SWEET LETTERS // Saiki Kusuo ✔️✔️

Sweet

Lunes (3:40 pm)

— ¿Aquí es? Vaya, el tiempo pasó muy rápido. Entonces nos vemos mañana Saik-

— ¿Un amigo de Kusuo? —una mujer se asomó por la puerta de aquella linda casa. Ryu se vió bastante nervioso al notarla.

— S-Solo soy un compañero. Es un placer conocerla. —dijo haciendo una reverencia.

"¿Si me voy ahora me vería como un grosero?"

"No, por favor hazlo." Saiki quería a sus padres, pero a veces llegaban a ser muy intensos... ¿Ejemplo? Cuando conocieron a los amigos de Kusuo.

La mujer salió de la casa sin borrar aquella linda sonrisa. Tomó las manos del más alto entre las suyas, y cerró ambos ojos.

— ¿Nos acompañarás a cenar?

— No quiero causar molestias...

— ¡Para nada! ¡Nos alegra mucho que Kusuo traiga un amigo a casa! Aún cuando sus otros amigos han venida ya... Es la primera vez que veo que no llega acompañado.

"¡¿La primera vez?!" Sudó frío al mismo tiempo que era empujado dentro de la residencia por la señora.

— ¿Un invitado? —preguntó un castaño asomándose por una de las puertas de la casa.

— S-Señor Saiki, un gusto. —habló el jóven saliendo de su impresión. Ahora tenía que enfocarse en no cagarla en frente de los padres del chico que le gustaba.

Ryu vió a detalle la casa, muy bonita a su parecer. Pasó y se sentó en una de la sillas cuando la azabache se lo pidió, no podía negarse a nada. Vió de reojo a Kusuo... No sé había ido a su cuarto como era su costumbre. ¿Acaso no quería dejarlo solo?

— ¿Quieres ir al cuarto de Kusuo mientras termino de cocinar?

— No es necesario, no me gustaría incomodar a Saiki. Más bien, ¿Podría ayudar en algo? —preguntó levantándose de la mesa para acercarse a la mujer.

— Pues... ¿Eres bueno con los postres? Estoy preparando gelatina de café hoy —el sonido de una silla moviéndose hizo que ambos voltearan a ver el lugar de procedencia.

Kusuo se había sentado en la sala a esperar.

"Pensé que iría a su cuarto".

— Claro. —dijo quitándose la chaqueta y poniéndola en uno de los percheros de la sala junto a su maleta. Después, se arremangó la camisa.

— Muchas gracias... Eh...

— ¡Oh! Pueden llamarme Ryu.

— Ryu-kun. —la mujer sonrió.— ¿Sueles cocinar a menudo? —preguntó al ver como el chico manejaba la manga tan fluidamente.

— Me gusta tanto cocinar como preparar postres. Además, no es por presumir, pero la gelatina de café me sale exquisita.

"No por nada me la pasé preparándola desde que se rumoreaba del gusto de Saiki por la gelatina de café"

Kusuo se encogió un poco en su puesto, siendo observado seriamente por su padre.

— ¿Sabías que es el postre favorita de Kusuo?

— ¡Claro que sí! Tuve la oportunidad de verlo una vez mientras que comía, sus ojitos se cerraron, y un preciosos sonrojo apareció en sus regordetas mejillas. Es que no hay nadie más lindo que Saiki, Ah~

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— Yo... T-Tengo algo que hacer. —dijo al mismo tiempo que tomaba sus cosas y salía corriendo de la casa del pelirosa.

"¡Maldición! ¡¿Ese sonido salió de mi boca?!" Pensó ignorando el llamado de la mujer... Que vergüenza, había soltado un gemido en frente de la madre del chico que le gustaba.

— Kusuo... Creo que tu amigo tenía bastante pris- ¿Por qué estás sonrojado? Aún no te he pasado la gelatina de café...

"Ryu... Idiota" pensó tapando su rostro con una de sus manos.