4 años después...—¿¡QUÉ!? Pero, pero... ¿Cómo qué...?
¡Ay por Dios! —cubrí mi cara con ambas manos.—Cálmate Camille, es solo un bebé
—susurró mi madre conteniendo una risita.—¿¡SOLO UN BEBÉ!? ¿¡Mamá a caso se te olvida la responsabilidad de tener un bebé!?
—Claro que no cariño, y no te niego que será algo difícil al principio, porque aun no te sabes cuidar ni tu, pero te acostumbrarás, y yo te ayudaré. Es es una noticia excelente. ¡Seré abuela! —chilló de felicidad.
Seh, ya conocemos las reacciones poco esperadas de mi madre, lo que crees que la hará entrar en pánico, termina siendo su noticia favorita.
Hayley y Sara estaban también a nuestro lado en la habitación del hospital, estaban ambas estupefactas sin saber que decir.
Fuimos al hospital por mi dolor de estómago y mareos, y terminé con una confirmación de embarazo.
Casual...
—Un pequeñito o pequeñita en la familia —reaccionó Sara. —¡Esto es una maravilla! —me abrazó. — ¡Felicidades my darling! JJ estará tan contento.
—¡AAIIÑÑÑ! —ese sonidito extraño llamó mi atención. Hayley, dando sus típicos saltitos de emoción— ¡Un sobrinito! ¡No puede ser! O sobrinita, como sea, ¡ya lo amo tanto! O la amo, como sea, será perfecto, o perf....
—¡Hayley, Hayley! Estoy segura de que... como sea, también te amara... —musité.
Estaba tan nerviosa y preocupada al principio, pero verlas tan entusiasmadas por la noticia, me contagió la felicidad.
Me deshice de cada pizca de preocupación sin motivo que sentía. Aunque no tan sin sentido, era un bebé, preocupación debía haber de cualquier forma.
Por Dios, sería mamá.
Volvimos a casa. Jace y Enzo esperaban allí, ellos sabían que me sentía mal y que por eso fuimos, quisieron ir pero no podíamos dejar al lobito solo en la casa, así que insistí en que se quedaran, y no muy felices por ello, aceptaron.
—¿Y bien? ¿Qué tal te fue? ¿Qué tienes? ¿Te sientes mejor? ¿Necesitas algo?
Jace se acercó, revisándome por todas partes; tocando mi rostro, brazos, pelo... casi me empezaba reír a carcajadas, pero me contuve, mi objetivo era preocuparlo antes de darle la noticia.
¿Por qué? Pues porque... ¿Por qué no?
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Him
RomanceCamille tomó decisiones erróneas, más de una vez. Se menospreció, se humilló, se perdió. Pero llegó él, también menospreciado, también humillado, también perdido... Dos almas perdidas que lograron encontrarse en los ojos del otro.