido un ataque al corazón. 

-Eso me da igual, Heechul. Ve al grano. 

Suspiró.- El FBI quiere llevarse a Hae. 

Y el rubio soltó todo el aire, que había estado conteniendo, en forma de sollozo. Tapó su cara con ambas manos, moviendo la cabeza. No, no, no podía volver a pasarle. Y es que él lo sabía, lo había sabido desde el principio, pero esas dos maravillosas semanas había tenido la esperanza de que nunca encontraran a SeungHo, de que el castaño estuviera siempre junto a él. 

Notó una mano en su hombro y se levantó, abrazando al pelirrojo.- No ¡No quiero! 

-Lo sé. Pero Hyuk -Le cogió el mentón para que lo mirara.- es el FBI. No puedes hacer nada. 

-Si, si puedo. -Se separó, y sin darse cuenta de las lágrimas en su rostro, caminó por el despacho, dando vueltas sin parar.- Podemos irnos, escapar. Me llevaré a Hae conmigo ¡A Londres! Eso es. Trabajaré en una de las empresas de mi padre, y Hae se acostumbrará a ser humano otra vez, ocultaremos las orejas con un gorro...y...y...

Un golpe. Heechul lo había golpeado, llorando. Se dio cuenta de que el agua salada resbalaba por sus mejillas cuando se encontraba arrodillado en el suelo.- ¡Idiota! ¡¿Te das cuenta de lo que estás diciendo?! ¡¿Has pensado en Hae?! ¡Lleva diez años con amnesia! Y ahora, ahora que sabe toda su vida y que se ha enamorado de ti ¡¿Pretendes dejar que siga siendo un puto híbrido?! 

-No quiero...¡No quiero perderlo! A él no...

Heechul salió, golpeando la puerta al cerrarla, dejándolo solo, ahogado en impotencia. Porque por muchas cosas que imaginara, la única solución era dejar que los expertos ayudaran a su pequeño. 

Se limpió los ojos y salió, encontrándose a Kyu riendo a carcajadas y a su novio con un puchero en sus hermosos labios. Se acercó a ellos, fingiendo que nada había pasado. 

-Vámonos a casa.

-¡Vale! -Le sacó la lengua a su amigo y el rubio lo cogió de la mano.

-Sigues siendo igual de malo en los juegos. -Escuchó decir a Kyu, antes de marcharse con el menor. 

Aguantaba sus lágrimas, apretaba la mano del menor con tanta fuerza que le resultaba extraño que el otro no dijera nada. Y sobretodo quería llegar a casa, quería besarlo, quería decirle cuanto lo amaba, quería...que esa noche no terminara nunca.