Loco por mi enemigo (Zhanyi +18) Finalizada.

Corazón dividido

- Pero primer maestro Lan, no entiendo ¿por qué cambiar el plan ahora? Me tomó mucho tiempo y corrí demasiados riesgos para conseguir el pergamino con el ritual de posesión de cuerpo como para cambiarlo todo ahora.

Ayanga suspiro exaltado, lo último que deseaba era que ese lado maniaco y descontrolado brotara nuevamente justo enfrente de su amado Zhan, ya lo había herido una vez en la cueva por dejarse llevar por la oscuridad que habitaba en su cuerpo, esta vez estaba decidido a ganarle y que Zhan siguiera confiando en él.

- Joven Ayanga - Lan Xi Chen observó a Lan Wangji y este lo confirmó con la mirada – mi hermano y yo creemos que ya no es necesario ir a los túmulos funerarios.

- ¿Por qué? ¿Acaso ya no les importan nuestros pueblos? – Wang parecía aún más molesto, había escuchado atentamente el plan y a pesar de ser arriesgado definitivamente lo consideraba una gran opción – ¿O es que ahora temen invocar el alma de Wei Wuxian?

- No príncipe Wang, no es nada de eso – La mirada de Lan Xi Chen se clavó en Xiao Zhan al igual que lo estaba hace mucho la de Lan Wangji – creemos que no es necesario, porque él... - Lan Xi Chen tragó pesadamente – él ya está aquí.

Al ver como los hermanos Lan observaban fijamente a un descompuesto Xiao Zhan, los ojos de Wang y Ayanga también se dirigieron a él.

- ¿De qué están hablando? – el pecho de Wang se agitó visiblemente - ¿Por qué están viendo a Zhan?

- Zewu Jun ¿tú también lo crees? – Zhan arqueó sus cejas molesto, su mirada se fijó en los compasivos ojos de Lan Wangji, quien, aunque no lo parecía deseaba abrazarlo contra su pecho y hacerle saber que estaba ahí para protegerlo - Qué me parezca a él no significa nada.

- ¿Ustedes están diciendo que el príncipe Zhan es en realidad el patriarca de Yiling? – al entender la referencia Ayanga se precipitó a pedir explicaciones.

- ¿Tú sabes de él? – Zhan lo observó confuso.

- Por supuesto, en el inframundo todos sabemos quién es el fundador del cultivo demoniaco – Ayanga depositó su atención en Lan Xi Chen – es imposible ¿Por qué creen eso?

- Wei Ying...

- ¡Lan Zhan no me digas así!

- Eres tú, lo sé – Los ojos de Lan Wangji parecían dulcificarse cada vez más.

- Lan Zhan me conoces desde siempre, como podría ser yo ese hombre.

- La canción.

- ¿Qué? –Zhan no pareció entender.

- La canción con la que mataste a las marionetas el día que nos reencontramos.

- ¿Qué tiene?

- ¿Dónde la aprendiste?

Zhan bajó la mirada intentando encontrar el origen de ella en su cabeza, pero nada apareció, incluso recordó que en ese momento todo le había parecido borroso y ajeno.

- Yo... yo... no sé.

El ambiente estaba realmente tenso, por su parte, Wang deseaba abrazar a Zhan y sacarlo de ahí, mientras Ayanga buscaba la forma de relacionarlos y entender, a su vez los hermanos Lan compartieron cómplices miradas sabiendo exactamente que debían hacer.

- Esa canción, es mía – Lan Wangji se acercó y miró de frente a Zhan – solo la interprete una vez, en la cueva de la tortuga el día que nos quedamos atrapados – Zhan confiaba en él, pero no quería escucharlo – nunca nadie la escucho, solo Wei Ying.

- ¡Eso no significa nada! – Yibo gritó exasperado por la situación - ¡Esto es una estupidez!

- Joven maestro Zhan ¿Dónde aprendió a tocar la flauta? –Zhan se sintió atrapado y asustado pues nunca antes de ese día lo había hecho – y dígame ¿Cómo se llama su espada?