Una carta anónima no tan anónima.
🍮Saiki Kusuo fanfiction
🍮Male!Oc
🍮Historia corta y capítulos cortos.
🍮Los personajes de "Saiki no psi nan" le pertenecen a Shūichi Asō. Yo solo añadí un oc.
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"¡oh por Dios! ¡Es hoy!"
Ryu no dejaba de ir de un lado a otro, corriendo entre los pasillos llevando muchísimas cosas y haciendo de todo al mismo tiempo.
Le faltaba decorar los postres y ya se le estaba haciendo tarde.
Si, había dejado varias cosas a última hora... Pero en su defensa, quería que todos los postres quedaran frescos y perfectos para Saiki.
— ¿Galletas? ¿Puedo tomar un-
— ¡No! —Ryu quitó la bandeja de la vista de Reita, evitando así, que este tomara uno de sus dulces.— ¡Todos aléjense de mí! ¡Mera-San te estoy viendo! ¡Quieta!
"Esto va a ser un desastre"
"No dudes de ello" Saiki sonrió para sus adentros. No le gustaba la idea de que el jóven se encontrara estresado, sino que, le agradaba el esfuerzo que estaba poniendo en su plan.
Un sonrojo casi inexistente se instaló en sus mejillas.
Le estaba dando muchas vueltas a la situación y eso que aún faltaba bastante tiempo para la supuesta confesión anónima.
Por primera vez se sentía ansioso de algo.
— ¡Todos alejen sus sucias manos del pu-! B-Buenos días Saiki-san.
- Buenos días —correspondió el saludo y se dirigió a su salón. Las miradas se posaron en Ryu.
— ¿Q-Qué? ¡Las clases van a comenzar! ¡Vayan a sus salones! —exclamó para después salir corriendo con el tarro de arequipe en la mano.
Cada vez tenía menos tiempo. Pero aún cuando le faltaba algunas cosas, quería que igualmente el tiempo pasara más rápido.
Solo por querer ver al pelirosa.
Se dió una cachetada mental, y siguió con lo que hacía. Le había prometido un montón de postres sabrosos... No podía defraudarlo.
— Ryu-san~
— Hoy estoy ocupado, Teruhashi-san. Si necesitas algo, puedes pedírselo a Hairo-san. —pasó sin dirigirle ni una sola mirada.
"¡¿Acaba de rechazarme?! No... Es imposible. Tal vez quiere que le siga, quiere que yo lo busque a él."
"Ryu está enamorado de mí, eso es todo"
[...]
El tiempo había pasado volando. Los demás estudiantes de P. K se encontraban en sus respectivos clubes... Menos los de cocina, Ryu se había encargado de decirles que ese día no habría ninguna actividad.
Nadie dañaría su momento a solas con Saiki.
Por fin pudo suspirar tranquilo. Dejó la manga pastelera a un lado, y se secó la frente con el brazo. Miró la mesa... Estaba totalmente orgulloso de lo que había logrado, un montón de apetitosos dulces hechos con mucho cariño... Para solo una persona.
