Sweet

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Miércoles. 2 días para la confesión.

"¿A estas alturas no se ha enterado que soy yo el de las cartas? Soy el mejor" Saiki rodó los ojos mientras una pequeña risa se escapaba de su boca.

Claro que todos sus amigos a los que Ryu le había preguntado sobre sus gustos, ya le habían hecho saber sobre el posible interés que tenía Ryu por él.

Pero hizo como si no fuera un tema importante, y logró que no se esparciera ningún rumor.

Aunque claro que habían personas que seguían sospechando, o que simplemente no les podía caber en la cabeza el que Saiki le gustase pasar tiempo con alguien a voluntad. Entre ellas, Teruhashi no dejaba de pensar en que Ryu no hacía más que interponerse cada vez que ella quería estar con Kusuo, pero no porque a Ryu le gustase el pelirosa, si no porque creía que él tenía sentimientos por ella.

"Quiere causarme celos... Lo que no sabe, es que Saiki-kun es el chico que me gusta"

Ryu era el único hombre que no sentía nada por la peliazul. La creía atractiva y una chica bastante amable, pero él era gay, le gustaban única y exclusivamente los hombres. No, ni eso, se encontraba bastante seguro de que jamás había sentido por alguien, lo que sentía por Saiki en este momento.

Y tal vez sería rechazado, pero estaba decidido a correr el riesgo si así tenía una pequeña oportunidad de estar a su lado, aunque sea demasiado mínima, no estaba dispuesto a perder ese 1% de probabilidad de salir con él.

— ¡Hairo-san! ¡Adoptenme en su clase! ¡Se los suplico! —cayó frente al pelirrojo, mientras se arrastraba y abrazaba sus piernas.

— ¿Ryu? ¿Qué sucede? —se agachó alarmado.

— La chica nueva... Es muy buena persona, es muy linda... Pero no hay momento en el que esté a salvo si estoy con ella, trae mala suerte. —tembló mientras se negaba a soltar al presidente de la clase— Estábamos en Artes... ¡Y casi me clava las tijeras en la cabeza! ¡Dijo que era un accidente! ¡Pero tengo mucho miedo! —lloriqueó.

Todos miraron al chico, burlándose de él. Ya todos conocían a la linda peliverde que había entrado hace poco y extraña condición de atraer el caos. Pobre Ryu, se vió obligado a mostrarle la escuela por el ser presidente de su clase.

Algo hizo click en su cabeza.

Estaba haciendo un espectáculo en la otra clase... En la clase de Saiki.

Se levantó del piso de un momento a otro, y se apoyó en la pared mientras tosía un poco intentando de ignorar lo que había pasado.

— Solo necesito una hora. Una hora y ya volveré al infierno.

Hairo se quedó pensando, no era quién para aceptar alumnos de clases ajenas, pero él pobre se veía desesperado.

Cuando el pelirrojo le dijo que podía quedarse, casi se pone a llorar ahí mismo.

Entró corriendo a la clase y se sentó en el suelo, al lado del asiento de Saiki.

— Buenos días.

- 'Buenos días' -respondió para sorpresa de todos. La mayoría estaba acostumbrado a ser ignorados por el psíquico, así que el que contestara con tanta fluidez había dejado un poco confundido a todos los demás.

— Saiki... Se vienen los exámenes ¿Qué piensas de estudiar juntos? —susurró para no ser escuchado por los demás. Ya tenía con haber causado tal escena antes— Aunque claro que sí estás ocupado o no estás interesado no hay prob-

- 'Está bien...' —interrumpió, después de esas palabras, ninguno dijo nada más.

No sé necesitaban las palabras cuando la felicidad de Ryu podía sentirse en el ambiente.

[...]

— Y si cambias este número de este lado a este otro lado... Se vuelve negativo. —apuntó en el cuaderno del pelirosa.

"Explica tan mal..." Apartó la mirada de sus apuntes, para posar su vista en Ryu... Aún cuando él podía resolver tan fácilmente aquellas fórmulas, no pudo negarse ante el entusiasmo que irradiaba Ryu por explicarle sobre los temas que saldrían en los exámenes.

Era el presidente de la clase. Aunque no fuera muy inteligente a la hora de entregar las cartas, tenía un muy buen promedio en la institución.

— M-Me pones nervioso... ¿Por qué me e-estas mirando tanto? —el sonrojo en sus mejillas no dejaba de crecer más y más.

- 'Te ves emocionado. No quería incomodarte, sólo... me gusta verte así'

¡Pum! Ryu se desmayó por sobredosis de ternura.

Y Saiki en ningún momento se vió molesto ni incómodo aún cuando habían pasado tantas horas juntos.

.

.

.

Es más, podía jurar que ninguna otra persona había logrado causarle esa comodidad.

"Ryu... Ya tengo mi respuesta" pensó acariciando los cabellos del jóven que ahora se encontraba dormido con la cabeza apoyada en su regazo.

SWEET LETTERS // Saiki Kusuo ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora