En tiempo récord me vestí y ya estábamos de camino al hospital que dijo mi madre.
Los Mount, los padres de Hayley, también iban con nosotras.
Mi cabeza estaba dando vueltas, ¿ella había dicho...? No, no era posible.
No había soltado ni una lágrima, porque no era necesario ¿cierto? Mi padre estaba bien, perfectamente bien.Llegamos al hospital y entré corriendo. Mamá tenía la cara roja y húmeda, al verme, procedió a acercarse a mi.
—No —demandé antes de que me tocara. —¿Dónde está? Si esto es una forma de hacerme pagar el tiempo que me alejé de ustedes, no. Con esto no, mamá, con esto no. Dime dónde está.
—No es...lo siento —dijo entre sollozos haciendo el ademán de acercarse otra vez.
—¡NO! —advertí y me alejé de ella.
Los Mount se acercaron a mamá, mientras yo me dirigía al primer doctor que vi.
—Disculpe, Adam...Fray, ¿en qué habitación está?
—Lo siento mu....
—No.
Mi cuerpo temblaba, mi esperanza de que alguien me dijera que todo era una muy mala broma, desaparecían rápidamente con cada paso que me acercaba a otro doctor...
—Disculpe, A..dam Fray —mi voz flaqueaba, la realidad empezó a caer sobre mi poco a poco — ¿Sabe dónde...está?
—Lo siento mucho —contestó.
No, no.
Empecé a caminar desesperada de un lado a otro sosteniendo mi cabeza, pero aún no quería rendirme, así que me dirigí corriendo hacia una enfermera, esperando escuchar esas palabras que necesitaba; que mi papá estaba bien, que no se había ido a ningún lado más que a casa.
La sostuve del antebrazo. —Señorita, Ad...
—¡CAMILLE! —gritó mi madre interrumpiéndome. Volteé casi en cámara lenta hacia ella mientras se acercaba. Cuando estuvo junto a mi, tardó en volver a encontrar su voz entrecortada y decir: —Se ha...se ha ido, Camille.
Las lágrimas se formaron, mis fuerzas se fueron, el aire ya no llenaba mis pulmones, mis piernas fallaron dejándome caer. Todo mi mundo se quebró de golpe ante mis ojos.
Mamá se agachó frente a mi, entre llantos luché y empecé a hablar:
—Mamá tú... dijiste que...era algo de rutina, que él estaba bien, que no era nada grave... mamá, esto... ¡Esto es estúpido! ¿¡POR QUÉ ME OCULTASTE QUE ESTABA ASÍ DE MAL!? ¿¡POR QUÉ? —lloraba como nunca lo había hecho en toda mi vida. Todo lo que había pasado ese par de meses, todo lo que sentía hacia Trevor, hacia mi misma, no se comparaba en lo más mínimo a lo que estaba sintiendo en ese momento. — Yo... desperdicie tanto tiempo, lo ignoré... lo rechacé cuando... intento ayudarme, me alejé dos meses mamá, yo... yo...
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Him
RomanceCamille tomó decisiones erróneas, más de una vez. Se menospreció, se humilló, se perdió. Pero llegó él, también menospreciado, también humillado, también perdido... Dos almas perdidas que lograron encontrarse en los ojos del otro.