Wang y Zhan son los primogénitos y herederos de sus respectivos clanes, enemigos naturales que deben unirse en una cruzada para salvar a sus padres y pueblos, la condición para encontrar el objeto que los salvara a todos es simple, "no te involucres...
Como sé que extrañaban las interacciones candentes de los príncipes herederos, creo que disfrutaran mucho lo que va a suceder en la habitación de Wang en este capítulo.
Bueno ahí me cuentan.
Abrazo.
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El primer en notar la presencia del otro fue Wang, parecía que desde el extraordinario beso de aquella tarde, el alborotado corazón del príncipe de Lanling necesitaba con impaciencia estar cerca de su enemigo.
Escondido tras un gran libro, Wang observó a Zhan mirar hacia todos lados antes de tomar asiento en el lugar más cercano a la puerta, ocasionalmente cuando este levantaba la vista por sobre el libro mientras fingía leer, cruzaba su mirada con un ansioso Zhan.
Habiendo pasado aproximadamente 20 minutos esperando a la señora Sanren, Zhan se puso de pie y se dirigió a la salida de la biblioteca.
- ¡Zhan espera!
Confundido Zhan se volteó y miró silenciosamente a quien apresuradamente había corrido hacia él.
- ¿Podemos hablar? – sin poder evitarlo Wang dirigió toda su atención a la herida que el mismo había hecho en el labio de Zhan.
- Yo, estoy esperando a la señora Sanren.
- Seré breve – Wang se sentó donde antes estaba Zhan – por favor – invito Wang.
Zhan tomó asiento frente a él, atónito por la extrema amabilidad de quien normalmente gozaba de maltratarlo tanto física como verbalmente.
- Yo – Wang carraspeo intentado afirmar su voz – quería disculparme por lo que paso en el entrenamiento de hace unos días, estabas desarmado, la verdad no sé porque te apuñale – Wang seguía intentando aclarar su garganta – sé que somos enemigos, pero no me gusta ganar cuando el otro está en desventaja.
Incrédulo, Zhan no sabía muy bien que responder.
- Así que, yo quería ofrecerte una compensación – Wang jalaba nervioso la ropa de su cuello – puedo ayudarte a sanar más rápido – Zhan frunció curioso su ceño – parte de mi poder me permite sanar a otros.
<< ¿Él me está revelando parte de su poder... a mí?>>
- Aunque será un poco incómodo, tendrás que darme tu mano por unos minutos – Wang empuñó su mano derecha, llevándosela a la boca, aclaro nuevamente su garganta.
<< ¿Debería confiar o habrá encontrado otra forma de torturarme? ¡Demonios! ¡Si cedo yo podría tomar su mano... pero si es mentira podría morir electrocutado si su poder es de electricidad! >>
- ¿Por qué me estás diciendo estas cosas? – Zhan encaró a Wang - ¿y por qué tu querrías ayudarme? Si es cierto que sanar es parte de tu poder ¿Por qué se lo revelas a quien consideras tu enemigo?
