SWEET LETTERS // Saiki Kusuo ✔️✔️

SWEET Epilogue

— S-Señora, un gusto volver a verla. Que lindo corte lleva jaja —rió nervioso Ryu.

Maldijo a Saiki en su mente, cuando este lo dejó solo con aquella mujer.

— ¡Eres el amigo de Ku-chan! Pasa, adelante. —Ryu entró de manera robótica a la casa de su enamorado. La última vez no había dejado una muy buena impresión que digamos.

Y no ayudaba en nada el que Kusuo lo haya dejado abandonado cuando se suponía que iban a estar juntos en el momento de la verdad.

— ¿Quieres algo de té? Llegaste en el momento preciso, puedes quedarte a cenar.

— Señora Saiki... Me gustaría hablar con usted.

"¿en serio piensa decirlo?" pensó Kusuo desde su cuarto, estaba al tanto de la conversación.

— Oh claro. —la fémina sonrió y ofreció al muchacho que se sentara. Luego, ella se posó frente a él.

— Yo...

"Si lo va a decir"

— ¡Su hijo y yo estamos estamos en una relación! —exclamó chocando su cabeza contra la mesa. Quería hacer una reverencia, pero pues... No contaba con la rapidez con la que la hizo.— Quiero su aprobación... Él...

Ignoró el ardor de su frente, y siguió hablando un poco temeroso al no recibir respuesta.

— Él... Kusuo. De verdad, lo quiero mucho. ¿Qué rayos estoy diciendo? —rió aún sin despegar la mirada del mueble— Lo amo tanto.

- ¡Mamá, no lo hagas!

Al escuchar el grito de su novio, alzó la mirada. Un click se escuchó, y un flash lo cegó por unos momento.

¿Qué estaba pasando?

— ¡Eres el novio de Ku-chan! ¡Estoy tan feliz! —lloriqueó. Kusuo terminó de bajar los escalones y le arrebató la cámara a su progenitora.

Kusuo tomó la mano del chico y lo obligó a levantarse, luego, empezó a arrastrarlo hacia las escaleras.

— Ryu-chan. —Ambos chicos se quedaron quietos.— Él en verdad te quiere... Cuídalo ¿sí?

El peligrosa se sonrojó y siguió empujando a su pareja en dirección a su cuarto.

Sus manos temblaban al no saber donde tocar. Sus mejillas totalmente sonrojadas y ardiendo hacían una perfecta combinación con su respiración irregular.

— S-Saiki... —llevó una de sus manos a su boca viendo con asombro al pelirosa.

- Ryu, solo doblé una cuchara. ¿Enserio es la única demostración que necesitas?

— ¡ERES UN PSÍQUICO! ¡OH DIOS! ¡NO PUEDE SER! —explotó de la nada. Saiki suspiró. Tal vez no había sido buena idea contárselo a su novio.

- Solo... No se lo cuentes a nadie.

Saiki agachó la cabeza. Fue a la única persona que por voluntad propia, le había contado sobre sus poderes sobrenaturales... Se había sentido un poco culpable. Después de todo, él sabía todo sobre Ryu por sus pensamientos, pero su novio no tenía ni idea de con quién estaba saliendo.

— Saiki... —susurró acercándose. El pelirosa se asombró al recibir un abrazo de Ryu— Tú eres perfecto, esto te acompleja... ¿Verdad?

- ¿cómo lo sa-